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El comunicado de Samper frente a la ratificación de la condena contra Fernando Botero, declarando el fin del proceso 8.000, nos demuestra que sigue siendo el mismo cínico de siempre

Al paredón con María Isabel

¿Usted sí sabía que Fernando Botero sabía?

El ex fiscal Alfonso Valdivieso le responde a María Isabel Rueda.

3 de febrero de 2007

M.I.R.: En la reciente entrevista a un medio mexicano, el ex ministro de Defensa Fernando Botero reconoció que sí sabía que a la campaña de Samper estaban ingresando dineros calientes. ¿Usted, como Fiscal de la época, también sabía que Botero sabía, a pesar de que lo negó públicamente ante la televisión?
A.V.S.: A mí no me sorprendieron sus declaraciones recientes. Desde el momento en que aceptó acogerse a la sentencia anticipada, necesariamente reconoció que él sabía.

M.I.R.: Eso en la práctica implicaba que iba a colaborar con la justicia. ¿Es cierto que usted se comprometió a no esculcarle las cuentas particulares, si él delataba a Samper?
A.V.S.: Lo contrario. Yo inicié esta investigación, la misma que acaba de culminar con la decisión de la Corte. Había muchas cosas que investigar. Entre ellas, si los fondos de campaña estaban violando los topes que en ese momento existían.

M.I.R.: Y sí los violaron…
A.V.S.: Pero de una manera muy extraña y conveniente, esos topes se echaron abajo por parte del Consejo de Estado. Sin eso, no se le habría reconocido a Samper la reposición de los gastos de la campaña. Lo que pasa es que sobre las cuentas de Botero había de por medio la reserva bancaria y la cooperación internacional, lo que volvía el tema muy complejo y demorado.

M.I.R.: ¿O sea que no es cierto que usted no investigó las cuentas de Botero?
A.V.S.: Mire: esta investigación que concluyó se inició en mi época. Lo que me parece entonces absurdo es que Ernesto Samper haya sacado un comunicado para sostener que esta condena cierra el capítulo de la investigación del proceso 8.000, y que sencillamente Botero se robó los dineros lícitos y metió los ilícitos. Ese dinero ilícito llegó en efectivo, en cajas, a las diferentes sedes de su campaña. Yo, que estaba apoyando la campaña de Samper en Santander, también puedo decir que eso fue así.

M.I.R.: Ah, ¿y es que acaso usted vio las cajas?
A.V.S.: (Risas): Casi que sí. Y de esta sentencia contra Fernando Botero de ninguna manera se puede concluir que Samper no conoció el ingreso de esos dineros, porque la sentencia no se mete para nada con el origen de los dineros ilícitos. Lo que su reacción con la publicación de ese comunicado nos demuestra es que Samper sigue tan coherente como siempre, es decir, igualmente cínico.

M.I.R.: ¿Siente alguna frustración de que el 8.000 se le hubiera quedado a medias?
A.V.S.: No. Demostré que en Colombia no había intocables, en cuanto a quiénes le habían hecho el juego al narcotráfico. La actitud sobre ese tema se modificó sustancialmente. Esas personas que se consideraban intocables recibieron su sanción, excepto Samper, que no fue sancionado porque tampoco fue investigado.

M.I.R.: ¿Pero a Samper no lo investigó el honorable representante Heyne Mogollón?
A.V.S.: Ese proceso fue una farsa. Y uno habría esperado que personas en circunstancias parecidas hubieran tenido presente lo que les pasó, para que no hubiera ocurrido el fenómeno de la narcopolítica. Pero muchos políticos, a sabiendas, pasaron a ser parte de los esquemas de los paramilitares. Contra el presidente Samper la investigación judicial no se hizo, y la decisión sobre su absolución fue eminentemente política. Eso impidió que muchos tuvieran el ejemplo para actuar en forma correcta. Fue un mensaje indebido, sin duda, que nos tiene en lo que estamos. No he tenido el sentimiento de frustración, pero por lo que está pasando, es evidente que muchas personas pensaron que jamás serían investigadas por esas conductas, ni condenadas. La crisis ética y de valores es mucho mayor de la que podamos imaginar. Sucedido lo del 8.000, el fenómeno de la para-política no se debería haber presentado.

M.I.R.: ¿Este proceso paramilitar tiene patas en el piso?
A.V.S.: Sí. Nos llegó el momento de enfrentarlo. Y la Corte ha manejado el proceso de manera muy interesante, incluida la creación de unidades especializadas de investigación, que durante el proceso 8.000 sólo soportó la Fiscalía.

M.I.R.: ¿Para dónde vamos?
A.V.S.: Vendrán procesos contra particulares, digamos industriales, ganaderos, comerciantes, personas que con el argumento de que no estaban siendo protegidas por las autoridades, pasaron a ser parte del esquema delictivo de las autodefensas. Pero también vendrán procesos contra funcionarios, ex funcionarios, miembros de la Fuerza Pública con los que hubo algún tipo de complicidad, y esas responsabilidades se tienen que aclarar.

M.I.R.: ¿Por qué no adelantó esas investigaciones durante su Fiscalía?
A.V.S.: Porque hasta ahora la sociedad dio punto para eso.

M.I.R.: ¿Es la sociedad, o la decisión del presidente Uribe de adelantar este controvertido proceso?
A.V.S.: La actuación del Presidente frente al tema del paramilitarismo, al haber presentado el proyecto de Ley de Justicia y Paz y haber propiciado un proceso de desmovilización, ha sido un factor fundamental para que se desatara esta actuación de la justicia.

M.I.R.: Sobre esa opinión hay dos extremos. ¿Usted es de los que piensa que aunque en este proceso va a haber un alto grado de impunidad, para muchos absolutamente inaceptable, es bastante más útil lo que se va a destapar por cuenta de ella?
A.V.S.: Ah, claro. Estoy seguro de que ante el grado de poder y de influencia al que habían llegado los paras, era imposible aplicarles las penas ordinarias. Esta es una fuerza que había logrado doblegar al Estado. O se utilizaba una solución militar, muy remota, o se llegaba a este tipo de solución que es aplicarles una pena alternativa, sujeta a ciertas condiciones.

M.I.R.: ¿Alfonso Valdivieso se arrepiente de haber renunciado a la Fiscalía para ser candidato presidencial?
A.V.S.: De la renuncia no me arrepiento. La coyuntura era muy difícil. Un Presidente absuelto, sobre quien el país sabe lo que hizo, pero aplicando su cinismo de siempre: ¿cómo podía funcionar una Fiscalía en esas condiciones? Francamente me parecía que era un momento para que quedara clara en la sociedad colombiana la diferencia entre lo que hizo la Fiscalía y lo que dejó de hacer el Congreso, y lo que implicaba un jefe de Estado en esas condiciones, aparentemente beneficiado con una solución que era judicial sólo en la forma. Lo de la candidatura pudo no haber sido la mejor decisión. Al poco tiempo de estar en esa actividad, caí en la cuenta de que la gente quería era que yo hablara de los procesos de la Fiscalía, y sistemáticamente me abstuve de utilizar esos argumentos.

M.I.R.: ¿O sea que la gente siguió viéndolo a usted como Fiscal y no como candidato presidencial?
A.V.S.: Así es. Y eso terminó frenando mi aspiración, y punto. Lo digo con realismo político. De la renuncia no me arrepiento, pero de la candidatura sí.

M.I.R.: Ni durante su Fiscalía ni durante la de Alfonso Gómez hubo elementos suficientes para sindicar a Santofimio del asesinato de Galán. ¿Ahora sí?
A.V.S.: Hay nuevos elementos para pensar que sí pudo ocurrir en el asesinato de Galán el esquema que hoy se plantea, como el de que Santofimio fue un factor determinante. Pero yo como Fiscal no podía, so pretexto de una investigación, haberlo vinculado sin que existieran las razones. La investigación no estuvo a cargo de Valdivieso sino de un fiscal de conocimiento. Ahora creo que sí hay elementos nuevos para pensar que el juez tiene las suficientes herramientas para aclarar lo que pasó.

M.I.R.: Finalmente, ¿qué opina de la candidatura de Horacio Serpa para la Gobernación de su departamento, Santander?
A.V.S.: La situación de la política de mi departamento es muy dramática. Ha llegado a unos niveles muy precarios. La Gobernación se está manejando como un verdadero botín y hay muchas dudas de la transparencia con la que se manejan sus recursos. Horacio Serpa, como candidato a gobernador, puede serle útil al departamento para conseguir rescatar de esas manos una gobernación deshonesta.

M.I.R.: ¿Cómo así? ¿Usted apoyaría a Serpa para la Gobernación de Santander?
A.V.S.: Estaría en condiciones de considerar positivamente ese nombre, más allá de la compulsión de Serpa de atacar a Uribe. A estas alturas de su madurez política, Serpa puede prestarle al departamento un gran servicio, pero, insisto, si puede deslindarse de su antiuribismo delirante.