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SORPRESAS TE DA LA VIDA

Después de estar en la cuerda floja, Carlos Arturo Marulanda pasa a ser ministro fenómeno en menos de dos meses.

26 de septiembre de 1988

Se requirió casi un milagro para que Carlos Arturo Marulanda no cayera del Ministerio de Desarrollo en el primer mes de su gestión. Los escándalos desatados en su contra en el momento de su posesión eran tan fuertes que parecía imperativo que el Presidente de la República le pidiera su renuncia. Sin embargo, como días antes se le habían caído dos ministros de Justicia, Luis Guillermo Giraldo y Jaime Bernal Cuéllar, el gobierno quedaría en ridículo si permitia que esta dupleta se convirtiera en una tripleta con la entrega de la cabeza de Marulanda. Por eso contra viento y marea y en todo caso contra la opinión pública, Barco mantuvo en su cargo a su nuevo mindesarrollo, quien había sido acusado, ni más ni menos, que de falsificación y estafa contra el fisco nacional y de contrabando de reses hacia Venezuela. Las acusaciones eran exageradas y cargadas de cierta saña, pero el hecho fue que dejaron la sensación de que el Ministerio de Desarrollo, por ahora, no jugaría un papel importante, pues parecía haber quedado en manos de un aventurero intrigante.
Ahora, para sorpresa de todos, ha resultado que el hombre es un fenómeno. En escasos dos meses de su nombramiento, la mayoría de los comentarios que se oyen de las personas que han tratado al ministro, son altamente elogiosos. Y esto incluye, además de sus subalternos, los gremios colegas de gabinete y hasta de adversarios. Entiende todo al vuelo, conoce la letra menuda de la economía y decide de una, es la impresión general. "Es un berraco. En menos de 24 horas contesta si o no. Y a uno no le importa tanto que le digan que no, con tal de que se lo digan rápido" dice el presidente de la ANDI Fabio Echeverry al destacar la capacidad de decisión del ministro. Esta apreciación es corroborada por Juan Alfredo Pinto, presidente de Acopi, quien afirma: "El éxito del ministro de Desarrollo, es que en un gobierno donde la confirmación de las decisiones avanza tan lentamente, el hecho de que él las tome, tiene que ser descrestante".
En lo que se refiere a sus conocimientos, sus credenciales académicas parecían chimbas. Que un ganadero y terrateniente del Cesar, se presentara como master en Administración y Negocios de Harvard y PhD en Economía de la Universidad de Cambrigde en Inglaterra, parecia un poco inflado. Pero el hecho es que el ministro ha demostrado que no sólo tiene la formación académica, que aparece en su hoja de vida, sino que posee un inmenso sentido práctico. Jorge Mendez Munevar, presidente de Fedemetal afirma: "Aunque no estoy de acuerdo con él en algunas cosas, lo que sí sentimos en el gremio es que tenemos un interlocutor. Aunque su enfoque sea distinto, se ve que sabe de qué está hablando". Lo mas importante para uno de sus inmediatos colaboradores que no da el nombre para no pasar por lagarto es que "el ministro no se pone con pendejadas. Yo he trabajado con por lo menos 10 ministros en 10 años, pero casi todos se quedan en la fórmula de que cada cosa tiene un problema, y éste actúa bajo la norma de que cada cosa tiene una solución".
Pero existen otros dos factores que de una u otra manera le han servido a Marulanda en su consolidación como ministro ejecutivo: su cancha parlamentaria y el haber sido durante muchos años un hombre de negocios. La forma en que se han resuelto asuntos como el de Sofasa, Cerromatoso y el de Papelcol, reflejan una capacidad negociadora y un olfato que sólo se lo puede atribuir a su experiencia en estos dos campos.
Un rápido estudio sobre la venta de las acciones del IFI en Sofasa, lo llevaron a la conclusión de que su antecesor Fuad Char había logrado sentar las bases para que el asunto fuera solucionado con un buen desenlace. Solo faltaba que su sucesor se decidiera a hacerlo. En el caso de Cerromatoso, el haber observado las tendencias de mercado de ferroniquel en el mundo lo llevó a tomar la decisión de que una empresa que produce 42 mil millones de pesos en pérdidas en siete años había que refinanciarla y rápido. Consiguió 256 millones de dólares para Cerromatoso y se espera que con la subida de precio del ferroníquel a casi un 300% las cosas comiencen a cambiar en esta empresa. En el problema de Papelcol, a pesar de que es consciente de que va a tener mucho debate, encontró una fórmula que consiste no en rescatar la empresa, sino en rescatar el proyecto industrial papelero de Caloto, Cauca.
Toda esta supereficiencia no está desprovista de riesgos ni de algunas críticas. Estas serían en el sentido de que Marulanda ante todo es una "aplanadora y un jodido" y esto, aunque descresta a corto plazo, ,habría que ver qué produce a largo plazo. "Cuando se decide todo en un día los antecesores no quedan muy bien parados, pero créame que en asuntos tan importantes, sino se habian tomado decisiones era porque estaban en juego muchas cosas", afirmó a SEMANA uno de los pocos escépticos que esta revista pudo encontrar sobre Mindesarrollo. A este respecto Carlos Arturo Marulanda afirma: "No basta con conocer y entender, hay que asumir el riesgo de tomar decisiones. Para eso le pagan a uno aqui. El ministro es el único que no puede tener miedo. Pero sobre todo. el problema es de ritmo".
En todo caso lo que nadie puede negar es que el ministro no tiene problemas de ritmo y que ha resultado palo. Tal vez el factor sorpresa ha contribuido al boom Marulanda. En el caso de sus antecesores, de Merino no se esperaba nada y no hubo nada, de Fuad Char se esperaba mucho y hubo mucho. De Marulanda no se esperaba nada y se está viendo mucho. Habrá que ver si es demasiado.