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VAMOS A EXTRADITAR TAN PRONTO COMO PODAMOS

El nuevo subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcóticos habló en exclusiva con SEMANA. El hombre de confianza de Bill Clinton para manejar la certificación de Colombia y México, explicó las razones de la decisión.

30 de marzo de 1998

Semana: ¿Cual fue la razón de mayor peso en la decisión de certificar este año a Colombia por interés nacional?
Rand Beers: La situación en Colombia ha cambiado con respecto al año pasado. El negocio de la droga se está comiendo los fundamentos de Colombia como nunca antes. Casi cuatro años de narcocorrupción a los más altos niveles del gobierno colombiano han erosionado gravemente una de las democracias más antiguas del hemisferio occidental. Las instituciones judiciales y otros entes vitales de Colombia están en mora de ser reformadas y protegidas. Hace dos años, Colombia era el tercer productor mundial de hoja de coca, hoy es el primero. Los guerrilleros han incrementado su participación en el negocio de las drogas, protegiendo y escudando la producción ilegal en áreas por fuera del control del gobierno. Y los narcotraficantes están aprovechando la situación para expandir el negocio. Un tercer año de descertificación no habría sido consecuente con los intereses de mi gobierno. Ahora _pero muy especialmente cuando haya un nuevo gobierno_ es el momento de aumentar significativamente la cooperación en contra de nuestro enemigo común.
Semana: ¿Significa esta decisión que Estados Unidos finalmente se reconcilió con Samper y su administración?
R.B.: Una certificación por interés nacional no significa aceptar la cooperación antinarcóticos del gobierno colombiano. Colombia no merecía la certificación este año, a pesar de los sobresalientes resultados de la Policía Nacional y de algunos elementos del Ejército. Pero la situación de Colombia no daba para una descertificación, era contraproducente. El año que viene tenemos que expandir la erradicación y usar métodos más efectivos. Hemos aplicado programas que han funcionado muy bien en Perú y Bolivia, lo que ha impulsado la siembra en Colombia. Necesitamos trabajar con un nuevo gobierno para crear y aplicar leyes firmes contra el narcotráfico.La corrupción sigue siendo una de nuestras preocupaciones. Una de las metas de este año es pedirle al nuevo gobierno que ponga manos en el asunto y ataque la corrupción que ha venido minando el trabajo de la Policía y parte del Ejército.
Semana: Estados Unidos ha dicho en varias oportunidades que los capos de Cali están delinquiendo desde las cárceles. ¿Los van a pedir en extradición?
R.B.: No puedo hacer comentarios sobre las investigaciones que tenemos en proceso. Lo que sí puedo decirle es que nos toma tiempo recoger las evidencias para un caso que sea suficientemente sólido para el estándar de las cortes de Estados Unidos. Los delitos cometidos después del 17 de diciembre toman un tiempo en investigarse. Pero debo agregar que estamos muy contentos de que la Policía esté encargada de la seguridad de las prisiones, y vamos a trabajar conjuntamente con ella para mejorar la seguridad de las cárceles.
Semana: ¿Están planeando solicitar la extradición de Nelson Urrego, el capo recién capturado?
R.B.: Estamos estudiando detalladamente el caso de Urrego, pero no puedo darle información concreta en este momento.
Semana: ¿Cómo juzga usted la labor del general Serrano este año?
R.B.: El general Serrano y su equipo de la Policía han hecho una enorme contribución a la lucha contra las drogas. El gobierno de Estados Unidos ha reconocido eso en el anuncio de certificación. Esperamos cooperar aún más hacia el futuro. Quiero hacer público mi aprecio por el general Serrano, y por los hombres y mujeres de la Policía colombiana.
Semana: Aunque en 1997 la Policía destruyó más plantaciones de coca que ningún otro país, la producción total aumentó. ¿Qué alternativa hay a esta guerra? ¿Dónde se termina?
R.B.: La Policía colombiana, dirigida por el general Serrano y el coronel Gallego, hicieron esfuerzos heroicos contra el cultivo ilegal de coca, destruyendo más hectáreas que ningún otro país en un año. Sin embargo, creemos que por la efectiva erradicación de cultivos en Perú y Bolivia, los narcotraficantes trasladaron sus plantaciones a Colombia, a zonas donde la Policía no estaba fumigando. Vamos a trabajar con la Policía y otras fuerzas para expandir la operación de fumigación y cortar de raíz el tráfico de insumos. No me imagino el cansancio que deben sentir los colombianos que llevan en esta guerra tanto tiempo. Miles han perdido su vida, y con seguridad debe parecer como que no hay luz al final de túnel. Pero estamos progresando y estamos comprometidos a aumentar la lucha en Colombia este año. Nadie puede pensar que la guerra se puede ganar en un mes o un año. Esta es una campaña de largo plazo.
Semana: En el 97 se aprobó la extradición, un tratado marítimo, confiscación de bienes, incremento de penas y se obtuvieron los mejores resultados en erradicación. ¿Qué quiere Estados Unidos ahora?
R.B.: Obviamente queremos expandir los esfuerzos de erradicación tanto de coca como de amapola. Seguimos preocupados por la seguridad en las cárceles, la corrupción oficial, y la falta de instrumentos legales para que la lucha sea eficaz.
Semana: ¿Qué opina sobre la efectividad del mecanismo de certificación?
R.B.: El proceso de certificación es un mandato de la ley norteamericana, y no puede cambiarse sino a través de un proceso legislativo muy complejo. Mi opinión personal es que el proceso no es perfecto, pero en muchos casos ha resultado efectivo para lograr los objetivos antinarcóticos de Estados Unidos.
Semana: ¿Cuál es su opinión de Horacio Serpa? ¿Trabajarán con él si sale elegido?
R.B.: Como hacemos con todos los cambios de gobierno en cualquier país _siempre que se den a través de procesos democráticos_ esperamos trabajar con un nuevo gobierno colombiano y un nuevo jefe de Estado, a menos que se atraviesen circunstancias extraordinarias.
Semana: ¿Han tenido contactos con los candidatos presidenciales en Colombia?
R.B.: Nuestra embajada en Bogotá ha hablado con cada uno de los candidatos. No quiero entrar a explicar estas conversaciones.
Semana: Hace cuatro años, el Departamento de Estado habló con el entonces candidato Ernesto Samper, para advertirse de la infiltración del narcotráfico en su campaña. ¿Hay infiltración ahora? ¿Han hablado con algún candidato sobre la posibilidad de que se repita la historia?
R.B.: Acabo de empezar este trabajo en enero, y no he tenido tiempo de ocuparme de nada distinto a la certificación. Sin embargo, nuestra política con respecto a dineros de la mafia en las campañas políticas es pública y muy clara, especialmente con respecto a Colombia. Nuestra política no ha cambiado.