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"Solo la izquierda puede ponerle reglas a la globalización"

Gianfranco Pasquino es una de las voces políticas más autorizadas de Europa. SEMANA habló con él sobre el resurgimiento de las ideologías y sobre la vigencia de la derecha y la izquierda en el mundo de hoy.

5 de septiembre de 2004

El italiano Gianfranco Pasquino ha sido, junto con el ya fallecido Norberto Bobbio, uno de los intelectuales más importantes de la Europa contemporánea. Con más de 15 libros publicados, es una voz respetada en los temas de las ideologías, los sistemas políticos y la democracia. Esta semana visita a Colombia por primera vez, para asistir al foro internacional sobre el vigencia de las ideologías convocado por la Corporación Escuela Galán.

SEMANA: A principios de los 90 empezó a hablarse del fin de las ideologías. ¿Estamos ante un resurgimiento de ellas?

Gianfranco Pasquino: El debate del fin de las ideologías que se dio a principios de los 90 fue sobre el fin del marxismo como la más grande y difundida de las ideologías. Las ideologías van a terminarse sólo si se convierten en una rigidez mental. Si por el contrario son un conjunto de ideas, de esperanzas para la gente, ellas perdurarán.

SEMANA: Pero ¿necesita el ciudadano contemporáneo de la ideología?

G.P.: Claro. La ideología es un mapa que le permite al ciudadano orientarse en una sociedad tan compleja. Es una manera de crear y recrear visiones de una sociedad diferente, tanto en la derecha como en la izquierda. Porque la derecha no es criticable en sí misma. Para una gran parte de la población es una visión aceptable del mundo.

SEMANA: ¿Qué significa hoy ser de izquierda o de derecha?

G.P.: La izquierda cree que es posible reducir las desigualdades entre las personas; que todos merecen una oportunidad de crecimiento personal y que como el mercado produce desigualdad, el Estado debe resolver el problema. La derecha cree que las desigualdades son el producto de las diferentes capacidades de las personas y no el producto de un mercado que no está reglamentado. La derecha cree que las jerarquías deben ser mantenidas y respetadas.

SEMANA: ¿Si la izquierda tiene postulados más populares por qué suele ser una minoría política?

G.P.: Una cosa es tener buenas propuestas y otra, convencer a los ciudadanos. La izquierda quiere transformaciones y en general los individuos son conservadores, les tienen miedo a los cambios. Raramente la izquierda gana en las elecciones, pero cuando llega al gobierno y hace grandes transformaciones, los electores continúan apoyándola y la reeligen. Si por el contrario esos gobiernos no hacen cambios, tampoco permanecen.

SEMANA: Lo que ocurre con mucha frecuencia...

G.P.: Es que no se trata sólo de gobernar, de tomar decisiones, sino de conquistar el poder. Y al tener el poder, este debe ser distribuido entre la sociedad. Cuando el gobierno lo controla todo, la estrategia está fallando.

SEMANA: ¿Cuáles son los mejores ejemplos de gobiernos de izquierda?

G.P.: Lula parece ser un buen ejemplo de un gobierno que comprende los problemas de la gente y les da soluciones importantes. Un mal ejemplo de gobierno de izquierda es Cuba, porque es una izquierda conservadora que no es responsable con su pueblo.

SEMANA: En América Latina parece que asistimos también al resurgir del populismo...

G.P.: El populismo no es una manera aceptable de introducir la democracia. Puede ser una etapa en el desarrollo de un país, pero no un camino duradero. En Venezuela, por ejemplo, el populismo de Chávez es producto del fracaso de los dos partidos dominantes. Pero será sin duda una expresión transitoria. Una sociedad necesita crear instituciones.

SEMANA: La lucha contra el terrorismo también divide a derechas e izquierdas. ¿Cuál tiene la razón?

G.P.: El terrorismo es un peligro para todos, no sólo para los ricos ni para los capitalistas o para Estados Unidos. El terrorismo es un desafío a los pueblos y los ciudadanos. Es una gran amenaza y aunque al final no ganara les crea grandes problemas a las democracias por cuanto reduce sus espacios de participación, de la vida privada. El terrorismo debe ser derrotado de manera definitiva.

SEMANA: ¿ En eso entonces están de acuerdo derecha e izquierda?

G.P.: Sí, pero se diferencian en las herramientas que deben ser utilizadas contra el terrorismo. Los gobiernos no deben usar una represión sin controles.

SEMANA: Cuando las izquierdas del mundo están en la lucha democrática ¿cómo explica que subsistan guerrillas como las nuestras?

G.P.: Hay razones políticas que explican la violencia, pero existe la necesidad política de derrotarla. No porque ésta sea necesariamente una expresión del pasado -la violencia puede ser algo del futuro también- sino porque no es una solución. Es más bien una degeneración de quien acude a ella, sea de la izquierda o de la derecha. Los conflictos deben ser resueltos por canales democráticos, sin duda.

SEMANA:¿El futuro político del mundo tiende más a la izquierda o la derecha?

G.P.: Sólo la izquierda puede garantizar el control del proceso de la globalización. Es decir, ponerle reglas. En ese reto no tendrá que enfrentarse tanto a la derecha como al fundamentalismo religioso. Ese es el verdadero desafío del mundo moderno.