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SOBRE RUEDAS

En Medellín, la ciudad donde más carros roban, la Policía parece estar ganándole la guerra al <BR>poderoso cartel de los haladores de vehículos.

3 de mayo de 1999

Desde hace varios añosla gente de Medellín se acostumbró a oír las dramáticas historias de
muchas personas que eran asaltadas para robarles el carro. Los relatos comenzaron a circular cada vez
con más frecuencia, dejando en evidencia que el turno a las víctimas llegaba sin importar la hora ni el lugar, y
el número de personas robadas aumentaba paralelamente con la cantidad creciente de sujetos que se
dedicaba a esa actividad delictiva en la capital antioqueña. Rápidamente el robo de vehículos se constituyó
_después del narcotráfico_ en uno de los delitos que más preocupa a los ciudadanos y a las autoridades de
Medellín. La razón es que éste comenzó a generar otros delitos, como homicidio, secuestro y mercado
negro de autopartes, entre muchos otros. La situación se agravó luego del desmantelamiento del cartel de
Medellín. Muchos jóvenes de los barrios periféricos de la ciudad, impulsados por el desempleo y el deseo de
enriquecerse fácilmente, decidieron organizarse con las armas que les dejaron los narcotraficantes para robar
vehículos y cometer otros crímenes. Estas actividades les han dejado utilidades de entre 200 y 300 millones
de pesos al mes según las autoridades. Aunque en Bogotá y Cali la situación es similar, en la capital
antioqueña el robo de carros alcanzó cifras sin precedentes en 1998: 580 robos cada mes, que representan
más del 20 por Ciento del total de casos reportados en todo el país. La situación se volvió tan grave que las
compañías de seguros aumentaron sus pólizas a casi el doble en comparación con otras ciudades y por esa
razón solo el 30 por ciento de los automóviles de Medellín están asegurados contra robo. En 1998 las
aseguradoras desembolsaron 145.000 millones de pesos por el robo de vehículos, situación que las obligó a
traspasar a los usuarios el costo de operar en una ciudad donde ese delito aumentaba
desmedidamente. Pero si por un lado los delincuentes continuaron sus asaltos _fueron 1.751 robos en los
primeros dos meses de 1999_, por el otro las autoridades multiplicaron sus esfuerzos en la lucha contra esas
bandas. En el último año los organismos de seguridad han desmantelado al menos 12 de estas
organizaciones. "El problema es que calculamos que hay 300 bandas en la ciudad", dijo a SEMANA el
comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, general Luis Alfredo Rodríguez. No obstante, la Policía ha
logrado recobrar casi la mitad de los carros y las motocicletas robadas durante los dos primeros meses de
este año, según cifras de la Fiscalía. Pero los éxitos contra los haladores de carros no son casuales. La
Policía ha intensificado las labores de inteligencia, seguimiento y análisis de pruebas para obtener información
detallada que permita la captura de los miembros de esas bandas criminales. Esta forma de actuar ha
reducido la impunidad ya que el delito de robo no agravado suele ser excarcelable. Los delincuentes lo saben
y es por eso que son muchos los casos de reincidentes capturados hasta en cinco oportunidades.
Aunque las autoridades de Medellín han comenzado a mostrar resultados exitosos en esta lucha no se puede
desconocer que el robo de carros es un problema que también requiere esfuerzos en otros frentes. La crisis
económica y el aumento del desempleo hacen pensar que esta actividad no se podrá erradicar del todo, al
menos en el corto plazo.