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| Foto: Fotomontaje SEMANA

EE.UU

Una prórroga para el caso de James Terry Watson

El juicio contra los taxistas extraditados por el homicidio del agente de la DEA se iniciará el 12 de enero del 2015.

16 de julio de 2014

Los siete colombianos implicados en la muerte del agente de la DEA James Terry Watson, quien falleció el junio del 2013 víctima de un paseo millonario, se declararon inocentes ante un juez de la Corte de Virginia. 

Después de casi cuatro meses desde cuando la Corte Suprema dio vía libre para su extradición y después de varias audiencias, este miércoles se conoció que los taxistas solicitaron la presencia de un jurado civil durante el juicio que enfrentarán desde el 12 de enero. 

Durante la audiencia las autoridades coincidieron en la complejidad de los hechos, pues gran parte del material probatorio se encuentra en otro idioma, además de que los hechos ocurrieron en Colombia. 

Así mismo, la Fiscalía estadounidense retiró dos cargos que se les imputaban a los colombianos debido a que los delitos no se encontraban contemplados en la autorización presentada por el Gobierno cuando aprobó su extradición. 

En el tiempo que resta para que se defina su situación judicial todo puede pasar. Hay quienes dicen que en este lapso podrían llegar a un acuerdo de colaboración para buscar rebajas en la pena. 

Los responsables del asesinato permanecerán recluidos en Alexandria. Edwin Gerardo Figueroa Sepúlveda, Ómar Fabián Valdez, Édgar Javier Bello Murillo, Héctor Leonardo López, Julio Steven Gracia Ramírez, Andrés Álvaro Oviedo y Osvaldo Rodríguez siguen en manos de un juez de una Corte del estado de Virginia donde se les imputan varios delitos, entre ellos el de homocidio de persona protegida internacionalmente. 

La justicia estadounidense los requería desde julio del 2013 por haber participado en el asesinato del agente de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) James Terry Watson.

Todos, excepto Andrés Álvaro Oviedo, fueron acusados de dos cargos de asesinato en segundo grado, un cargo de secuestro y un cargo de conspiración para secuestrar a un individuo.