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De izquierda a derecha los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Chile, Sebastián Piñera, y de Perú, Ollanta Humala. | Foto: Javier Casella - sig

CUMBRE

Una alianza que promete

México, Colombia, Chile y Perú le apostaron a crear el bloque económico y comercial más importante de América Latina.

25 de mayo de 2013

México, Colombia, Perú y Chile tienen mucho en común. Son economías que crecen por encima del 4 por ciento, tienen políticas que impulsan la empresa privada, modelos comerciales aperturistas y sistemas democráticos. Estas cuatro naciones estrechan cada vez más sus lazos comerciales y ahora dan un gran paso para fortalecer la Alianza del Pacífico, que aspira a convertirse en el bloque económico y comercial más importante de América Latina.

Después del fracaso del Alca (Área de Libre Comercio de las Américas) que pretendía crear una zona para el libre tránsito de mercancías desde la Patagonia hasta Alaska, de los problemas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y de los tropiezos que enfrenta el Mercado Común del Sur (Mercosur) esta nueva integración se muestra como una de las más sólidas y ambiciosas que haya emprendido la región en los últimos años. 

El propósito del bloque es mucho más que un acuerdo comercial. Como dijo el presidente Juan Manuel Santos, este es el tratado más importante que ha firmado Colombia o incluso la región en su historia. “La Alianza del Pacífico es especialmente atractiva porque se trata de cuatro economías que crecen a tasas superiores a la latinoamericana, que atraen las mayores inversiones, que están generando el mayor número de puestos de trabajo”, dijo en su discurso. 

Si todo sale como se espera, la Alianza del Pacífico se convertirá en un gran contrapeso a otros mecanismos como el Mercosur, el bloque integrado por Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, con Venezuela en proceso de ingresar. Además, se convierte en una plataforma para llegar a Asia Pacífico, una región que no ha tenido muchos vínculos con América Latina. Esto conduciría a un mayor equilibrio comercial en la región, que tradicionalmente ha dependido del comercio con Estados Unidos, el principal socio comercial de México y Colombia. 

Durante la séptima cumbre de la Alianza realizada en Cali, los mandatarios Enrique Peña Nieto, de México; Juan Manuel Santos, de Colombia; Ollanta Humala, de Perú, y Sebastián Piñera, de Chile, ratificaron sus compromisos para fortalecer este proceso de integración y estudiar el ingreso de otras naciones, entre las que se encuentran Costa Rica, que firmó la semana pasada un Tratado de Libre Comercio con Colombia. 

Panamá es el segundo en fila para participar en este proceso, pero no sería el último, pues otras naciones quieren ser parte. Es el caso de Guatemala que anunció la eliminación de visas para las naciones que conforman el acuerdo.

 La asistencia de un grupo de países en calidad de observadores demuestra el entusiasmo que está despertando esta iniciativa. Al encuentro de Cali se hicieron presentes, además, el presidente del gobierno español Mariano Rajoy; el primer ministro de Canadá, Stephen Harper; la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla; Otto Pérez, de Guatemala; Ricardo Martinelli, de Panamá, y representantes de Japón, Australia, Uruguay y Nueva Zelanda.

Las expectativas son grandes. En muy poco tiempo la Alianza del Pacífico ha logrado importantes avances que en otros acuerdos, como el de la CAN, tomaron años o décadas. A un año de su creación oficial logró eliminar aranceles para el 90 por ciento de los productos, en un proceso que culminará el 30 de junio. 

El 10 por ciento restante, en el que hay productos agrícolas sensibles, será desgravado paulatinamente. Ya se eliminaron las visas para facilitar el turismo y se estudia crear una visa Alianza del Pacífico para los visitantes de terceros países. La Alianza promocionará en el exterior de manera conjunta a los cuatro países para atraer más turistas y compartirá oficinas comerciales y embajadas en Europa y África. En Estambul, Turquía, ya funciona una oficina común.

Los países integrantes también lanzaron una plataforma para facilitar la movilidad de estudiantes y decidieron ampliar el plan de becas para maestrías y doctorados. Antes del 30 de junio se deberán lograr avances en materia de cielos abiertos y normas para facilitar el comercio, la inversión y el intercambio de información aduanera. 

Según Santos “Asia Pacífico es el nuevo polo de desarrollo del mundo y América Latina quiere ser parte de él, quiere ser socio de ese desarrollo y para ello se creó esta alianza”. Por su parte, Piñera sostiene que este proceso de integración demuestra que “nuestros países no están condenados al subdesarrollo” y que este es un buen ejercicio para dejar atrás 200 años de pobreza y desigualdad en la región. 

Para Peña Nieto, este es un acuerdo de nueva generación que busca hacer del libre comercio una ruta para promover el desarrollo y la prosperidad de estas naciones, mientras que Humala consideró que es una oportunidad para profundizar las relaciones comerciales con otros bloques, como la Unión Europea.

Pero el optimismo no es exclusivo de estas latitudes. Rajoy no ahorró elogios al señalar que la Alianza persigue objetivos ejemplares a nivel mundial, como la liberalización del comercio, la integración regional y un marco jurídico estable. “Respaldamos este gran esfuerzo para que la Alianza del Pacífico se convierta en un referente económico mundial”, dijo. 

Por otra parte, por primera vez en una cumbre de este bloque se realizó un gran encuentro de hombres de negocios, quienes materializarán los anuncios sobre la mayor integración comercial y económica. Cerca de 500 empresarios de 14 países y de los sectores de la infraestructura, la construcción, la energía, la alimentación y la minería, entre otros, se reunieron con los mandatarios de los países de la Alianza y de las naciones observadoras para conocer de primera mano los avances. 

El presidente de la mexicana Femsa, José Antonio Fernández, dijo que este encuentro permite a las cuatro naciones unir esfuerzos para fortalecer las relaciones con Asia. Para Cristian Fuenzalida, de la chilena Falabella, este proceso los anima a continuar con su plan de expansión por 3.500 millones de dólares, teniendo en cuenta que ya tienen presencia en la mayoría de los países del acuerdo. Harold Eder, presidente del Grupo Manuelita, asegura que se abren nuevas oportunidades de inversión en donde ya tienen presencia como Chile y Perú, porque se tiene una mayor certeza jurídica. 

Todo indica que esta será una alianza de gran alcance. En conjunto, los cuatro países representan la octava economía mundial, albergan a 209 millones de personas y manejan el 50 por ciento del comercio exterior de América Latina.

Lo cierto es que nuevamente se revive en la región el anhelo de hacer una gran integración comercial y económica que le dé mayor poder y fuerza a sus naciones para destacarse en el contexto internacional y negociar de tú a tú con los grandes bloques comerciales del planeta.