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Maruja Pachón. | Foto: Guillermo Torres

DISCURSO

¿Se robustecieron las ideas de Galán?

Alejandro Santos, director de SEMANA, y Maruja Pachón, directora de la Corporación Escuela Galán, dieron apertura al foro acerca de los avances en las políticas de drogas a 25 años del magnicidio del líder político.

14 de agosto de 2014

“Galán supo que nunca llegaría a cumplir 90 años”. Esas fueron las palabras de apertura de Alejandro Santos durante la instalación del Foro Política de drogas tras 25 años de la muerte de Luis Carlos Galán. El evento hace parte de un proyecto llevado a cabo por la corporación Escuela Galán y SEMANA, con el apoyo de Pacific Rubiales Energy. 

Alejandro Santos, director de SEMANA, dio inicio a este evento que pretende responder muchos de los interrogantes que se han planteado tras la muerte del líder político y reconstruir el legado del desaparecido dirigente. "25 años después del magnicidio, es necesario que la sociedad se pregunte si la muerte de Galán llevó a que se robustecieran sus ideas".
 
Para Santos es evidente que Galán jamás logaría su sueño de llegar a los 90 años y ver un país diferente. “Galán generaba miedo. Miedo a que se sacudiera el status quo. La Colombia en que vivió Galán era una Colombia permisiva con el narcotráfico en donde la cultura traqueta y el dinero fácil eran pan de todos los días y eran pocos los que los cuestionaban", dijo. 

Santos Rubino también se refirió a la fragilidad institucional que afectaba todos los ámbitos del Estado en la década en que Galán se convirtió en un símbolo de la lucha contra el narcotráfico que amenzaba con tomarse el país.

Por eso, el liderazgo de Luis Carlos Galán, que cuestionaba y denunciaba directamente la influencia de estas mafias en la sociedad colombiana, era una amenaza para ese país en donde los dineros calientes definían en muchos sentidos lo que pasaba. “Colombia de los años 80 no estaba preparada para el liderazgo de Galán-agregó Santos. Y, en esas condiciones- era  muy difícil pensar en que podía salir invicto de su lucha y vivir hasta que tuviera 90 años". 
 
En su discurso Santos recordó una frase premonitoria de Galán semanas antes de su asesinato en la que afirmó que al eliminar a los hombres las ideas se robustecen. “25 años después de su muerte, ¿se robustecieron sus ideas?” -se cuestionó. "La muerte del dirigente precipitó el nacimiento de un país diferente. La Asamblea Constituyente y la Constitución de 1991 son prueba de ello". Santos señaló que gracias a estos cambios es mucho lo que se ha avanzado en temas sociales.  

“Nunca sabremos cómo habría sido el país si no hubieran matado a Galán, ni como lo habría juzgado la historia si hubiera llegado a la Presidencia”-dijo el director de SEMANA. Seguramente no habría dejado un país perfecto, ya que, en palabras de Santos, “no era un mesías, era un demócrata”. 

Reiteró que el país debe recordar a Galán como el símbolo de una conciencia ética de la sociedad, como un referente que buscó enfrentar la corrupción, el clientelismo y la politiquería de frente, y cuestionarse sobre la vigencia de sus ideas. Santos recordó que la generación Galán, a la cual él pertenece, está empezando a asumir el poder político del país, y añadió que esa generación “tiene la responsabilidad histórica de demostrar que nuestros grandes líderes no murieron en vano”. 
 
Por su parte, la directora de la Corporación Escuela Galán, Maruja Pachón, dijo que la muerte de Galán hizo que Colombia enviara una voz de alerta al mundo sobre los peligros y el poder del narcotráfico, lo que llevó a que se intensificara la guerra contra las drogas.  Sin embargo, hechos como el proceso 8000, el fortalecimiento de la guerrillas, los secuestros, las masacres de los paramilitares y la parapolítica “dejan serios interrogantes sobre lo que hemos construido”. 

La hermana de la viuda del desaparecido líder reconoció que el hecho de que la educación haya sido definida como el eje central de este gobierno es una de las mejores maneras de rendirle un homenaje. La educación es un paso hacia la equidad y hacia un país en paz, que, según Pachón, era lo que buscaba Galán. “Su mayor preocupación fue prevenir el daño eminente en la sociedad y en la política”, dijo y agregó que Galán era consciente de los riesgos que esto implicaba para la democracia. 

Por ello, la Corporación Escuela Galán se ha dedicado a fomentar la democracia y el liderazgo, y a convertir a los jóvenes en demócratas activos y agentes activos de cambio y desarrollo. También destacó la labor de la Escuela en la construcción de escenarios de posconflicto, al fomentar la reconciliación, la reinserción y el desarrollo en la regiones más afectadas por el conflicto.