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La tagua también se conoce como nuez de marfil y con ella se elaboran collares, vasijas y objetos decorativos, como el ajedrez más pequeño del mundo. | Foto: Jorge Serrato

TURISMO

Tinjacá, el municipio boyacense donde se moldea la ‘pepa’ mágica

Ubicado en la provincia de Alto Ricaurte, a 2.200 metros sobre el nivel del mar, este fue el primer lugar de América Latina donde se empezaron a elaborar artesanías a partir de la semilla de la palma de tagua.

20 de diciembre de 2018

Según el geógrafo Alexander von Humboldt, en Tinjacá, ubicado a 2.200 metros sobre el nivel del mar, se halla el mejor microclima de Colombia. Por eso es un escenario ideal para deportes de alta montaña. Aquí se practica senderismo, ciclomontañismo y parapentismo. De hecho, a finales de julio de este año se realizó la Segunda Copa Nacional de Parapente Accuracy, la cual contó con la Selección Colombia de este deporte y representantes de Canadá.

Además el municipio tiene institucionalizado el Convite Cuna Carranguera, en donde se reúnen los artistas más destacados de este género musical y brindan un espectáculo del folclor y expresión cultural de Boyacá. 

Pero no es lo único que ofrece esta población situada en la provincia de Alto Ricaurte, son muchos los atractivos para el turismo como, por ejemplo,  encantadoras posadas rurales, hoteles coloniales, una fábrica de mermeladas y artesanías.

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Los artesanos de la localidad procesan diversas materia primas, a partir de la lana elaboran cobijas, ruanas, bufandas, mochilas y bolsos. Con el fique fabrican capoteras, mochilas y cestería, y en esparto hacen canastas, coladeros, lámparas, fruteros, cubierteros y otros elementos decorativos.

Mención aparte merece la palma de tagua, su nuez pasa por un largo proceso de maduración. Solo después de un año de secado se obtiene el 97 por ciento de dureza suficiente para ser trabajada sin perder su consistencia. Bien vale la pena la espera, pues con este material se elaboran collares, aretes, vasijas, portarretratos y cucharones, entre otros.

Pero este no es el único secreto que se esconde en el municipio. Sus pobladores encontraron la proporción perfecta de maíz, harina, panela, mantequilla y leche para producir una de las arepas más ricas del país. Rellena completamente de queso y amasada a mano, el valor de la arepa tinjaqueños ha crecido en los últimos años. Así que si está de visita por esa población no puede dejar de probarla.

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De estas cualidades ya ha tomado nota el alcalde de Tinjacá, Félix Sierra: “Estamos orientando al municipio para que uno de los polos de desarrollo económico sea el turismo especializado. Preparamos a nuestros campesinos para consolidar un café autóctono y hoy estamos recogiendo las primeras cosechas”.

Además, Tinjacá cuenta con varios centros recreativos como Tunjacá, Ráquira Silvestre y El Cafetal. Suena tentador: el clima, la montaña, las artesanías, la tagua, la arepa tinjaqueños, así que prepárese para el viaje.