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UN MINISTRO EN CINTA

Pequeño escándalo por supuesta grabación de una charla privada del Ministro de Comunicaciones con empresarios del sector.

14 de agosto de 1995

YA NO PUEDE UNO SIquiera tomarse unos whiskys tranquilo". Esta frase del ministro de Comunicaciones Armando Benedetti, referida al episodio de la supuesta grabación hace un par de meses de unaconversación privada que sostuvo al final de un coctel en Cartagena, ha hecho carrera en estos días. En efecto, Benedetti fue sorprendido la semana pasada con esta historia sin precedentes, cuando fue enterado de que estaba circulando un documento (que algunos han bautizado "ayuda de memoria") que resume el supuesto contenido de la conversación que, 'a calzón quitao', sostuvieron en Cartagena en el marco del congreso de la Asociación Internacional de Radiodifusión -AIR- el Ministro, los presidentes de las cadenas de radio Caracol y RCN, Ricardo Alarcón y Ricardo Londoño, el presidente de Asomedios Saulo Arboleda, el director de la HJCK Alvaro Castaño y el ex gobernador de Bolívar Augusto Beltrán Pareja.
En el curso de la conversación, Benedetti respondió inquietudes de sus interlocutores sobre distintos temas y, al parecer, soltó la lengua. Según el documento anónimo, Benedetti habría hablado de la concesión de frecuencias de radio y de la adjudicación de canales de televisión, sobre la cual dijo que se la jugaría a "muerte" para que las tarifas de concesión fueran muy altas. Habría asegurado que "pasarán primero sobre mi cadáver" antes de lograr la privatización de los servicios de larga distancia que hoy presta monopólicamente Telecom y que el gobierno ha anunciado. También se habría referido en términos poco amables a Sergio Martínez, un amigo personal del presidente Ernesto Samper y quien dirige el Consejo Colombiano de Informática y Telecomunicaciones -CCIT-, gremio al que están afiliadas las empresas de valor agregado con las cuales el Ministro ha tenido reiterados conflictos. Así mismo, habría hablado en términos desobligantes de Guillermo Santos Calderón, especialista en temas informáticos y de telecomunicaciones y quien desde su columna de El Tiempo ha cuestionado repetidamente la gestión del Ministro.
La conversación giró después hacia la política. Al respecto, Benedetti habría dicho que cada uno de los aspirantes a la Presidencia de la República para el próximo período, a excepción de Andrés Pastrana, le ha ofrecido que lo acompañe como fórmula para la vicepresidencia.
Finalmente -y este es el punto sobre el cual más se ha hablado en diferentes círculos políticos de Bogotá- el Ministro habría procedido a calificar a algunos de sus colegas. Al canciller Rodrigo Pardo le habría puesto un cero por su supuesta falta de liderazgo y por los problemas internacionales con Estados Unidos, Venezuela y Nicaragua. A Horacio Serpa, de Gobierno, 3.5, pues a pesar de su ingenuidad lo considera leal con el Presidente y conocedor de su cartera. A Fernando Botero, 3, porque arrancó muy pantallero, pero es un hombre de buenas intenciones. Del ministro de Transporte Juan Gómez, Benedetti habría dicho que se merece un 1, pues el verdadero ministro, según él, es Rubiel Valencia. De Rodrigo Marín, de Desarrollo, habría asegurado que es leal, pero que no ha podido con el Pacto Social y le. habría dado un 2.5. Y de Néstor Humberto Martínez, de Justicia, a quien habría calificado también con 2.5, habría dicho que esa no es su cartera. La frase lapidaria la habría dicho con respecto al entonces ministro de Salud Alonso Gómez: según Benedetti, el Presidente ya le habría pagado sus favores nombrándolo.
SEMANA interrogó a algunos de los interlocutores del Ministro esa noche y pudo establecer que, con algunas salvedades y pequeñas diferencias de interpretación, coinciden en términos generales en que el documento es bastante cercano a la realidad de lo conversado en el coctel. "Por momentos -dijo una de las fuentes- parecería que nos grabaron la charla". Y aunque lo de la grabación es difícil de confirmar, lo cierto es que la tendencia en el muy chismográfico sector de los medios y las comunicaciones, es a creer que Benedetti dijo esa noche muchas de las cosas que le atribuye el anónimo, pues de todos es conocido su estilo franco de barranquillero y el gusto por los juegos de palabras y los ejercicios intelectuales arriesgados.
Sin embargo, y más allá del malestar que toda esta historia ha causado entre algunos de los colegas del Ministro, puede haber algo de injusticia en caerle a Benedetti por los comentarios que pudo haber hecho por cuenta de unos tragos y en un ambiente privado que consideró confiable. En charla con SEMANA el viernes pasado, Benedetti no quiso comentar el contenido del anónimo y se limitó a decir que esta historia "habla mal es de quien se ha encargado de montarla". Y es que para algunos, detrás de todo esto lo que hay es un complot para desprestigiar a un hombre que con el paso de los meses se ha convertido para Samper en mucho más que en su Ministro de Comunicaciones, pues sus tareas desbordaron desde hace rato el ámbito de su cartera. Por eso el primer mandatario, quien fue enterado la semana pasada de toda esta historia, decidió hacerla a un lado y conservar a Benedetti en el gabincte, recomendándole eso sí, según le confirmó a SEMANA un funcionario de la Casa de Nariño, que se cuide más de ahora en adelante de sus compañeros de tragos.