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Cuadernos, instrumentos musicales y utensilios de cocina llevan varios años guardados en bodegas del Idipron. | Foto: Contraloría

JUDICIAL

Fiscalía pone la lupa en útiles abandonados en Bogotá

El ente acusador abre investigación para determinar los responsables del material escolar hallado en bodegas de la capital.

23 de enero de 2015

La Fiscalía General de la Nación decidió tomar cartas en un asunto que tiene indignada a la ciudadanía de Bogotá. Esta semana la Contraloría Distrital hizo un hallazgo sorprendente: gran cantidad de útiles escolares abandonados, literalmente pudriéndose, justo en momentos en que miles de padres hacen esfuerzos para conseguir la listas que exigen los colegios.

El material estaba olvidado desde el 2009, y podría representar un detrimento patrimonial de unos 3.000 millones de pesos. Por eso, el ente acusador entra a averiguar qué responsabilidades caben en el caso y quiénes deben responder.

El hecho preciso es que la Fiscalía 70 Seccional de Bogotá de Delitos contra la Administracion Pública abrió una indagación preliminar por la denuncia de la Contraloría Distrital, sobre supuesto abandono y deterioro injustificado en las bodegas de Idipron de útiles escolares y papelería -avaluados en casi 3.000 millones de pesos-.

Por esta razón,  la Fiscalía ordenó al CTI inspeccionar este mismo viernes las siete bodegas de Idipron para verificar el estado de los elementos que permanecen en las mismas.

“La diligencia cuenta con un grupo multidisciplinario conformado por analistas, contadores, administradores de empresas y fotógrafos, entre otros”, informó el ente investigador.

Roberto Contreras, director encargado de Idipron, informó que la entidad a su cargo está en disposición de aclarar la situación. Según su versión, el material no fue comprado por la administración de Gustavo Petro sino por la alcaldía anterior. Lo que hizo Idipron fue limpiarlo, catalogarlo y en este momento está en el proceso de entregarlo a las comunidades. Contreras, sin embargo, acepta que hay un cinco por ciento del material que está deteriorado. Pero lo demás está en buen estado, asevera.

No se sabe, empero, por qué estuvo tanto tiempo en bodegas y no se les entregó a los niños de la ciudad.

En la denuncia, la Contraloría aseveró que en estado de abandono hay 10.000 cuadernos nuevos, instrumentos musicales (pianos, saxofones, guitarras, timbales), sillas, innumerables elementos de cocina, más de 300 resmas de papel, más de 300 unidades de cartuchos para impresora, 500 tóneres, ocho toneladas de papel craft y prendas deportivas.

Además, el ente de control encontró también que existen grandes deficiencias en el manejo de inventarios del instituto en tres de las siete bodegas que están en Bogotá. Igualmente, que no existe una destinación específica de estos elementos y que se encuentran en riesgo de “obsolescencia y deterioro por las inadecuadas medidas de almacenamiento y conservación”.

Ahora, la Fiscalía deberá determinar quiénes son los responsables del abandono de estos cientos de utensilios, que caerían bien en las manos de innumerables niños capitalinos.