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UN GENIO DEL MAL

QUE PUEDE HABER EN LA MENTE DE UN HOMBRE ODIADO

22 de julio de 1991

SI PABLO ESCOBAR NO ESTUVIERA VINCULAdo a un solo acto de violencia, sangre y muerte, aun así hubiera figurado en los libros de historia. No como un monstruo en los anales de la criminalidad, sino como un monstruo en la historia de los negocios. Aunque sus actividades han sido ilicitas, el imperio transnacional que montó alrededor de la exportación de cocaina, requiere mucho más que la decision de violar la ley, la malicia indigena o el tradicional talento empresarial de los paisas.
La organización que creó hacía necesaria la integración vertical y horizontal de multiples y diversas actividades. La cadena comenzaba con la compra de la hoja de coca en Bolivia y Peru, para llevarla luego a los laboratorios de las selvas colombianas con el fin de procesarla y refinarla. De ahí se pasaba a la exportación no solo hacia los Estados Unidos, sino hacia Europa y el Oriente. A todos estos lugaras llegaba de forma ilegal, lo que implicaba resolver problemas de transporte, seguros, bodegaje, distrihución y mercadeo.
La llegada del producto al mercado no era si no la mitad del proceso, porque después, con los bolsillos llenos de dólares, se iniciaha otra etapa no menos compleja: la de regresar una parte de los recursos como capital de trabajo para mantener el negocio y reinvertir el resto en los mercados financieros internacionales. Ante un negocio que mueve 100 mil millones de dólares al año, esto requería una operación de lavado de divisas que de por si desvelaria a cualquier avezado banquero internacional.
Haciendo abstracción del elemento de ilegalidad, la hazaña empresarial de Pablo Escohar con la cocaína es comparable con la de John D. Rockefeller con el petróleo a finales del siglo pasado. Cada uno descubrió, desarrolló y consolido, por todos los medios a su alcance, el casi monopolio de mejor negocio de su respectiva época. Este imperio mundial de la coca lo había edificado un