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En abril de 2011 SEMANA reveló las primeras irregularidades en Tolemaida, que incluían todo tipo de excentricidades y abusos. Unos meses después una comisión especial ordenada por el entonces ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, de la cual hizo parte el propio Ejército, ratificó y confirmó las denuncias.

ESCÁNDALO

Tolemaida: El final de la novela

Después de varias décadas funcionando, y tras protagonizar graves escándalos en los últimos años, la cárcel militar del fuerte de Tolemaida llegó a su fin.

17 de enero de 2015

Uno de los episodios que más dolores de cabeza le causaron al Ejército en los últimos años llegó a su fin el jueves 15 de enero. Ese día se cerró la tristemente célebre cárcel militar que durante varias décadas funcionó dentro del fuerte de Tolemaida. Con absoluta discreción, a lo largo del día varios vuelos partieron desde el complejo en Nilo, Cundinamarca, rumbo a Bello, Antioquia. En varios grupos transportaron a 192 uniformados detenidos en ese centro de reclusión militar (CRM). Se trató del último contingente del total de 345 que estaban recluidos allí.

El comandante del Ejército, general Jaime Alfonso Lasprilla, afirmó en días pasados en una rueda de prensa que el cierre del penal militar estaba previsto en un principio para el 15 de diciembre del año pasado y que como un gesto humanitario se aplazó para la segunda semana de enero. “Se les permitió a las familias del personal nuestro que se encuentra en la cárcel de Tolemaida, que pudieran estar con los suyos en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, se tomó esta decisión por obvias razones de humanidad”, afirmó.

Ese penal fue clausurado definitivamente como consecuencia de una serie de graves irregularidades durante los últimos cuatro años y reveladas en varios informes de SEMANA. Tras varios meses de investigación, en abril de 2011, esta revista publicó un informe titulado ‘Tolemaida Resort’, en el que documentó cómo uniformados condenados a más de 20 años de cárcel por delitos de lesa humanidad conocidos como falsos positivos, tenían lucrativos negocios privados, permanecían por fuera del penal e incluso se daban el lujo de irse de vacaciones a lugares como la isla de San Andrés. Cabañas con lujos y prebendas insólitas hicieron parte de esas denuncias que desataron un gran escándalo en su momento.

Inicialmente se intentó minimizar el asunto pero varios meses después una comisión especial del Ministerio de Defensa, del comando general de las Fuerzas Militares y del propio Ejército confirmó las denuncias de SEMANA y afirmó que en el CRM de Tolemaida existía “un desorden administrativo sin precedentes y un alto grado de corrupción”. En ese momento el Ejército anunció correctivos y se habló por primera vez de cerrar al centro de Tolemaida.

Dos años después, una nueva investigación de SEMANA publicada en abril de 2013 demostró que sin bien algunas cosas habían mejorado en el penal y se habían adoptado varios correctivos ordenados por la comisión del Ministerio de Defensa, aún persistían irregularidades. En un informe titulado ‘Tolemaida Tours’ se demostró que varios de los detenidos continuaban disfrutando de privilegios irregulares como, por ejemplo, el hecho de que varios de ellos permanecían por fuera del penal a pesar de estar condenados. SEMANA documentó varios casos de algunos de esos militares en centros vacacionales e incluso grabó de compras a varios en el centro de Bogotá como cualquier ciudadano. Como consecuencia de ese nuevo escándalo el Ejército aceleró la construcción del penal militar en Bello con capacidad para albergar 385 internos.

Si bien algunos han cuestionado la decisión de cerrar el penal e incluso lo han calificado como “un modelo de cárcel” la realidad fue muy diferente, y fue documentada de sobra por los propios informes del Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional. Varios de los reclusos que protagonizaron esos escándalos fueron trasladados a cárceles ordinarias como La Picota, un grupo de oficiales fue sancionado y algunos más, incluso, fueron destituidos por cuenta de esa serie de escándalos que el Ejército espera lleguen a su fin con la clausura de la cárcel de Tolemaida.