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Este es un pasaporte hallado de uno de los ciudadanos estadounidenses que asistieron a la fiesta de 'Fritanga'.

NARCOTRÁFICO

"Soy policía de Estados Unidos"

¿Qué hacían siete norteamericanos en la bacanal del narco 'Fritanga'? ¿Por qué algunos de ellos se identificaron como autoridades de ese país?

8 de julio de 2012

El tremendo guayabo por la bacanal del señalado narcotráficante Camilo Torres Martínez, alias ‘Fritanga’, sigue causando dolores de cabeza de consecuencias impredecibles. SEMANA revela un hecho sorprendente: siete de las personas que estaban en la excéntrica celebración son ciudadanos estadounidenses. Ante la pregunta de los agentes colombianos de quiénes eran, tres de ellos respondieron que eran policías de Estados Unidos.

La escena quedó grabada en un video que SEMANA.COM publica en exclusiva. “Soy policía de Estados Unidos”, argumenta con nitidez uno de ellos, tal como se aprecia en este testimonio periodístico (Vea multimedia: “Soy policía de Estados Unidos”).

En las imágenes, además, pueden apreciarse los pasaportes estadounidenses de las siete personas que estaban en la fiesta de la isla La Múcura, cerca de Cartagena, y en la que se realizó el operativo para capturar a ‘Fritanga’, quien tiene un pedido de extradición de ese país que lo sindica de tráfico de drogas. (Vea artículo La fiesta de ‘Fritanga’ y la isla de la fantasía).

Se trata de los ciudadanos José Enrique Vives Torres, de Puerto Rico; John Rodríguez, de Nueva York; Luis Junior Velazquez Acosta, de Puerto Rico, Frabián Eli Carrión Barreto, de Puerto Rico; José Iván Díaz, de Puerto Rico; Edwin Javier Márquez Mercado, de Pennsylvania; y Samuel, de Puerto Rico (Vea la galería fotográfica con los pasaportes).

SEMANA tuvo acceso al más completo archivo de fotos y videos de la megafiesta y el operativo policial. (Vea la galería fotográfica Los invitados a la fiesta de ‘Fritanga’). En las imágenes se aprecia a algunos de los extranjeros en la parranda. Aunque no bailan, sino que permanecen vigilantes en la tarima en varios de los espectáculos que duraron una semana.

Las preguntas que surgen en torno a su presencia son varias: ¿qué hacían en la boda de un narcotraficante colombiano siete estadounidenses?, ¿a qué se dedican en su país?, ¿quién los llevó hasta la isla que a propósito es reclamada por Salvatore Mancuso, también sindicado de narcotráfico, extraditado a Estados Unidos y hoy en una cárcel de allá?, ¿por qué algunos de ellos dicen que son policías de Estados Unidos?, ¿acaso es así?, o, ¿mienten con la gravedad que implica suplantar a una autoridad de ese país?

No estaba muerto, estaba de parranda

Aunque hasta el día que trascendió su captura, el alias de ‘Fritanga’ era más bien desconocido para la mayoría de los colombianos, se trata de uno de los hombres con mayor ascendencia en el negocio del narcotráfico en Colombia.

De hecho, la Drug Enforcement Administration (D.E.A.) tiene en su poder un voluminoso expediente en el que se concluye que Torres Martínez es el segundo capo en la estructura narcotraficante de ‘Los Urabeños’, luego de Henry de Jesús López, alias ‘Mi sangre’.

Para la agencia antidrogas de Estados Unidos, ‘Fritanga’ podría estar controlando el envío de cocaína en lanchas rápidas desde Carepa, Chigorodó, San Pedro y Necoclí en el Urabá antioqueño; y Riosucio y Acandí, en Chocó. Por estas actividades es la solicitud de extradición.

‘Fritanga’ se destaca también por el contraste entre su juventud y su inmenso poder: tiene 37 años. Nació en Unguía, Chocó, y se sabe que al cumplir la mayoría de edad, ingresó al bloque ‘Centauros’, uno de los más sangrientos de los paramilitares. En esta estructura armada se ganó la confianza de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’. Para los investigadores, este barón de la droga es su ejemplo a imitar. Tan es así que no dudó un instante cuando decidió marginarse del proceso de desmovilización de los paramilitares y lo acompañó en la conformación de su banda criminal, una de las más activas en el ilícito negocio de la droga.

Agentes que siguen el caso creen que con la extradición de ‘Don Mario’, ‘Fritanga’ se hizo aún más fuerte. Se metió de lleno en el mundo criminal y se alejó de cualquier actividad legal. Fue capturado y en junio del 2009 recuperó su libertad. Salió de la cárcel de La Picota por orden del juez Luis Eduardo Beltrán Farías.

Desde entonces dio un salto hacia la absoluta clandestinidad. Ordenó a sus hombres poner en marcha un plan que incluía su propia muerte con certificados de defunción, partes médicos y registros notariales. Legalmente su deceso fue el 2 de diciembre del 2010. Hoy por estos hechos se investigan a varias instituciones oficiales con el fin de establecer cómo logró darse por fallecido.

Sin embargo, no estaba muerto. Estaba de parranda. Para la Dijin, sorprende que haya decidido salir así a la luz: en una megafiesta y en una isla que también tiene un historial de sangre y violencia, todo salpicado por los narcotraficantes y los paramilitares.

Hasta allí llegó él con su pareja, Diana Lucía Salazar, para celebrar una boda temática en la que cada día había diversas presentaciones, con una decena de orquestas, lanchas incluidas para bloquear el acceso y dos centenares de invitados. Y en este escenario, siete estadounidenses cuyo paradero hoy es desconocido y su presencia seguro será materia de investigación, tanto en Estados Unidos como en Colombia.

Entre tanto, ‘Fritanga’ será extraditado a Estados Unidos, país que dice ser inflexible en la lucha contra las drogas.