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Cuando acaba la función se quita todo el maquillaje, las coloridas cargaderas y los pantalones anchos para quedar solo con el camuflado militar. | Foto: Cortesía Usaid

REGIONES

Aguerridos soldados que ahora roban sonrisas

Después de combatir durante años la insurgencia, militares de Caquetá ahora representan cómicos personajes en el Circo Amazonas. La iniciativa busca acercar el Ejército a la comunidad ‘ad portas’ del posconflicto.

3 de diciembre de 2016

La escena raya en lo surrealista. En las canchas de fútbol del batallón de Florencia, un pelotón de soldados de la Fuerza de Tarea Júpiter, adscrita a la Sexta División del Ejército, entrena hasta el cansancio. Al mismo tiempo, y a pocos metros, los niños de un colegio público hacen fila para entrar a una enorme carpa azul con amarillo. Allí funciona el Circo Amazonas de Colombia, un proyecto lanzado por varios militares para sacarle sonrisas a la población de Caquetá. Lo que de verdad sorprende es que ellos mismos personifican a los payasos.

En el escenario, 3 suboficiales y 11 soldados profesionales cambian los uniformes por los trajes de animadores, directores artísticos, magos, recreacionistas, cantantes, gimnastas, faquires, electricistas y encargados de sonido. Y como en toda carpa, sin duda los personajes más entrañables son los payasos. Lagrimita, Zapatico, Cuqui y Pinito divierten a los espectadores a la vez que buscan acercarse a los jóvenes con mensajes en pro de la formación y el estudio y contra el consumo de drogas. Se trata del cabo primero José Miguel Salamanca y los soldados profesionales Luis López, Álvaro Prado y César Lasso.

“Queremos tener contacto directo con la gente, invitarlos a creer en la fuerza pública, decirles que somos un Ejército diferente que se alinea al proceso de paz. Que no solo andamos con el fusil, sino que aparte de seguridad llevamos la confianza y la tranquilidad”, le dijo a SEMANA el brigadier general César Augusto Parra, comandante de la Fuerza de Tarea Júpiter. El Circo Amazonas se ha presentado en varios municipios de Caquetá, y ya tiene invitaciones para ir al Putumayo y al Amazonas.

Tras años de asumir como única misión el control territorial, pues la zona estuvo marcada no solo por la alta afectación del orden público, sino también por la ausencia del Estado, los militares sostienen que la mejor herramienta no armada del comando es el circo, aunque también tienen una orquesta y un grupo vallenato.

Hoy, con más de 12.000 hombres, la Fuerza de Tarea quiere seguir luchando contra los grupos ilegales, el narcotráfico y la extorsión, pero añadir el trabajo social, el apoyo a proyectos productivos y la promoción del turismo en Caquetá. “Ya cumplimos en la parte militar, es la hora de la interagencialidad desde las regiones que habían estado históricamente aisladas, y demostrarles que el Ejército es su amigo y ayudará a consolidar desde lo militar la ejecución de los acuerdos”, le expresó a esta revista el brigadier general Francisco Javier Cruz, comandante de la Sexta División.

En uno de los departamentos más marcados por el conflicto armado con las Farc, el Ejército es indispensable para recorrer el camino de la reconciliación y modificar los imaginarios de guerra. En conversación con SEMANA, Luis López, quien hace 16 años es soldado profesional y ahora personifica a Zapatico, resumió claramente la transformación: “Después de estar en el monte, reemplazar las botas de soldado por los zapatones de payaso es un cambio impresionante”.