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| Foto: Daniel Reina

POLÍTICA

Congreso: El indulto a los ausentistas

Pese a que la Reforma a la Salud se aprobó sólo con 56 senadores, los 42 ausentes no tuvieron la anunciada sanción.

31 de octubre de 2013

El pasado 3 de octubre, luego de haber levantado tres plenarias por falta de quorum, el presidente del Senado Juan Fernando Cristo citó a los medios de comunicación para anunciar una trascendental decisión y así evitar el plan tortuga impulsado por los senadores.

Le ordenó al Senado aprobar la reforma a la salud y el referendo para la paz, y para ello anunció que aplicaría el reglamento del Congreso con el ánimo de descontar un día de sueldo, aproximadamente 800.000 pesos, a los senadores que no asistan a la plenaria y que no la puedan justificar.

Y además, Cristo se comprometió a que serían las actas de votación, y no sólo del control de asistencia, las que determinarían a qué senadores se les aplicaría la sanción.

Los congresistas asumieron las palabras de Cristo como un golpe bajo, mientras que la opinión pública aplaudió la decisión, en momentos en que volvió a indignarse con los congresistas por sus altos salarios, y el penoso espectáculo que estaban ofreciendo.

Tres semanas después, el Senado le aprobó la reforma a la salud y el referendo para la paz al gobierno, el presidente Santos, por decreto, les reintegró a los parlamentarios una prima especial de servicios, casi siete millones de pesos, que compensarían las primas de salud y vivienda que el Consejo de Estado les había quitado a los congresistas.

Pero a pesar de que, por ejemplo, la reforma a la salud se aprobó con apenas la mitad del Senado, pues 42 senadores no estuvieron en la votación final del proyecto, no hubo ninguna sanción para los ausentes.

Por el contrario. El pasado viernes 24 de octubre, la oficina que controla el presupuesto del Senado ordenó el traslado de los recursos para pagar el salario a los congresistas. Y no recibió ninguna instrucción de reducir tal presupuesto, es decir, a ningún congresista se le descontó su sueldo.  

Por lo menos 30 ausentes

Los 42 senadores que no asistieron a la votación del “título del proyecto” de la reforma a la salud, que se efectuó a las 8:07 p.m. del 16 de octubre, recibieron su cheque de cerca de 25 millones de pesos con la nueva prima especial de servicios, pero sin ningún descuento.

De estos, 14 no se aparecieron por el recinto porque estaban impedidos para votar por el proyecto, ya que reconocieron aportes económicos a sus campañas de empresas vinculadas con la Salud. Ellos fueron Gabriel Zapata Correa (P. Conservador), Efraín Cepeda (P. Conservador), Jorge Eduardo Géchem (La U), Rodrigo Villalba (liberal), Camilo Sánchez (liberal), Juan Carlos Restrepo (Cambio Radical), Maritza Martínez (la U), Roy Barreras (La U),  Martín Morales (liberal), Félix Valera (Partido Verde), Jorge Ballesteros (la U), Héctor Julio Alfonso López (PIN), Myriam Paredes (P. Conservador) y Roberto Gerlein (p. Conservador) (Ver qué empresas financiaron sus campañas).

En consecuencia, y según la instrucción de Juan Fernando Cristo, se les ha debido descontar por lo menos 800 mil pesos a 30 senadores:

A Samuel Arrieta (PIN), Armando Benedetti (la U), Bernabé Celis (Cambio Radical), Fuad Char (Cambio Radical), César Tulio Delgado (P. Conservador), Juan Manuel Corzo (p. Conservador) Luis Fernando Duque (Liberal), Edgar Espíndola (PIN), Honorio Galvis (Liberal), Jesús Ignacio Valencia (Liberal), Jorge Eduardo Géchem (la U), y Antonio Guerra de la Espriella (Cambio Radical), y Alexander López Maya (Polo).

También a Manuel Guillermo Mora (la U), Alexandra Moreno Piraquive (MIRA), Karime Mota (la U), Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical), Plinio Olano (la U), Jorge Robledo (Polo), Milton Rodríguez (la U), Carlos Enrique Soto (la U), Olga Suárez Mira (P. Conservador), Eustacio Tamayo (P. Conservador), Efraín Torrado (la U), Clemencia Vega (PIN), Luis Fernando Velasco (P. Liberal), Juan Carlos Vélez (la U), Germán Villegas (P. Conservador), Manuel Virgüez (MIRA) y a Jaime Alonso Zuluaga (la U).

Las excusas

Para contrastar si alguno de estos 30 senadores presentaron excusa de su inasistencia a la votación del proyecto, Semana.com obtuvo como respuesta de la presidencia del Senado las excusas justificadas y avaladas de los 10 senadores que se ausentaron a las plenaria del 8 y 9 de octubre (Carlos Baena, Juan Manuel Corzo, Carlos Ramiro Chavarro, Juan Manuel Galán, Teresita García Romero, Camilo Sánchez, Manuel Virgüez, Germán Carlosama, Edgar Gómez y Milton Rodríguez).

Pero al solicitar el registro de asistencia del 16 de octubre, día en que se aprobó definitivamente la reforma a la salud, Presidencia del Senado remitió a consultarlo en la página web del Senado, donde aparecen las votaciones de todos los artículos del proyecto, pero no está publicado el registro de asistencia de los senadores. Semana.com tampoco conoció las excusas aprobadas y la respuesta fue que la Comisión de Acreditación del Senado aún no las ha notificado.  

Es decir que 30 senadores que no se encontraban al momento de la votación de la reforma, recibieron su cheque por casi 25 millones de pesos y no se les hizo el anunciado descuento de un día de trabajo.
La razón de esta especie de indulto se concentra en que hay una zona gris en el reglamento del Congreso, pues no reglamenta si la inasistencia se decreta en el momento del llamado a lista, al inicio de la plenaria, o en el momento de votar determinado proyecto.

La única norma que habla de la materia es el artículo 183 de la Constitución que dice que los congresistas “perderán su investidura (…) por la inasistencia, en un mismo periodo de sesiones, a seis reuniones plenarias en las que se voten proyectos de ley”.

Ante ese vacío jurídico, el presidente del Senado se abstuvo de aplicar la anunciada sanción.

La estrategia     

Quizás por esa razón, la amenaza de Cristo poco temor infundió entre los senadores. Una semana después del anuncio, el 8 de octubre, 91 de los 98 senadores se hicieron presentes en su curul.
Sin embargo, a medida que se votaban los artículos de la reforma, se desaparecían del recinto.

Tanto así que se registraron votaciones superando a ras el mínimo de votos requeridos. Por ejemplo, el impedimento de Jorge Ballesteros, apenas se aprobó con la presencia de 54 senadores, o los seis artículos nuevos que el Senado decidió incluirle al proyecto, fueron aprobados con sólo 53 senadores presentes.  

El senador Armando Benedetti, uno de los ausentes a la votación del título del proyecto, sí estuvo en casi toda esa plenaria y además denunciaba en su Twitter que la reforma se estaba aprobando a las carreras y con un quorum precario.

Juan Carlos Vélez, otro ausente, dice que estuvo en el registro de asistencia, pero decidió irse porque cree que la plenaria ha debido aprobar su impedimento, por ser familiar de un socio de una EPS. Por eso dejó constancia.  

Los demás senadores quizás, para evitar sanciones, llegaron, contestaron, estuvieron un rato y luego se fueron. Según la presidencia del Senado la Comisión de Acreditación no ha certificado las excusas de quiénes no se hicieron presentes al momento del registro. A pesar de ello el presidente del Senado se abstuvo de aplicar la sanción anunciada.