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Seis preguntas clave sobre la Comisión de Reparación

Todo el mundo habla de reparación, pero pocos saben de qué se trata.

25 de septiembre de 2005

Al igual que Alí Baba pronunciaba la palabra mágica "abracadabra" para que la cueva donde estaban escondidos sus tesoros se abriera, el gobierno habla de la recién creada Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación como si fuera la clave para resolver todos los males que ha dejado la guerra en el país, y suplir las múltiples deficiencias que ha tenido la negociación con las autodefensas.

Si se trata de indemnizar a las víctimas, ahí está la Comisión. Cuando se habla de establecer la verdad sobre los crímenes cometidos por las autodefensas, todos señalan a la Comisión. Si la reinserción está en crisis, vuelve a salir a flote su nombre. Hasta en el tema de un eventual proceso de paz con las guerrillas, salta a la escena pública la famosa Comisión. ¿De qué se trata esta Comisión? ¿Quiénes hacen parte de ella? ¿Podrá realmente solucionar todos los problemas del posconflicto? SEMANA explica cuáles son las oportunidades, los alcances y los riesgos a los que se enfrentan sus miembros.

1¿Qué es?

El artículo 51 de la Ley de Justicia y Paz creó la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación para que se encargue principalmente de resarcir a las víctimas del conflicto armado, durante un período de ocho años. La mayor parte de las 14 personas que hacen parte de ella, son altos funcionarios del Estado. No obstante, cinco de sus miembros son personalidades de la vida nacional, nombrados directamente por el Presidente; y las víctimas tienen dos representantes.

2¿Quiénes hacen parte de ella?

El gobierno ya nombró a cinco personalidades que harán parte de la Comisión, todos ellos con larga experiencia en los temas de paz (ver recuadro). También participarán la Vicepresidencia, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio del Interior y de Justicia, el Ministerio de Hacienda, y el director de la Red de Solidaridad Social.

Aún no está claro con qué mecanismo se elegirán los representantes de las víctimas. Sin embargo, varias asociaciones de ellas han manifestado que no participarán y, por el contrario, hace dos semanas radicaron una demanda contra la Ley. Comparada con otras experiencias, la participación de las víctimas es muy baja. La Comisión de Resarcimiento en Guatemala, por ejemplo, contó con seis miembros del gobierno y seis representantes de las víctimas, que fueron elegidos popularmente.

3¿Cuál es la tarea de la Comisión?

Su primera y más importante tarea es garantizar la participación de las víctimas en los procesos de esclarecimiento judicial y la recuperación de sus derechos. Según Eduardo Pizarro, presidente de la Comisión, su primer esfuerzo será divulgar en todo el país, a través de la prensa, cuáles son los derechos de las víctimas y así ayudarlas para que se organicen. Sin embargo, un primer obstáculo que tendrá que enfrentar este organismo será definir cuántas son y dónde están las víctimas, desde qué año serán tenidas en cuenta y, finalmente, quién es una víctima.

4¿Cuáles otras funciones tiene?

Deberá definir los criterios para la reparación y la manera como ésta se va a liquidar. En este tema tendrán que buscar un equilibrio entre los estándares internacionales, que son muy altos, y los del gobierno nacional, que tratará de bajar los costos de reparación dadas sus dificultades fiscales.

Otra función será hacerle veeduría al Fondo de Bienes que se creará con lo que entreguen los paramilitares, los recursos de cooperación y el dinero que aporte el mismo gobierno; y que será administrado por la Red de Solidaridad Social. Adicionalmente, tendrá que hacerle seguimiento a la reincorporación de los desmovilizados; evaluar el proceso de reparación y, como si fuera poco, trabajar a favor de la reconciliación con los grupos que siguen en armas.

Expertos consideran que a la Comisión se le han atribuído demasiadas funciones y que esto pone en riesgo el éxito de su misión, como lo demuestran experiencias de otros países. Pablo de Greiff, del Instituto de Justicia Transicional de Nueva York, dice que una comisión de reparación sólo debe tener dos objetivos fundamentales: proporcionar reconocimiento a las víctimas y estimularlas para que vuelvan a confiar en el Estado.

5¿Será esta una comisión de la verdad?

No exactamente, pero otra de las funciones que la ley le asignó es la redacción de un documento público que explique el surgimiento y la evolución de los grupos ilegales. Esta tarea es de tal magnitud, que para hacerla bien, ameritaría una comisión especial para ello. En Sri Lanka, por ejemplo, ha habido tres comisiones de la verdad, pues ninguna de ellas ha podido entregar un documento que deje contentas a todas la partes. Es casi seguro que más que una verdad exhaustiva, la Comisión entregue un texto académico, que no necesariamente contribuya a la reconstrucción de la memoria.

6¿Cómo se financiará?

Hasta ahora la Comisión cuenta con 600.000 dólares que donó el gobierno de Estados Unidos para su funcionamiento inmediato. Pero eso es insuficiente. Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz, la comisión de Suráfrica costó 18 millones de dólares por año, y empleó a 350 personas. La de Guatemala, 11 millones de dólares y en ella trabajaron 250 personas. En Perú, requirió cerca de 11,7 millones, para igual número de funcionarios. Pero estos son sólo recursos para la burocracia. La cifra para la reparación misma es aun más exorbitante.

El gobierno alemán puso en marcha el mayor programa masivo de reparaciones que se ha realizado en el mundo para resarcir a las víctimas del holocausto. Para el año 2030 habrá repartido 80.000 millones de dólares, entre dos millones de beneficiarios. En Argentina, el programa de reparaciones pagó 220.000 dólares entre los 15.000 familiares de los desaparecidos de la dictadura militar. En Brasil, reparación actuó solamente como mecanismo de distribución de bienes. A cada una de las 280 víctimas por desaparición forzada o muerte bajo custodia policial durante la dictadura, se le dieron 100.000 dólares. En Colombia se estima que más de 30.000 personas han muerto por el conflicto, dos millones han sido desplazados, miles han sido secuestrados y desaparecidos. Estas cifras dan la magnitud de los costos que tendrá la reparación.

7¿Cuándo y cómo empezará a funcionar?

La Comisión se instalará oficialmente la primera semana de octubre, con una audiencia pública en La Gabarra, Norte de Santander. En esta se hará, supuestamente, la restitución de predios que los paramilitares usurparon en esa región y que ya han entregado al gobierno. Pero hasta ahora la Comisión no se ha reunido ni tiene claras las reglas del juego sobre cómo se hará esta restitución de bienes. No es difícil adivinar que este será más un acto simbólico que busca responder a la presión de la opinión pública para que la reparación se ponga en marcha cuanto antes.