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Obras públicas

Tráfico capital

El caos que vive hoy Bogotá podría terminar a mediados del próximo año con unos proyectos de infraestructura nunca antes vistos. Pero, como siempre en Macondo, hay retrasos.

28 de noviembre de 2004

Las obras de las troncales de la fase II de TransMilenio tienen a los bogotanos divididos en dos grandes bandos: entre los que tratan de evitar los enormes trancones que se forman en el norte y los que luchan por escapar de los que se forman en el sur. En lo que están de acuerdo es en que la magnitud de las obras cambiará la apariencia y movilidad de la capital.

Desde el aire las obras se ven como una gran cicatriz que atraviesa la ciudad, y a los lados, los ríos de vehículos que tratan de buscar camino. Muchos de los que transitan la NQS-carrera 30, la Avenida Suba y la Autopista Sur se preguntan cuándo terminarán, y la respuesta puede ser muy bogotana: hay buenas y malas noticias.

Las buenas, que varios tramos, especialmente los de la NQS al norte, entre calles 26 y 92, están en más de la mitad y muy seguramente estará lista para junio del próximo año, siempre y cuando se solucione rápidamente la compra de los predios que hacen falta, especialmente entre las calles 68 y 80.

Allí, según el IDU, a septiembre había 27 casas y edificios por adquirir, de los cuales 15 están en proceso de expropiación. En todo el tramo norte de la carrera 30-NQS, que va de la calle 10 a la 92, hay 51 predios por comprar.

Por fortuna la extensión de la obra ha permitido que se trabaje en otros frentes mientras se soluciona la compra de predios, pero el IDU cree que, en caso de demora, los carriles de TransMilenio estarán a tiempo para mayo-junio, mientras que los vehiculares tardarían más, pues hay que construir algunas redes de servicios públicos.

Algunos críticos, como la Cámara Colombiana de la Infraestructura, dicen que todas las obras podrían retrasarse más de tres meses debido a los cambios que la administración Garzón ha hecho en la compra de predios.

Carlos Iván Gutiérrez, director del IDU, dice que si bien hay un cambio que busca adquirir los predios de una manera más concertada y tratando mitigar los efectos en las familias y personas perjudicadas, como el desplazamiento interno, los predios se siguen adquiriendo por las vías de siempre: negociación directa, por fallo judicial o por expropiación.

Para evitar que los 312 predios que aún falta adquirir en las troncales de la 30, Suba y Autopista Sur retracen las obras y dejen muelas que puedan afectar el flujo de los carros, la administración Garzón le solicitó al Consejo Superior de la Judicatura asignar jueces especiales dedicados exclusivamente a solucionar estos problemas.

"Con mucho sufrimiento y a pesar de las adversidades estamos dentro de los cronogramas de obras y avances en las troncales de Suba y los tramos en el norte de la NQS. En el tramo sur, especialmente entre la avenida Villavicencio y el Portal del Sur, hemos tenido problemas con la compra de predios y con la tala de unos 3.000 árboles que podrían generar retrasos de tres a cuatro meses", dijo Gutiérrez.

Las telarañas de puentes sobre la calle 92, autopista y NQS están muy avanzadas y sólo falta terminar el puente de tercer nivel que llevará los carros particulares desde el sur de la carrera 30 a la Autopista Norte.

Por su parte, las obras de la avenida Suba se van cumpliendo, salvo un tramo, y de seguir al ritmo que van estarán listas en julio.