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Venezuela insiste en sabotaje de colombianos

El ministro de Interior de Venezuela, Tareck El Aissami, aseguró este viernes que existen "indicios más graves" que apuntan a un supuesto plan para desestabilizar la red eléctrica nacional por parte de "espías" colombianos.

Alianza BBC
10 de abril de 2010

El Aissami hacía referencia a la detención hace unos días de ocho ciudadanos colombianos en diversos puntos del país.
 
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, pidió recientemente que Venezuela respete los derechos humanos de los detenidos, que según el gobierno de Bogotá ascienden a 20 personas.
 
Pero Caracas acusa al gobierno de Uribe de comportarse como una "víctima" y de "destruir" las relaciones bilaterales, que se encuentran congeladas tras constantes roces entre ambos gobiernos durante el último año.

Intercambio de acusaciones
 
"Una vez más pretende el gobierno actual de Colombia presentarse como víctima, en un caso que implica a un grupo de personas capturadas en flagrancia con pruebas de espionaje", dijo Aissami, quien calificó como "inaceptable" la posición mantenida por Uribe.
 
Según dijo el ministro, la actitud de Uribe mina una futura conciliación y restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, "no contento", añadió, "con haber destruido las relaciones políticas, diplomáticas y comerciales entre Venezuela y Colombia".
 
La reacción colombiana fue inmediata. El canciller Jaime Bermúdez recordó que fue Venezuela quien decidió establecer un embargo comercial a Colombia desde el mes de agosto pasado y pese a este reciente desacuerdo dijo estar abierto a una "interlocución directa bajo las bases del respeto".

El "complot"
 
"Computadoras, fotografías, códigos secretos o semisecretos, actividades extrañas, contradicciones entre ellos" son, según Aissami, algunos de los indicios que mantienen bajo sospecha a los ocho colombianos arrestados.
 
Pero ahora el también ministro de Justicia afirma que hay pruebas "más graves", aunque no aportó detalles al respecto "para no entorpecer las investigaciones", aunque prometió dar información muy pronto.
 
A principios de esta semana el gobierno de Venezuela confirmó la detención de dos colombianos en el estado de Aragua y otros seis más en el estado de Barinas, al oeste del país.
 
Parientes de los detenidos afirman que la mayoría forman parte de la misma familia, y son trabajadores de una fábrica de helados en la localidad de Barinitas.
 
Reclamos de Uribe
 
Por su parte, el gobierno de Colombia informó que serían 20 y no ocho el total de ciudadanos colombianos detenidos en Venezuela, versión no confirmada por las autoridades de Caracas.
 
Este mismo viernes el presidente colombiano, Álvaro Uribe, volvió a pedir a Venezuela que respete la presunción de inocencia de los acusados, algunos de los cuales insistió son "pequeños empresarios de una fábrica artesanal de helados".
 
La cancillería colombiana solicitó además a la Comisión Americana de Derechos Humanos que asegure el respeto a los derechos de los detenidos.
 
También criticó que el gobierno del país vecino no haya dado todavía respuesta al asesinato de ocho colombianos, un venezolano y un peruano el año pasado en el estado de Táchira.
 
Los fallecidos fueron secuestrados en octubre mientras disputaban un partido de fútbol y días después sus cuerpos se hallaron diseminados en un área cercana.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela permanecen congeladas desde que el gobierno de Uribe anunciara la firma de un acuerdo militar con Estados Unidos, que permitirá al ejército estadounidense hacer uso de bases militares colombianas.
 
En respuesta, Caracas decidió suspender cualquier tipo de relación comercial con el país vecino.
 
En los últimos tiempos, el gobierno venezolano expresó además que no tiene intención de negociar más con el presidente Uribe y espera restablecer el diálogo con quien le suceda en las próximas elecciones presidenciales del 30 de mayo.