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¿Y ahora qué?

Después de la derrota en las elecciones del domingo, ¿qué les espera a Horacio Serpa, Luis Eduardo Garzón y Noemí Sanín?

26 de mayo de 2002

En su discurso de aceptación de la derrota del domingo pasado el candidato oficial del Partido Liberal lanzó algunas pistas para entender cuál será su futuro político. Tras dos fracasos consecutivos Serpa dijo: “Renuncio de una vez y para siempre a aspirar a la Presidencia de la República”. De esta manera el líder liberal deja el camino libre a la llegada de una nueva dirigencia a la organización política más importante del país y amplía la posibilidad de que el partido supere la división que marcó estas elecciones y se abra una bajo la dirección del nuevo presidente Uribe.

¿Se retira Horacio Serpa de la vida pública tras 32 años de actividad, en la que se desempeñó desde concejal de pueblo hasta ministro de Gobierno y director del Partido Liberal? Sus palabras del domingo fueron tajantes: “Seguiré en la política”. A pesar de ser un luchador y ocupar los cargos más importantes de las tres ramas del poder público, con excepción de la primera magistratura, queda en el aire qué nuevos papeles asumirá Horacio Serpa en el panorama político colombiano al renunciar a ser presidente y al abandonar la dirección de la colectividad roja.

Es claro que el serpismo muere con esta campaña presidencial y que los políticos liberales que lo acompañaron buscarán en el Congreso y en las regiones nuevas alianzas y apoyos que permitan su supervivencia. Así que, sin apoyo parlamentario y sin la aspiración, los espacios políticos que tendría Horacio Serpa se han reducido dramáticamente. Con su derrota se cierra un capítulo en la historia del Partido Liberal y se abre otro nuevo con caras distintas provenientes de una nueva generación de dirigentes. Aunque siempre se ha dicho que no hay ningún muerto en la política las oportunidades de supervivencia de Serpa en el escenario nacional parecen haberse acabado.



Lucho: ¿la oposicion?

De Lucho se podría decir que ganó perdiendo. De la campaña que competía contra el margen de error a principios de año quedó el recuerdo con los casi 700.000 votos que sacó el domingo pasado. Aunque muchos calculaban más de un millón lo cierto es que, después del triunfo de Alvaro Uribe en la primera vuelta, el tercer lugar de Garzón en estas elecciones es de los hechos más sorprendentes. ¿Qué viene ahora para el Polo Democrático cuando se ha convertido de la noche a la mañana en la segunda fuerza política del país si se tiene en cuenta que tanto Uribe como Serpa provienen del liberalismo?

Garzón y los congresistas que lo acompañaron enfrentan un serio dilema: ¿cómo convertirse en una oposición seria, fuerte y responsable frente al nuevo gobierno de Alvaro Uribe? El propio Garzón habló del camino de la oposición el domingo al finalizar las elecciones. Sin embargo esta opción política depende de la supervivencia del Polo Democrático. A Lucho le queda muy difícil congregar los sectores opositores al gobierno sin la base parlamentaria del Polo.

Por otro lado, los congresistas del Polo saben que una votación tan alta para la izquierda democrática no puede dejarse perder y serviría para impulsar iniciativas como la reforma política e influir en aspectos de la reforma pensional. De las decisiones que tomen Garzón y su bancada política depende el futuro de un embrión de fuerza de izquierda que podría ser flor de un día o convertirse en una opción real de poder en las próximas elecciones locales de 2003.



Sanin: la trampa del centro

De la estrella de las elecciones de 1998 y del símbolo de los candidatos independientes hoy sólo queda un cuarto lugar y unos 640.000 votos. Sanín ha anunciado que esta sería su última campaña presidencial y los resultados tampoco le auguran un futuro en la política, al menos en el escenario nacional. La candidata cayó víctima de una opinión pública que le apostó a la derecha y a la izquierda y por eso su programa de centro terminó ahogándose en la polarización.

Dado su carácter independiente, Sanín no tiene ni partido ni congresistas, por lo que se puede afirmar que el movimiento Sí Colombia no sobrevivirá estas elecciones. Más aún, algunos de sus más cercanos colaboradores suenan para el gabinete ministerial del nuevo Presidente. Si los espacios partidistas de Serpa están muy reducidos los espacios independientes de Noemí son prácticamente inexistentes.