Supersalud toma medidas frente a crisis de la salud en La Guajira

La atención en salud en La Guajira pareciera no funcionar. Los titulares sobre fallecimientos de indígenas wayúu cada vez son más recurrentes. Y es que a las dramáticas historias de personas con graves problemas de desnutrición, que se derivan de las deplorables condiciones en las que viven, se suman las vidas de esas personas que –por más que intentaron sobrevivir- no lograron una atención oportuna por parte de sus EPS.

Ante esa constante situación, Semana.com conoció que la Superintendencia Nacional de Salud decidió intervenir y verificar cómo es el servicio que están prestando las EPS en La Guajira, pues es preocupante que existan 19 Entidades Promotoras de Salud en el departamento y aun así las quejas por el mal servicio sean pan de cada día.

Por eso, la Supersalud realizó visitas el pasado mes de abril, en especial, a los municipios de Riohacha, Manaure, Maicao y Uribia, con el objetivo de realizar un diagnóstico al sector salud, para saber –entre otros- cómo se están manejando los recursos. El objetivo es proteger el derecho de los usuarios.

Y es que casi nadie entiende cómo existiendo tantas EPS en La Guajira, que atienden a más de 868.000 personas (más del 90 % de la población de todo el departamento), la atención en salud parezca casi nula y las quejas por prestación del servicio no se detengan.

Es así como, con base en lo encontrado, la Supersalud tomará la decisión de hacer una salida forzosa de, mínimo, siete EPS de este departamento. Así lo revelaron fuentes de la entidad a Semana.com.

La decisión no surge porque sí. De acuerdo con información de la misma Supersalud, existen EPS que tienen muy pocos afiliados, como Cruz Blanca, que cuenta 19 en todo el departamento; Famisanar Ltda, que tiene 22; EPS Sanitas S.A., que aparece con 66; o como Servicio Occidental de Salud  S.A., que cuenta con una sola persona afiliada.

Además de eso, hay entidades como la Asociación Indígena del Cauca, que tiene su sede y su nicho en un departamento que está a más de 1.500 kilómetros de distancia de La Guajira, pero aun así hace presencia allá.

A estos aspectos, se les suma que hay muchas EPS de este departamento que no cuentan con centros de atención al usuario, ni rutas de atención para menores en estado de desnutrición, entre otros. “Entre más EPS se diluye la responsabilidad que tienen”, explicó una fuente de la autoridad a este portal.

Por todas estas inconsistencias y el preocupante panorama de la salud en esa región, solo quedarán dos Entidades Promotoras de Salud indígenas funcionando: Anaswayuu y la Asociación Indígena del Cesar y La Guajira Dusakawi-Cm, que cuentan con un poco más de 245.000 afiliados. Las demás que pasarán la prueba están por conocerse.

Por ahora, se está a la espera de que la Superintendencia siga tomando decisiones y deje claras las obligaciones de las EPS y de las entidades territoriales en el plan que busca reducir la mortalidad infantil evitable por desnutrición. Tal vez sea la única manera de detener la dramática situación que viven los niños y niñas menores de cinco años en esta región del país.