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Pinto eligió mal, porque no cayó en la cuenta de que los jugadores veteranos imponen su modo de ser y sus propias condiciones de juego

Al paredón con María Isabel

¿Vamos derechito a otro mundial sin selección Colombia?

El reconocido periodista radial Hernán Peláez Restrepo le responde a María Isabel Rueda.

21 de julio de 2007

M.I.R.: Respóndame la pregunta de la semana: ¿Quién tuvo la culpa en la debacle en la copa América? ¿Pinto? ¿Los jugadores? ¿La prensa deportiva?
H.P.R.: El fútbol es como el Congreso. Elegimos unos tipos y después decimos: huy, nos equivocamos, ese tipo no servía. En el fútbol pasa lo mismo. Este técnico dijo que iba a elegir entre una lista de 50, pero no tenemos 50 jugadores de elite. Tendremos 10 ó 15. Pero eligió mal porque no cayó en la cuenta de que los jugadores veteranos tienen un modo de ser y unas condiciones que imponen, precisamente por su veteranía. Pinto confió en ellos porque no se puede armar una selección solamente con sub 20. Calero, el arquero, es muy bueno, pero le fue mal. Córdoba tuvo sus roces con Pinto porque lo puso a jugar en un puesto que no le gustó, y Yepes venía lesionado de París. Casi ni jugó.

M.I.R.: Pues ahí hay un error clarísimo del técnico…
H.P.R.: Pinto respondió a lo mediático. Escogió a Calero porque los arqueros de aquí del medio no son de su nivel. Y a Córdoba y a Yepes los trajo pensando que le ayudarían a manejar el grupo, y les fue mal.

M.I.R.: Pero además, Pinto tiene ese carácter tan terrible, lo botaron de todos los equipos en los que estuvo menos del Cúcuta, se agarra con los jugadores, con la prensa…
H.P.R.: Él es bueno, estudioso. Pero antes de hacer la convocatoria, yo le pregunté si aceptaría que un jugador le hiciera alguna sugerencia como la de jugar de determinada manera, y él dijo: No, lo que yo diga es lo que se juega. Ahí pensé que habíamos comenzado a perder. Él es muy terco, muy cerrado, ha tenido muchos problemas de disciplina con los jugadores porque es de mano muy dura. Quiere ser Ochoa Uribe y lo consulta mucho, pero Ochoa era un tipo ganador y este todavía no es.

M.I.R.: ¿La Federación confirmó a Pinto porque es un buen técnico, o porque a un mes de comenzar la eliminatoria para el Mundial ya no hay tiempo de buscar otro?
H.P.R.: Pinto es bueno, tiene que demostrarlo, pero lo primero que es cierto es que ya no hay tiempo de cambiarlo.

M.I.R.: El editorial de El Tiempo planteaba la semana pasada algo peor: que ese fútbol colombiano que vimos en la Copa América es el fútbol que da nuestra tierra. Muy malito…
H.P.R.: A eso voy. Los 10 ó 12 jugadores buenos que tenemos están afuera. Con un problema gravísimo: que los muchachos ahora se van de 19 años todos. Cuando Valderrama, Rincón, el 'Tren' Valencia se fueron a Europa, ya eran hechos y derechos, unos profesionales. A Pinto le contaron de Uruguay que allá había un muchacho que jugaba bien, Carlos Sánchez, y lo trajo para verlo: nadie lo conocía. Tenemos otro muchacho muy bueno, Pino, un sub 20, en Francia. A Perea, otro sub 20, en Francia. Los equipos aquí se volvieron muy apetecidos porque los jugadores son muy baratos. Se venden a dos millones de dólares, que para el exterior, en euros, no es nada. Generalmente van a Argentina o a Brasil y de allí los revenden en unas cifras enormes a Europa, lo que pasó con Ángel y con Córdoba. Un muchacho de 18 años aparece en Colombia, juega cinco o seis partidos y ya quiere irse o se lo llevan. Y qué va a querer volver. Un jugador en México gana entre 40.000 y 50.000 dólares mensuales. Aquí un jugador, yéndole bien, gana 25.000… Pero ese es uno entre 100. La generación de Valderrama se demorará 25 años en volver: Haciendo cuentas, por ahí en 2018 tendremos nuevamente un equipo bueno. ¿Pinto qué va a hacer? A los veteranos no creo que los llame. Entonces, va a jugar con los muchachos de aquí.

M.I.R.: ¿Clasificaremos directamente, lo haremos por repechaje o nos eliminarán?
H.P.R.: Clasificaremos por repechaje. Hay cinco cupos. Dos que se llevarán Brasil y Argentina; otro, seguramente Uruguay, y los otros dos nos los pelearemos con Paraguay, Chile, Perú y Ecuador. No nos engañemos diciendo que cambien al técnico. El problema es que no tenemos jugadores. Pero es que además, Pinto estuvo de malas: el mejor jugador que teníamos es un muchacho Domínguez, del Cali, que fue el que botó el penalti y no jugó más.

M.I.R.: Estoy que me paso al lado de Pinto. O sea que él hace lo que puede con lo que hay…
H.P.R.: Ese es el problema. Saber con qué contamos realmente.

M.I.R.: Además dicen que todavía hay mucho dinero narco y mucha influencia paramilitar en nuestro fútbol…¿Eso quita capacidad de maniobra?
H.P.R.: No sé si todavía haya plata de narcos, pero paras sí hay. De eso acusan al Pereira, al Cúcuta, también a equipos de la B… A través de ellos los paras se vuelven personajes cívicos.

M.I.R.: ¿Cómo pasa de ser uno ingeniero químico exitoso a comentarista de fútbol súper exitoso?
H.P.R.: Pues sí, yo soy ingeniero químico y trabajé 10 años en la profesión con la Esso, la Shell y con Carboquímicas… Recorrí Centroamérica negociando anhídrido stálico. Yo ya era comentarista de radio, pero sólo los domingos, cuando había fútbol. Después empezaron los partidos entre semana, la Copa Libertadores, y me daba pena pedir licencia. Vino el Mundial de Alemania y se me presentó esa 'Y' de la vida: o sigo aquí, o sigo allá. Y aquí llevo 40 años que cumplí esta semana, con sólo un lapso en el que trabajé en Todelar a partir de un día en el que fui a pedir aumento en Caracol y me dijeron que yo ganaba mucho. Ese mismo gerente tuvo que volver a contratarme cuatro años después. Ahí Yamid me metió al equipo de 6 a. m. a 9 a. m.… ¡Qué equipo! Estaban usted, Alberto Casas, el profesor Panesso, Carlos Lemos…

M.I.R.: ¿Quién se inventa 'La Luciérnaga'?
H.P.R.: La Luciérnaga nace cuando la 'joya' del presidente Gaviria llama a Ricardo Alarcón a pedirle ayuda de la radio porque esa tarde quitaría la luz a partir de las 5 de la tarde y durante varios meses. Era el comienzo del racionamiento. Nos reunimos con Ricardo Alarcón, Enrique París, Marco Aurelio Álvarez y Darío Arizmendi. Quisimos hacer un programa dirigido a una persona que iba a estar en una mecedora sin luz y que sólo tenía el oído para entretenerse. Música, poesía, noticias contaditas, y a los tres meses, cuando ya volvió la luz, era tan alto el rating, que decidimos mantener el programa porque claramente nos quedaban muchos oyentes entre los que a esa hora van manejando y oyendo radio.

M.I.R.: Yo francamente pensé que cuando Díaz Salamanca se fue, 'La Luciérnaga' se iba a acabar. Es que Díaz es un genio, y no hay nadie que le llegue a los talones…
H.P.R.: El secreto fue no tratar de hacer el mismo programa que hacíamos cuando Guillermo estaba. Cuentachistes yo conseguía fácilmente. Pero un humorista de su talento era muy difícil. Entonces decidí hacer un cambio. Se me ocurrió llamar al loco Gardeázabal, al que a veces consultaba y me parecía que tenía mucha información y hacía mucho bochinche. Me fui a buscarlo a su finca en Tuluá, porque él no puede venir a Bogotá por razones de salud, y le propuse que trabajara con nosotros. Además porque en la cuerda camuflada a la que él pertenece se mueve mucho dato. Logramos cambiar lo que teníamos antes por una nueva propuesta, y ahí vamos, y vamos bien. Me pone orgulloso que los españoles de Prisa trajeron hace poco a gente de México, Argentina y españoles para aprender del ritmo del programa, porque en todos esos países hay espacios semejantes, pero ninguno dura cuatro horas.

M.I.R.: ¿El programa está libreteado?
H.P.R.: Los personajes sí, porque tienen que ser frases de ese personaje. A Vargas Lleras lo ponemos a responder como un ogro, y aunque no hable así, terminará haciéndolo. A la negra Piedad siempre la sacamos muy brava, y esa Rocío Arias que hace Alexandra… es excelente. Pero le puedo decir que el que nos da buena parte de la información para armar el programa es Gustavo Álvarez Gardezábal, a quien le montamos un estudio en su finca de Tuluá y quien la única condición que me puso fue que tenía que llamarlo por su segundo apellido.

M.I.R.: ¿Y cómo hace uno para tener tanta información desde una finca en Tuluá?
H.P.R.: No lo sé, pero es increíble. El cuento de que los del canal Al -Yazira iban a colgar en la red las últimas pruebas de supervivencia de los diputados del Valle lo tuvo él en exclusiva, porque allá fueron los tipos a pedirle información del problema en Buenaventura. Por su casa pasan los generales, los ministros, los congresistas, lo llama el presidente Uribe, lo visitan los periodistas, los 'cacaos', los malos, los bandidos, los de los narcos… A las 7 de la mañana el tipo ya tiene 20 titulares. Es impresionante la información que maneja. Y tiene una percepción del país… Esta semana me dijo que Navarro Wolf no ganaba en Nariño.

M.I.R.: Hummm. Eso está por verse… ¿Se arrepiente de haber dejado de ser ingeniero químico?
H.P.R.: Jamás. Hoy estaría como un compañero de la Shell al que un día le dijeron en frente a mí: Felicitaciones, ya no tiene que venir el lunes. ¡Se ganó su jubilación! Y él quería volver el lunes. Y el martes. Y todos los días, no quería jubilarse. ¿Qué tal que yo estuviera jubilado a mi edad?

M.I.R.: ¡Pues nos habríamos ahorrado la lora que pone en 'La Luciérnaga'!