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Merlyn Yeimy Muñoz, de 28 años, contrajo matrimonio con Anatolio Cerón, de 95, el 20 de junio de 2006 en Cali. Foto: Pixabay | Foto: Pixabay

JUDICIAL

“Sí hubo amor”: habla la joven casada con hombre de 95 años

La mujer, a quien la Corte Suprema le anuló su matrimonio con un hombre de 95 años, asegura que la unión se dio por amor y que no hubo ningún interés económico de por medio. Cuenta que lleva tatuado su nombre en el brazo.

27 de septiembre de 2019

En días pasados fue noticia la decisión de la Corte Suprema de Justicia de declarar nulo el matrimonio entre Merlyn Yeimy Muñoz de 28 años y Anatolio Cerón de 95. La mujer, a través de una acción de tutela, exigía que le fuera reconocido el pago del seguro de renta vitalicio de su esposo, 67 años mayor que ella.

Merlyn Yeimy Muñoz contrajo matrimonio con don Anatolio Cerón el 20 de junio de 2006, cuando él contaba con 95 años de edad. Tres años después, don Anatolio falleció y dejó a la mujer como la única beneficiaria de un seguro de renta vitalicia que había adquirido durante su vida laboral. 

Tras la muerte de este, Merlyn comenzó una batalla jurídica con la compañía de seguros Suramericana S.A., para qué, como viuda del difunto, le fuese reconocido el beneficio económico al que, arguemntaba, tenía derecho legal. 

Después de años de litigio y una acción de tutela interpuesta por la afectada, el caso llegó a manos de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, la cual decidió anular el matrimonio debido a que este se realizó por razones ficticias y dudosas, razón por la cual lo que se presentó fue una simulación de la figura jurídica. 

En otras palabras, para el alto tribunal existieron razones suficientes para demostrar que la mujer se casó con su pareja por un motivo que no corresponde a los fines mencionados en el Art. 113 de Código Civil para contraer matrimonio: vivir juntos,  procrear y auxiliarse mutuamente. 

No obstante, a pesar de esta decisión, Merlyn sostiene que el matrimonio no fue una simulación. Asegura que entre don Anatolio Cerón y ella “sí hubo amor”, y que el matrimonio entre ellos no fue por conveniencia.

Todo lo contrario, dice, pues “él le ayudó a formar a sus hijos cuando el padre de estos la abandono, e incluso hoy ella lleva tatuado su nombre en el brazo”. 

Merlynque hoy tiene 41 años, sostiene además que cuando se casó con Anatolio en una notaría de Cali, fue enteramente por amor y "sin ningún interés económico de por medio, pues no fue su esposo quien compró la póliza con Suramericana de Seguros, sino la empresa en la que este trabajaba".  

“Yo me casé con él mucho antes de existir la póliza, deberían revisar bien el expediente, porque dos juzgados reconocieron que sí hubo un matrimonio y que existe una póliza y que la deben hacer valer”, afirma. 

Por ello, Merlyn dice que agotará todas las vías judiciales para lograr el pago del seguro por parte de suramericana. Pues considera que es algo a lo que tiene derecho, y que le estan negando por cuenta de un estereotipo social que presume que detrás de una relación entre un adulto mayor y una mujer joven hay siempre un interés adicional al simple hecho de quererse. 

Para la Corte, en cambio, los testimonios del actual compañero sentimental de Merlyn y de la investigadora Magda Patricia Montiel -contratada por Suramericana S.A.- son pruebas contundentes que permiten concluir que entre la pareja nunca existió un matrimonio real. Razón por la cual opta rechazar las peticiones de la accionante y anular el matrimonio 

Entre los argumentos entregados por la investigadora Magda Patricia Montiel, se encuentra el hecho de que Merlyn, al momento de la muerte de Anatolio, “lucía serena, tranquila, y no mostraba ningún signo de aflicción o dolor por la significativa pérdida de su esposo, (a un mes de su muerte) lo que no dejaba de despertar sospecha dada su vasta experiencia en este campo”.