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El presidente Duque estuvo en abril en Barranquilla en la inauguración de la nueva sede de la universidad, junto con su rector y mentor Rodrigo Noguera. | Foto: presidencia

POLÍTICA

El think tank del duquismo

La Universidad Sergio Arboleda se ha convertido en el soporte intelectual e ideológico no solo del Gobierno de Iván Duque, sino también del uribismo y de la derecha colombiana.

30 de junio de 2019

Una polémica presentación que pone en duda la relación entre el glifosato y el cáncer, realizada por la Universidad Sergio Arboleda –que fue enviada a la Corte Constitucional para que se tenga en cuenta en la decisión que debe tomar sobre el tema, y que apoya los postulados del Gobierno respecto a la conveniencia de fumigar los cultivos ilícitos–, puso en evidencia, una vez más, la estrecha relación que existe entre esa alma mater con el duquismo y el uribismo. Más allá del grado de validez de la presentación, encabezada por Alberto Schlesinger, decano de Economía de esa universidad, lo interesante del asunto es que esta fue remitida a la Corte Constitucional con la firma del rector. Un hecho que, sumado a otros, daría la impresión de que la universidad se ha convertido en tanque de pensamiento del Gobierno de Duque.

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Como se sabe, el presidente Iván Duque estudió Derecho en la Sergio Arboleda, en donde encontró un refugio académico e intelectual. Tras su paso como funcionario del BID y a su regreso a Bogotá, se vinculó como profesor de varias cátedras y luego como presidente. De hecho, diversos exalumnos, exprofesores o personas cercanas a esa universidad forman parte de su Gobierno. Algo que no es nuevo, pues varios expresidentes, como es natural, han privilegiado en sus Gobiernos las relaciones con las instituciones que los formaron.

El alto consejero Francisco Barbosa, compañero de Duque en la Sergio Arboleda, junto con el comisionado Miguel Ceballos son los principales escuderos de Duque en temas de paz y derechos humanos.

Desde la época de César Gaviria, en los gabinetes ministeriales y en los cargos más cercanos a la Presidencia han predominado funcionarios formados en las universidades de los Andes, Javeriana, Externado y del Rosario. Ahora, a este selecto grupo se le sumó la Sergio Arboleda, que se ha erigido como un apoyo ideológico y una cantera de talentos para el Gobierno. De hecho, muchos analistas dicen que se ha convertido en el bastión intelectual, en el think tank (centro de pensamiento) no solo del uribismo, sino también del duquismo.

El rector de la Sergio Arboleda, Rodrigo Noguera, ha tenido una larga amistad con Álvaro Uribe y el presidente Iván Duque.

Aunque muchas personas no ven con buenos ojos esta relación, lo cierto es que históricamente, y a lo largo y ancho del mundo los gobernantes, han hecho de las universidades sus canteras burocráticas. Por ejemplo, en México, durante el periodo en que el PRI dominó la escena política, la mayoría de los ministros y altos funcionarios provenía de la Unam. En Colombia, hasta la década de los sesenta, la Universidad Nacional, del Rosario y la Javeriana proveyeron la burocracia de Estado. Luego, hacia los noventa, la preferida fue la Universidad de los Andes. Por eso no es raro que Duque busque a profesores, académicos o profesionales de la Sergio Arboleda para algunos cargos importantes de su administración. Más si se sabe que desde que fue fundada, en 1984, ha defendido las ideas conservadoras.

Si bien es cierto que en el gabinete ministerial y en los altos cargos de la Presidencia la Sergio no cuenta con una mayoría, algunos egresados forman parte del círculo más cercano a Duque y ocupan, especialmente, los más importantes puestos relacionados con la paz y la puesta en marcha de los acuerdos de La Habana. Como se sabe, la relación entre la Sergio y el Gobierno no es nueva, y tiene sus orígenes en la estrecha y larga amistad que hay entre su rector, Rodrigo Noguera Calderón, y Álvaro Uribe. De hecho, ese centro educativo le otorgó en 2010 al expresidente un doctorado honoris causa. A su vez, el rector también tuvo una estrecha amistad con Iván Duque Escobar, padre del presidente. Zayda Borrero, esposa de Noguera, pertenece al Centro Democrático, ha ocupado la veeduría del partido y ha sido candidata al Senado en las elecciones de 2014 y 2018, sin lograr la votación para llegar al Congreso.

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El protagonismo de la Sergio en la arena política colombiana comenzó durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, cuando se convirtió en bastión intelectual del uribismo, de los opositores al proceso de paz y la justicia transicional. En sus auditorios, Jose Obdulio Gaviria y Fernando Londoño Hoyos, entre otros, dictaron conferencias que, en su mayoría, tenían un punto en común: su desacuerdo al proceso de paz con las Farc. De hecho, el Centro de Seguridad y Democracia de la Sergio, que en su momento estuvo dirigido por Alfredo Rangel, producía numerosa documentación que criticaba las negociaciones ese grupo armado. Por ejemplo, en la revista del Centro de 2013, Rangel dijo: “Los diálogos de paz son una ocasión para las Farc para tratar de lograr impunidad de sus crímenes de lesa humanidad y de guerra”.

En esta universidad estudiaron o asistieron a clases varios funcionarios del Gobierno Duque, así como del Centro Democrático.

En 2017, cuando se instauró la JEP, un grupo de profesores de la Sergio Arboleda, encabezados por su vicerrector Germán Quintero Andrade y el reconocido abogado Fernando Velásquez Velásquez, firmaron un manifiesto en el que hacían duras críticas a esta instancia judicial porque relativizaba “trascendentales mandatos normativos que se derivan del principio de legalidad en materia del reproche a delitos, las formas de proceso penal y la ejecución de penas”.

Toda esta producción académica hecha en la Sergio Arboleda durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, en especial en su segundo mandato, sirvió de sustento ideológico para la campaña del plebiscito y de Duque Presidente, o por lo menos en lo relacionado con el acuerdo de paz. Por eso no fue raro que una vez Duque llegara a la Casa de Nariño hubiera nombrado al abogado sergista Francisco Barbosa como consejero presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales, así como a Miguel Ceballos, doctor en Derecho de esa misma universidad, en el cargo de alto comisionado para la paz.

Barbosa, compañero y amigo de pregrado de Duque, es uno de los asesores jurídicos que más influencia tiene sobre el presidente. Barbosa, quien cuenta con varias maestrías y es doctor en Derecho Público de la Universidad de Nantes (Francia), ha trabajado temas de justicia transicional, derechos fundamentales y derecho internacional de los derechos humanos. Él fue el más arduo defensor de la polémica afirmación que el presidente Duque hizo a comienzos de enero durante la visita del secretario de Estado, Mike Pompeo, a Cartagena, cuando agradeció la ayuda de ese país tanto ahora como hace dos siglos, durante la independencia. “Hace 200 años, el apoyo de los padres fundadores de los Estados Unidos a nuestra independencia fue crucial”, frase que desató una tormenta entre historiadores y políticos. Barbosa trinó y salió a medios a tratar de demostrar que ese respaldo entre padres fundadores sí había ocurrido. Él fue uno de los arquitectos en la argumentación que dio Duque al presentar las seis objeciones a la ley estatutaria de la JEP.

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En la misma línea, Ceballos, quien fue viceministro de Justicia del Gobierno Uribe entre 2009 y 2010, decano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales y director del Instituto de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Universidad Sergio Arboleda, es considerado uno de los funcionarios de línea dura en los acuerdos con las Farc. Él se convirtió en uno de los más acérrimos defensores de las objeciones a la estatutaria y, ante el hundimiento de estas, afirmó en varios medios que seguiría luchando, junto con el presidente, para presentar algunos proyectos de ley que las recogieran.

Esta influencia de la Sergio también se ha visto reflejada en esferas del Gobierno distintas a las relacionadas con la paz y los acuerdos con las Farc. Duque nombró a su viejo conocido y experto en temas deportivos Ernesto Lucena como director de Coldeportes. Abogado de la Sergio, pero además decano de la Escuela de Derecho y decano encargado de la Escuela de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Sergio Arboleda.

El presidente designó como gerente de RTVC a su amigo de tertulias universitarias y encargado de las comunicaciones en la campaña presidencial, el periodista de la Sergio Juan Pablo Bieri, quien renunció al poco tiempo. Finalmente, el protagonismo de esa universidad llegó a la Fiscalía con el nombramiento del decano de la Escuela Mayor de Derecho, Leonardo Espinosa Quintero, como fiscal ad hoc para el caso de la multinacional Odebrecht.

Ernesto Lucena Director de Coldeportes

SEMANA consultó a diversos empleados públicos sobre la relación entre la Sergio Arboleda y el Gobierno y todos coincidieron en negarla. Un alto funcionario dijo: “No hay el mayor indicio de que eso sea así, basta con hacer un recuento de las universidades en que estudiaron los actuales ministros y podemos ver que predomina los Andes, y no hay ninguno de la Sergio. Es más, me atrevería a decir que este Gobierno ha sido paritario hasta en representación de las universidades. Hay ministros del Rosario, la Javeriana y universidades públicas como la UIS, la Nacional y la Esap”.

Pese a que esto sea cierto, los hechos muestran que si bien la mayoría de altos cargos del Gobierno no están en manos de la Sergio, esta institución sí se ha convertido en el centro de pensamiento y reserva intelectual del discurso político de derecha, sobre el cual el Gobierno se puede apoyar, y en cantera para las nuevas generaciones de colombianos que abracen un ideal conservador.