Terrorismo en Popayán: se robaron 52 armas de fuego y todos los expedientes de violaciones de menores en el Cauca

El ataque terrorista contra la sede de la Fiscalía deja, definitivamente, un saldo trágico. Durante horas, delincuentes atacaron la URI, Medicina Legal y hasta las sedes para atender las denuncias de violencia intrafamiliar en ese departamento. Después de prender fuego, los delincuentes se robaron 52 armas de fuego que permanecían protegidas, entre ellas 15 fusiles Galil.

Lo más grave de todo es que hoy las autoridades descubrieron que los terroristas se robaron todas las grabaciones de los testimonios de menores violados y cuyos procesos avanzaban en esa sede de la Fiscalía, desde el 2005. Esa es una pérdida irreparable y tiene unas consecuencias lamentables, pues significa que centenares de investigaciones por violencia sexual contra niños y niñas pueden terminar en la impunidad.

La turba quemó siete vehículos que servían a todo el departamento. Las camionetas usadas para recoger cadáveres quedaron reducidas a cenizas, al igual que las motos. Se llevaron computadores y televisores, e incluso, en Medicina Legal intentaron, en medio de la ola violenta, llevarse cadáveres descompuestos que permanecían aún en dicho lugar a la espera de ser entregados a sus familiares.

Uno de los funcionarios de esa sede judicial, cuando vio los destrozos, solo exclamó: “Es como si hubieran pasado zombies y lo hubieran arrasado todo”. Las pérdidas podrían ascender a por lo menos 20.000 millones de pesos.

La pregunta es por qué razón las autoridades no pudieron contener a los terroristas que, como Pedro por su casa, se tomaron a Popayán, aterrorizando a todos los ciudadanos.