Home

Nación

Artículo

periodismo

Un oficio de palabra

Durante 10 años la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada por Gabriel García Márquez, se ha dedicado a promover el buen periodismo en América Latina.

12 de junio de 2005

La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano nació en un momento en el que el periodismo latinoamericano se encontraba en un estado delicado. Su fundador, Gabriel García Márquez, percibió una crisis en los medios escritos: cada vez más los diarios y revistas del continente se inclinaban por hacer un periodismo rápido y poco profundo. Los textos que aparecían a diario en la prensa parecían telegramas escritos a toda velocidad. Y sobre todo, se trataba de un periodismo que carecía de dos cualidades que el Nobel encontraba fundamentales: ritmo narrativo y herramientas literarias.
Por eso, en noviembre de 1994 reunió a un grupo de grandes periodistas colombianos -José Salgar y Juan Gossaín, entre otros- y al escritor argentino Tomás Eloy Martínez. Entonces les propuso crear una organización que trabajara por el desarrollo de su profesión y que sustituyera la ausencia de verdaderos editores en los medios latinoamericanos. Gabo sentía que en ese momento había una verdadera carencia de grandes editores como los que él había conocido al inicio de su carrera: personas que trabajaban con minuciosidad cada texto antes de ser publicado. Los talleres de la Fundación servirían entonces para suplir ese gran vacío. "Todas estas personas tenían una experiencia similar a la suya y todos ellos estaban formados en el marco de un periodismo muy serio, que por un lado se centraba en el rigor de la reportería y la verificación de la información, y por otra parte en la herramienta central de todo trabajo de comunicación escrito: la palabra", le explicó a SEMANA el periodista y novelista argentino Tomás Eloy Martínez.
Al poco tiempo varios reconocidos reporteros y cronistas de todo el mundo se unieron al proyecto. La mexicana Alma Guillermoprieto dictó el primer taller en abril de 1995 en Cartagena, la ciudad sede de la Fundación desde entonces. El tema fue la crónica y participaron 10 reporteros menores de 30 años. Luego, el mismo García Márquez y Martínez dictaron talleres: todos ellos enfocados en la preparación de jóvenes editores. El barranquillero Jaime Abello fue el encargado de dirigir y gerenciar la Fundación, que poco a poco fue creciendo. Y ese crecimiento no ha parado desde entonces: la Fundación es ahora muy prestigiosa en el mundo periodístico y en 10 años de funcionamiento ha organizado 185 talleres, seminarios y mesas redondas en más de 37 ciudades . Entre sus maestros se encuentran colombianos como Javier Darío Restrepo, Germán Rey, María Teresa Ronderos y Heriberto Fiorillo, y muchos extranjeros como Alex Grijelmo, Daniel Santoro, Jean-François Fogel, Martín Caparrós, Miguel Ángel Bastenier y el legendario Ryszard Kapuscinski.
Desde luego estos talleres no pretenden suplir la formación académica: de hecho ninguno de ellos conduce a un título formal. Su única pretensión es la de fomentar la discusión entre sus participantes y compartir las inquietudes -casi siempre muy similares- que nacen en las salas de redacción. Además busca que maestros del oficio les puedan responder las dudas a periodistas muy jóvenes. Así lo entiende Jon Lee Anderson, periodista estadounidense, corresponsal de la revista New Yorker y del diario The New York Times y quien ha sido varias veces profesor: "El contacto con los talleristas me ha dado la posibilidad de reflexionar sobre lo que yo hago y a veces cuestionarlo. Pienso que la reflexión y el autocuestionamiento son muy importantes y el ajetreo constante de la profesión no siempre lo permite -le dijo a SEMANA-. Además es muy valiosa la oportunidad de compartir los problemas y experiencias de los demás: es que uno también aprende de los 'alumnos".
Al mismo tiempo la Fundación se ha embarcado en otros proyectos. Ha tejido alianzas internacionales para la formación de periodistas con entidades como el BID, la CAF y con empresarios como Julio Mario Santo Domingo; y ha liderado iniciativas como el Proyecto Antonio Nariño para fomentar la libertad de prensa en Colombia.
Uno de sus proyectos estrella ha sido la entrega anual de un premio -patrocinado por la empresa Cemex- que pretende promover las cualidades narrativas de trabajos en prensa escrita, Internet, televisión y radio. Y es que, justamente, uno de sus principales objetivos es estimular la creación de un periodismo 'nuevo': es decir propiciar una nueva forma, más creativa y rigurosa, de trabajar en los medios. En esto García Márquez ha sido muy claro y así lo confirma Martínez: "El hecho de que se llamara 'nuevo periodismo' demostraba que queríamos resaltar el origen latinoamericano del periodismo narrativo. Porque, aunque el vocablo 'nuevo periodismo' se acuñó en Estados Unidos, su origen es latinoamericano: la crónica literaria, concretamente, tiene origen en los textos de José Martí, Rubén Darío y Manuel Gutiérrez Nájera". Muchos de estos talleres sí han influenciado la creación de algunos proyectos nuevos, sobre todo en los medios impresos. Un caso muy significativo es el de la revista Etiqueta Negra en Perú. Su director, Julio Villanueva Chang fue varias veces tallerista de la Fundación y allí concibió la idea de hacer una revista dedicada al periodismo literario. Hoy en día Etiqueta Negra es una de las revistas de crónicas más respetada de Hispanoamérica. "La Fundación ha aportado muchísimo al periodismo latinoamericano. Ha abierto los ojos y ha impartido nuevas técnicas a toda una generación de periodistas que antes no tenían acceso a ellos. Ha roto el tradicional aislamiento regional, uniendo grupos de muchos países, de toda América", sostiene Anderson. En efecto, uno de los grandes logros de la Fundación es crear una red de periodistas en toda América Latina.
A pesar de su creciente prestigio y reconocimiento, la Fundación ha buscado mantener un perfil independiente y no ha querido aliarse con los medios: sus talleres y reflexiones están dirigidos a los periodistas, como personas independientes y no como miembros de un medio. Según su director, Jaime Abello, los talleres son una experiencia transformadora para los periodistas y esto se ve reflejado en su trabajo. También crean unos fuertes lazos entre ellos. Por eso una de las funciones de la Fundación es mantener estos vínculos y crear una verdadera red. Uno de sus proyectos actuales es publicar en Internet un gran archivo con las memorias de los talleres, las publicaciones y las investigaciones que se han hecho durante 10 años. "La Fundación aprendió a trabajar internacionalmente y a tejer una red de alianza con empresas privadas y tiene hoy en día una agenda que convoca el apoyo de personas que creen que el periodismo es importante para el desarrollo del continente", comenta.
Durante todo 2005 se organizarán actividades conmemorativas y de reflexión. La primera de ellas se llevará a cabo el 24 y 25 de junio en Cartagena, con un taller de maestros que debatirán sobre los desafíos de los talleres para los próximos años. Así mismo el 28 de junio en Bogotá habrá una jornada de reflexión y de análisis en la que participarán maestros y conferencistas que presentarán su visión sobre el oficio. Alma Guillermoprieto, Daniel Santoro, Tomás Eloy Martínez, Javier Darío Restrepo, Jean-François Fogel, Joaquín Estefanía, Jon Lee Anderson y Sergio Muñoz discutirán sobre el presente y el futuro de un oficio que aunque parece amenazado, está más vivo que nunca.