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Venezuela denuncia intento de Uribe de "minar" relaciones

Por su aprte, el canciller Jaime Bermúdez expresó sus dudas en torno a las garantías y el respeto a los derechos humanos de los nacionales detenidos en ese país y criticó declaraciones de funcionarios venezolanos sobre Colombia que calificó de "despectivas".

9 de abril de 2010

Venezuela consideró el viernes "inaceptable" el reclamo que realizó el presidente Álvaro Uribe por la detención de ocho colombianos señalados de actividades de espionaje, y denunció que el mandatario busca "minar" las relaciones con el próximo gobierno de Colombia.

La Cancillería venezolana expresó en un comunicado el rechazo por la postura asumida por Bogotá en relación con las detenciones de los colombianos el mes pasado, y afirmó que era "inaceptable" la posición del gobierno de Uribe, quien exigió el respeto de los derechos humanos de los arrestados.

Al desestimar el reclamo colombiano la Cancillería sostuvo que el gobierno de Uribe recurre a "una maniobra de distracción, ante la gravedad de hechos que demuestran la acción constante de grupos conspirativos, contra la paz y la seguridad" de Venezuela.

Así mismo, la Cancillería dijo que las declaraciones de Uribe "constituyen un intento para minar de forma duradera el posible camino al restablecimiento de relaciones normales con Venezuela".

"No contento con haber destruido las relaciones políticas, diplomáticas y comerciales entre Venezuela y Colombia, ahora pretende forzar a quien le suceda en el cargo a adoptar ese triste legado", agrega el escrito.

El ministro de Relaciones Interiores venezolano, Tareck El Aissami, también rechazó las críticas de Bogotá, y dijo el viernes a la televisora estatal que en el caso de los ocho detenidos se ha actuado "conforme a lo que establece la Constitución".

El Aissami atribuyó a una "infamia de la burguesía mundial" los señalamientos sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela, e insistió en que el país hay "plena garantía de derechos humanos".

El ministro informó que en el caso "se he recabado otros indicios más graves aun de lo que teníamos", pero no ofreció detalles.

El presidente Hugo Chávez defendió en la víspera las detenciones de los ocho colombianos, y dijo que "estos señores están aquí respetándoles todos los derechos humanos".

Chávez afirmó que los detenidos despertaban sospechas por "computadoras, muchas fotos, códigos secretos o semisecretos, actividades extrañas, contradicciones entre ellos mismos".

El gobernante negó que en Venezuela se esté persiguiendo a los colombianos, y aseguró que esos señalamientos forman parte de una "campaña de descrédito".

En Bogotá, el canciller Jaime Bermúdez expresó sus dudas en torno a las garantías y el respeto a los derechos humanos de los connacionales detenidos y criticó declaraciones de funcionarios venezolanos sobre Colombia, que calificó de "despectivas".

Sin embargo, ratificó la voluntad de Colombia de dialogar sobre "los temas de fondo", como son la seguridad y el intercambio comercial entras las dos naciones.

"Tenemos serias dudas de cómo se adelantan esos procesos (de juzgamiento y tratamiento a los detenidos) y nos preocupa mucho que distintas entidades del gobierno de Venezuela, de distintos rangos, han hecho comentarios despectivos hacia los colombianos", dijo el canciller a reporteros.

En Colombia, indicó, "mantenemos la disposición de hablar para tratar los temas de fondo en serio, esto no es un tema de solamente una sonrisa de los presidentes... de gestos de amistad, esto es un tema para discutir temas de seguridad, los temas de comercio, que nos preocupan, también nos preocupan los temas de los derechos de los colombianos".

El Aissami confirmó el martes que antes de la Semana Santa fueron detenidos dos colombianos en el estado centro costero de Aragua y que poco después fueron aprehendidos otros seis en el estado suroccidental de Barinas, pero no dio detalles.

Sólo dijo que eran sospechosos del delito de "espionaje sobre el sistema eléctrico nacional".

Al ser preguntado sobre quiénes estarían detrás de la supuesta acción de espionaje, el ministro dijo que la nacionalidad de los detenidos es "ya un elemento preocupante".

Tanto Uribe como parientes de algunos de los detenidos han negado la versión del espionaje y mantienen que algunos de ellos estaban radicados en la vecina nación desde hace varios años trabajando en una fábrica artesanal de helados en Barinas. Chávez ha considerado una "fachada" la versión de la fábrica.

Los gobiernos de Venezuela y Colombia se mantienen distanciados desde mediados del año pasado luego de que Chávez decidió "congelar" las relaciones en protesta por el acuerdo militar firmado por Bogotá y Washington que permite a tropas estadounidenses utilizar bases colombianas.

AP.