¿TIROFIJO AL SENADO?
Constitución de un frente amplio electoral, en la mira de la izquierda.
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¿Tirofijo al Senado?, ¿Ivan Marino a la Cámara? No exactamente, o al menos no todavía. Pero se trata de una posibilidad que parece estar comenzando a desbordar el marco de la ciencia ficción, dentro del cual se había mantenido hasta ahora. En efecto, la semana pasada, por encima de las denuncias de lado y lado sobre posibles violaciones a la tregua pactada, voceros de los grupos guerrilleros, de partidos de izquierda, sindicatos y agremiaciones populares, suscribieron un documento que, por lo pronto, revela que los llamados sectores "democráticos" se han puesto de acuerdo en algo: el respaldo a la apertura democrática y al gran diálogo nacional y, en cierto modo, la decisión a largo plazo de convertirse en una fuerza política que entre a participar en el juego electoral.
En una rueda de prensa celebrada el jueves en el CPB, el documento fue entregado a los periodistas, y representantes del M-19, del EPL, del ADO, del Partido Comunista, del Partido Socialista Revolucionario y de otras agrupaciones de izquierda que dijeron que "aunque este documento no implica la constitución de un nuevo Frente Amplio, se trata de un paso adelante en el cual nos hemos puesto de acuerdo sobre una acción conjunta en la promoción del diálogo nacional y del proceso de apertura". El sólo hecho de que se mencione la expresión "Frente Amplio", sumado a la noticia dada a conocer a principios de la semana sobre conversaciones del secretario general del PC, Gilberto Vieira con las FARC, el M-19 y el EPL, indican que la izquierda, política y militar, está barajando esa posibilidad.
El consenso alrededor del diálogo nacional significa algo mas que un simple acuerdo sobre respaldar lo pactado con el gobierno. La tesis del diálogo había sido expuesta desde un principio por el M-19. De hecho, desde comienzos de este año, se había convertido en la gran bandera de esta agrupación guerrillera. El respaldo que hoy le dan los demás grupos, y en especial el que le estan dandó las FARC y el Partido Comunista, es en primer lugar ún triunfo para el M-19 y en segundo, la demostración de que se están evitando las tradicionales discusiones fraccionales que caracterizaban los contactos entre los distintos frentes de izquierda. Simplemente se ha aceptado que la tesis del M-19 es válida para todos y no sólo para ese movimiento guerrillero.
En todo caso se puede leer en el ambiente de estos contactos que esa línea que persigue el diálogo nacional, la apertura democrática y su conclusión lógica, la acción política y electoral, está triunfando. El M-19 está llevando a cabo labores políticas en distintos municipios del país todos los fines de semana. El EPL asegua que "las acusaciones que se nos están haciendo sobre reclutamiento de jóvenes no son ciertas, pues lo que en realidad estamos buscando es que se nos adhieran militantes y simpatizantes, no para la acción militar, sino para la acción política". Las FARC, por su parte, han venido hablando de este camino desde antes de la firma de los acuerdos de La Uribe.
Y si es verdad que se está comenzando a señalar un camino político para la izquierda, vale la pena preguntar, un poco en el terreno de las especulaciones, ¿dónde pueden tener fuerza electoral estos grupos? La primera idea es que deben resultar fuertes allí donde han operado militarmente, Valga decir el Magdalena Medio, el Caquetá, el Huila, parte del Cauca y del Valle, asi como en zonas rurales de Antioquia, Córdoba y Santander. Pero de seguro esta fuerza crecería, en particular en las grandes capitales, si la vía electoral fuera tomada por un Frente Amplio de la izquierda unida. Para continuar especulando, también sería bueno preguntarse con qué candidatos irían estos grupos a unas elecciones. Sin duda utilizarían a aquellos que ya han actuado con éxito, como los parlamentarios Gerardo Molina de Firmes y Gilberto Vieira del PC, en cuanto a los "partidos tradicionales" de izquierda. Así mismo podrían buscar el favor electoral algunos recién consagrados a las corporaciones públicas, como el ex guerrillero Ricardo Lara, del Frente Amplio del Magdalena Medio o el diputado que el Movimiento Camilo Torres logró elegir en la Asamblea de Cundinamarca. Pero, según algunos dirigentes consultados por SEMANA, es posible que se conviertan en cabezas de lista aquellos líderes guerrilleros (que para entonces serían ex guerrilleros) que han gozado de bastante "pantalla" a lo largo del proceso de paz. Personajes que han tenido buena acogida como Antonio Navarro Wolf o el propio Tirofijo, por su signifcado simbólico.
En fin, en ese campo, la cosa no sería muy difícil, al contrario de lo que seguramente sucedería a la hora de designar un candidato único a la Presidencia de la República. Después de los fracasos de años anteriores en los intentos de unidad, el tema del candidato único se ha vuelto un verdadero tabú. Está demostrado que los dirigentes políticos de la izquierda no logran ponerse de acuerdo sobre esto, pero las consultas hechas por SEMANA permiten pensar que, entre quienes promovieron los contactos para la redacción del documento dado a conocer la semana pasada, muchos creen que la presencia de dirigentes guerrilleros, más pragmáticos que los políticos, puede contribuir a limar las viejas asperezas. Después de todo los dirigentes guerrilleros, si se deciden a abandonar la lucha militar, no lo van a hacer para que los masacren electoralmente por culpa del grupismo.