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La escena refleja el pánico que vive Neiva: ocurrió el sábado 3 de marzo, cuando los 10 escoltas de la Alcaldesa de Neiva la sacan corriendo luego de que un carro parqueado en una esquina comenzó a echar humo. Fue una falsa alarma

SEGURIDAD

Tiempos calientes

Un ambiente de temor ronda en Huila tras los atentados de las Farc. ¿Qué busca la guerrilla con estas acciones? SEMANA visitó el convulsionado departamento.

10 de marzo de 2007

La mataron por equivocación. Claudia Fierro era una universitaria de Campoalegre que, como muchas jovencitas, aspiraba a ser profesional para trabajar como administradora de empresas en una ciudad. Ese error de dos sicarios que le dispararon el pasado lunes 5 de marzo le dolió en el alma a su novio, Milton Gerardo Cortés, un concejal del municipio que sabía que las Farc querían matarlo a él. No a ella.

Claudia es la víctima más reciente de una cadena de violencia en Huila durante las últimas semanas y que al entrar marzo ha vivido sus días más dolorosos. Primero fue el atentado contra la alcaldesa de Neiva, Cielo González, quien salió ilesa de un carro bomba frente a una emisora del municipio. Tres días después, otro artefacto en la misma calle les estalló en las manos a cuatro policías antiexplosivos (entre ellos al director de la Sijín en Neiva) que iban a desactivarlo. Era la madrugada del sábado 3 de marzo.

El pánico se apoderó de la capital huilense. El presidente Álvaro Uribe ordenó ir tras los culpables. Para él, se trata de la columna 'Teófilo Forero' de las Farc. Por eso ordenó el traslado de 350 policías, militares y unidades del DAS que, con la Fiscalía, tienen la misión de encontrar a unos 80 milicianos de unidad elite de la guerrilla.

Desde ese momento tres helicópteros del Ejército sobrevuelan la ciudad varias veces al día. Por las calles se ve a los policías con chalecos fluorescentes, quienes requisan locales comerciales, revisan la mercancía de los vendedores ambulantes, los carros y los buses de servicio público, en las entradas a la ciudad, y a los estacionados sospechosamente. El aumento de seguridad refleja el alto riesgo que aquí se vive, pues son contadas las ocasiones en que Neiva haya sido blindada tan herméticamente.

¿Por qué la saña contra Huila? La primera razón la podría dar la historia. Febrero ha sido el mes predilecto de las Farc para hacer daño: el 20 de febrero de 2002 secuestraron al senador huilense Jorge Gechem Turbay en una avioneta de Aires. El 14 de febrero de 2003, una casa del barrio Villa Magdalena estalló cerca del aeropuerto de Neiva, horas antes de la llegada del Presidente a la ciudad. Al año siguiente, el 24, secuestraron a cuatro personas en los condominios Altos de Manzanillo y Casablanca. Y a finales de febrero de 2006 mataron a nueve concejales del municipio de Rivera. Los hechos coinciden con la creación, en febrero de 1995, de la columna 'Teófilo Forero Castro' al mando de alias 'El Paisa', por quien el gobierno ofrece cinco millones de dólares de recompensa.

Otra posibilidad es que para algunos la Alcaldesa representa la política de seguridad democrática en Huila, un departamento rodeado por guerras intensas en Cauca, Caquetá y Meta. Durante su administración, Cielo González se ha salvado de atentados en 2003, uno frustrado el pasado diciembre -tras la captura de un sargento del Ejército que con seis milicianos de la guerrilla planeaba matarla- y el de hace dos semanas. Acabar con la vida del concejal Cortés también sería golpear la gobernabilidad, tal como ocurrió con los integrantes del Concejo de Rivera. El cerebro del plan sería alias 'Hernán', al que le fue interceptada una llamada telefónica desde el municipio de Algeciras, y quien el sábado en la tarde celebraba la muerte de los uniformados.

También cabe la posibilidad, por otro lado, de que las Farc estén comenzando su campaña contra las elecciones y en ese sentido, el caso de Neiva no sería un hecho aislado. De acuerdo con la Federación Colombiana de Municipios, hay 171 alcaldes amenazados en 24 departamentos cuyo orden público corre peligro para los comicios de este 28 de octubre. Los atentados contra la alcaldesa González y el concejal Cortés serían un claro y temprano mensaje de boicoteo para amedrentar a los aspirantes en las zonas más vulnerables.

Por último, hay hipótesis menos comprobables pero muy sonadas que comprometen el escenario político de Neiva. Fuera de la ciudad, Cielo González es símbolo de valentía y representa una nueva generación que quiere modernizar a Huila. Pero dentro se dice que algunos funcionarios que la rodean son corruptos, hicieron campaña a favor de su hermano el senador Carlos Julio González y le deben favores a las Farc que no han sido pagados. Ella lo ha negado hasta el cansancio: "Nunca he hecho acuerdos con las Farc y no tengo por qué rendirles cuentas a las Farc", le dijo a SEMANA.

Huila ha sido golpeada tres veces en menos de una semana. Una contabilidad de extrema gravedad porque sus acciones se han concentrado en núcleos urbanos vitales para el sur del país. No se trata de Arauca y Caquetá, en donde aún la guerrilla se mueve tranquila. Es decir, que el objetivo de las Farc podría ir más allá de asesinar a la Alcaldesa para mostrar que tras años de retaguardia por el acoso de la Fuerza Pública, ha decidido empezar a sacar la cabeza. Para eso han enviado a la Teófilo Forero, que se ha destacado por la dureza de sus acciones. La gente en Neiva sabe de su poder destructor y por eso anda con miedo.