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Luis Germán Osorno. | Foto: Archivo particular.

JUDICIAL

Se le acabó la suerte a Luis Osorno, el ‘zar’ de la estafa

El empresario caleño fue condenado a ocho años de prisión por haberles robado 111.000 millones de pesos a entidades financieras del país.

4 de noviembre de 2015

La justicia cojea, pero llega. Ese viejo adagio se le cumplió al empresario caleño Luis Germán Osorno, el hombre que con información falsa de la empresa Molinos del Cauca logró que cuatro bancos le prestaran 111.000 millones y, así, cometió el mayor desfalco financiero registrado en el 2005.

Aunque la Fiscalía siempre tuvo todas las pruebas para procesarlo, Osorno se burló de la justicia. En el 2012 se fue a vivir a un lujoso condominio en Florida (Estados Unidos) y se negó a comparecer ante las autoridades, por un supuesto cáncer de piel. Eso no es todo. Aunque el empresario juró que era inocente, se comprometió a responderles a las personas que se vieron afectadas, pero nunca lo hizo.

Aun cuando el ‘zar’ de la estafa, como le llaman las autoridades, creyó que se había salido con la suya, cometió un error: teniendo una orden de captura internacional de la Interpol ingresó al país y se hospedó en el hotel más lujoso de Barranquilla. Bastaron unas horas de haber pisado territorio colombiano para que un piquete de agentes de migración llegara y lo detuviera.

Ese fue el principio de la caída de Osorno, quien recibió su estocada final este martes cuando el juzgado 12 de Cali lo condenó a una pena de ocho años y tres meses de prisión por ser coautor de los delitos de estafa agravada en la modalidad de delito en masa y falsedad en documento privado, según contempla la decisión conocida por Semana.com.

Pero la sanción penal contra el caleño trascendió a lo económico. El juez de la causa determinó que deberá pagar millonarias sumas a cada una de las entidades que se vieron afectadas por sus actuaciones.

En la decisión, conocida por este portal, se revela que el ‘zar’ deberá devolver a la Corporación Financiera Colombiana S. A. (Corficolombiana), la suma de 13.200 millones de pesos; al Banco Agrario, 16.000 millones de pesos; al Banco Santander, 28.000 millones de pesos, y a Bancolombia, 40.000 millones de pesos.

Su ‘modus operandi’

De acuerdo con registros de la Fiscalía, entre el 2003 y el 2005 Osorno y otros empresarios presentaron estados financieros falsos con contabilidades y gastos operativos no justificados.

“Esos informes falsos eran enviados a la Superintendencia de Sociedades para facilitar créditos ante entidades financieras”, dijo uno de los investigadores.

Entre las pruebas presentadas por el ente hay unos correos electrónicos en los cuales empleados y directivos de la liquidada compañía se mostraban inconformes y preocupados por las cifras valoradas.

“Es absolutamente grave presentar otros estados financieros. Sería la prueba reina para los bancos para una investigación penal, son cuatro balances diferentes entregados a los bancos que desdibujan la situación”, decía uno de los correos entre el acusado y miembros de la junta directiva de la compañía.

Según lo determinado por el fiscal del caso, esos informes fueron elaborados con cifras falsas e inexactas que no reflejaban la verdadera situación financiera de esa empresa. Se detectó, igualmente, que las deudas adquiridas no fueron cubiertas.

Por estos hechos la Fiscalía responsabilizó también a Rodrigo de Jesús Palacio García, exrevisor fiscal titular; Yolanda de Jesús Vanegas Oquendo, exrevisora fiscal suplente, y Clara Isabel Rodríguez Díez, excontadora, todos empleados de Molinos del Cauca.