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Un negocio seguro

La Policía aplicó una revisión a fondo de sus pólizas que permitirá ahorros de 14.000 millones de pesos al año en los seguros de aviación y de vida.

28 de noviembre de 2004

Parece increíble, pero en un país que vive en guerra resulta más económico perder las aeronaves de combate que asegurarlas. Los últimos gobiernos han argumentado que si no tienen plata para comprar aviones, mucho menos para pagar las millonarias pólizas por accidentes.

Pero en el caso de la Policía Nacional, por exigencia del Plan Colombia es obligatorio asegurar las aeronaves de fumigación y la vida de los integrantes de la institución. Desde el atentado del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York, el valor de las pólizas subió a niveles exorbitantes, especialmente para los riesgos de aviación y vida. A ello se suma que en lo que va corrido del año han muerto 107 policías y otros 350 quedaron heridos en combate, lo que también afecta hacia arriba el valor de las primas.

Esa situación se veía agravada además por la inexistencia de una estrategia técnica para el manejo de las pólizas de seguro, para evitar cubrimientos dobles o innecesarios. Eso era lo que estaba pasando en la Policía Nacional hasta que el general Jorge Daniel Castro decidió tomar cartas en el asunto.

El general Castro tenía dos alternativas: pedir una asignación presupuestal por lo menos del doble del valor pagado durante 2003 o revisar minuciosamente las pólizas por las que se estaban pagando 30.000 millones de pesos al año. El oficial optó por la segunda fórmula. Contrató a unos asesores que no solo capacitaron a los responsables de las finanzas de la Policía en el negocio de los seguros, sino que descubrieron que en las últimas cuatro administraciones se pagó un sobrecosto de más de 14.000 millones de pesos anuales en pólizas. "Más que un problema de presupuesto, es la falta de conocimiento en materia de seguros, le dijo a SEMANA el general Castro. "Una firma privada nos abrió los ojos y ahora le vamos a ahorrar a la institución la escandalosa cifra que se estaba pagando de más en seguros".

Más allá de la asesoría, la firma Rueda y Barrera elaboró un estudio técnico sobre el manejo adecuado de la siniestralidad, la vulnerabilidad de los equipos y el riesgo que podía asumir la institución en caso de un siniestro. Además le explicó a la dirección de finanzas cómo se podían reducir los costos de las pólizas con el simple hecho de cumplir una disposición que contempla la ley de presupuesto: ". Cuando los estudios técnicos permitan establecer que determinados bienes no son asegurables o que el costo-beneficio es negativo, se podrá asumir el riesgo frente a estos bienes de no asegurarlos". Aunque la ley rige desde hace más de un año, la policía no había sido capacitada para aplicarla.

Pero poner en práctica la legislación le permitió a la Policía no solo eliminar los costosos intermediarios en seguros, sino ahorrar los 14.000 millones de pesos, aumentar de 23 a 68 el número de aeronaves aseguradas y pasar de 12 millones de pesos a 25 millones el valor asegurado para los casos de muerte por policía, incluido combate o ataques terroristas, todo con el mismo presupuesto de 2003.

En Colombia es muy raro que esto suceda en una entidad estatal. Por eso a partir de este ejemplo que dio la Policía es probable que el gobierno les exija a las Fuerzas Militares aprender más sobre el negocio de los seguros. Ninguna de las 350 aeronaves que poseen están amparadas contra accidentes ni acciones de guerra. Los únicos asegurados son los tres aviones de inteligencia que vigilan los oleoductos de Caño Limón-Coveñas y de Ocensa, un Beechcraft del Ejército y el Citation en el cual se moviliza el ministro de la Defensa.

Aparte de esta buena noticia, el general Castro sorprendió al Ministerio de Hacienda con algo también muy poco común en una entidad del Estado. Le ganó un pleito a La Previsora, que se vio obligada a reconocer la indemnización de un helicóptero destruido cuando cayó en zona de influencia guerrillera. "Este es el primer caso que se conoce de una demanda entre entidades del gobierno. Después de haber agotado todas las vías para un arreglo directo, demandamos a la compañía aseguradora y ahora nos tiene que pagar 700.000 dólares después de haber negado la reclamación en varias ocasiones", sostuvo el general Castro.