Suicidio de menor de 13 años genera conmoción en Soledad, Atlántico

En las últimas horas en el municipio de Soledad, departamento de Atlántico, un menor identificado como Jairo Enrique Lamadrid Escobar, de 13 años, decidió quitarse la vida en su vivienda ubicada en la calle 52 No. 1G-22 del barrio Ciudad Paraíso.

La madre del menor, de nombre Nidis Tarcila Escobar Ruíz, manifestó al medio regional La Libertad no entender por qué su hijo decidió acabar con su vida, utilizando una sábana para colgarse en el patio de su casa.

Entre tanto, Carlos Arriera, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Ciudad Paraíso, dijo estar preocupado por ese hecho, pues todo parece indicar que la salud mental de los niños de ese municipio debe ser evaluada por profesionales de la salud, ya que no es el primer caso que se presenta.

“Nos tiene bastante conmovidos la verdad, es que estamos... No sabemos responder qué está pasando con nuestros niños, este no es el primer caso. Hemos tenido varios casos en el municipio de Soledad, es impresionante en especial para el barrio Ciudad Paraíso, uno de los más grandes del municipio”, dijo Arriera al medio digital Tu Barco.

Ahora, los ciudadanos del barrio Ciudad Paraíso también le han solicitado a las entidades correspondientes hacer seguimiento a la salud mental de los menores.

“Necesitamos que se invierta psicológicamente en estos niños, desde los docentes en los colegios o para que les den una charla psicológica, y así no tomen esta determinación. Le estamos pidiendo a todos los organismos como al Bienestar Familiar (ICBF), al gobierno municipal y también departamental, buscar la manera de tener recursos para capacitar a estos menores para que no se hagan daño, porque esto es muy lastimoso”, agregó el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Ciudad Paraíso.

Otra tragedia en el barrio Ciudad Paraíso de Soledad

Hasta finales del año pasado Yonaikel José España Utrera (19 años) y David Moisés Campillo Yudex (29 años) eran buenos amigos y trabajaban juntos en el negocio de este último. Pero una extraña situación que ahora investigan las autoridades parece que alteró la relación entre los dos hombres.

Las nuevas circunstancias tuvieron un desenlace fatal el martes 2 de febrero, cuando Campillo Yudex llegó hasta la casa familiar de España y, en hechos que aún están por esclarecerse, le propinó tres disparos, uno en la parte posterior de la cabeza, uno en el pómulo izquierdo y otro muy cerca de un ojo, según el reporte de las autoridades.

Luego de dar unos pocos pasos y comprobar que había matado a su amigo, cuyo cuerpo quedó en el corredor de la entrada, Campillo se disparó en la cabeza, por lo que también murió de forma instantánea en la salida de la casa.

Los hechos ocurrieron en una vivienda de la calle 54 con carrera 1B, del barrio Ciudad Paraíso, en el municipio de Soledad, en el área metropolitana de Barranquilla y aunque Yonaikel fue trasladado hasta la clínica Adela de Char, los médicos reportaron que llegó sin vida al centro asistencial.

Minutos antes de cometer el crimen y suicidarse, Campillo Yudex se detuvo en la tienda de la esquina de la cuadra, donde según testigos, se fumó un cigarrillo y se tomó una gaseosa. Al parecer el hombre estaba esperando que su víctima quedara sola en la casa familiar.

Las primeras declaraciones de los familiares del victimario señalaron que España disparó contra su amigo, porque había descubierto que este sostenía una relación amorosa con su mujer, es decir que la tragedia habría sido motivada por un caso de infidelidad.

Pero la mañana del miércoles 3 de febrero, Edinson España, el papá de la víctima, contó que la causa del ataque sería porque su hijo se negó a aceptar una extraña propuesta que le había hecho Campilllo a Yonaikel.

El hombre sostenía que este le habría pedido, en noviembre del año pasado, que “sostuviera relaciones sexuales con su mujer, para así tener un motivo real para echarla de la casa que compartían sin darle nada de lo que le correspondía”.

“No aceptó y a raíz de eso lo sacó del negocio”, contó Edinson España, en declaraciones a la página local zonacero.info. El negocio al que se refiere es una pequeña comercializadora de bollos o envueltos típicos de la región, que Campillo tenía y en la que Yonaikel se había convertido en su mano derecha, porque se encargaba de las rutas de distribución de los productos.

Sin embargo, cuenta el entristecido padre que Campillo venía proponiéndole a su hijo que se reintegrara al negocio, a través de insistentes llamadas y mensajes de WhatsApp.

“Yo le dije que no aceptara porque según los mensajes que pude leer todo parecía una trampa, porque mi hijo quería colaborarle a reactivar el negocio que se había caído, porque ahora lo administraba otro familiar de Campillo”, relató el padre, quien cree que la conclusión a la que se puede llegar es que “lo mató por celos”.