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...y ahora el Valle

La Fiscalía y la Corte Suprema investigan los vínculos del narcotráfico con alcaldes, congresistas y altos funcionarios de la Policía del Valle del Cauca.

13 de septiembre de 2008

Después de que estalló el escándalo por la infiltración del narcotráfico en la Policía y la Fiscalía de Antioquia, al parecer empieza a destaparse el capítulo del Valle. La salida del general Jesús Antonio Gómez Méndez, jefe de la regional cuatro de Policía, que opera en el suroccidente del país, dejó un mal sabor en el gobierno porque se trata del segundo alto oficial que cae en menos de un mes, bajo sospecha de corrupción. De hecho se sabe que en el Valle la mafia ha logrado insólitos niveles de penetración en las instituciones.
Las primeras alarmas se sintieron hace dos años con la masacre de Jamundí, donde la justicia comprobró que varios militares, asesinaron a sangre fría a un grupo élite de la Policía, para proteger a ‘don Diego’, el gran capo del norte del Valle.

La Policía no ha escapado a la infiltración. Para nadie ha pasado inadvertido que el asesinado capo Wilber Varela, alias ‘Jabón’, era un ex policía, y que muchos de sus sicarios y mandos medios eran también hombres que habían salido de esa institución. Incluso ‘Comba’, hoy jefe de Los Rastrojos, ejército privado que dominaba Varela, según reportes de inteligencia, contactos con oficiales de la Policía, de la Fiscalía y con jueces que los han beneficiado. Una investigación que recientemente adelantaba la Sijín en contra de esta organización se vio entorpecida por la filtración de expedientes y órdenes de captura, y con medidas judiciales que terminaron por dejar sin piso la actuación policial.

Y a eso hay que sumarle que el capítulo de la narco-política empieza a abrirse, y promete ser escandaloso. El primer nombre que salió a la palestra fue el del controvertido senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, a quien el jefe paramilitar Éver Veloza o ‘H.H.’ señaló sin titubear como aliado de la mafia. Martínez Sinisterra viene siendo investigado por la Corte Suprema de Justicia, entre otras cosas, por su cercanía con reconocidos narcotraficantes del Pacífico como Olmes Durán Ibargüen y Wenceslao Caicedo.

Pero Martínez no es el único legislador bajo la lupa de la Corte. En su ventilador, ‘H.H.’ también ha mencionado a Luis Carlos Restrepo Orozco, oriundo de Cartago, y a quien se le atribuyen relaciones con miembros del cartel del norte del Valle, entre ellos el asesinado Ariel Rodríguez, alias el ‘Diablo’ quien fue fórmula al Concejo de Restrepo cuando éste ganó la Alcaldía de Cartago en 2000.

El otro que puede terminar salpicado es el actual gobernador del Valle Juan Carlos Abadía, hijo del cuestionado ex parlamentario Carlos Herney Abadía, condenado en el proceso 8.000 por recibir dineros del cartel de Cali. El gobernador hizo campaña de la mano de Martínez Sinisterra, quien a su vez es aliado político de su padre.

Abadía y el general Gómez Méndez habían sido duramente cuestionados por el crecimiento de los ejércitos del narcotráfico, especialmente de Los Rastrojos, sin que se lograra contenerlos. Entonces en julio pasado ambos funcionarios mostraron ante los medios de comunicación, con bombos y platillos, a cuatro personas que habían sido liberadas, después de que fueran supuestamente secuestradas por Los Rastrojos en Cúcuta.

El problema es que no hubo capturas y cada uno de los recién liberados dio versiones tan diferentes de lo ocurrido que en Cali empezó a especularse que se trataba de un falso positivo. El propio comandante de la Policía de Cúcuta, coronel Carlos Enrique Villadiego, le restó credibilidad al hecho, “A quién le cabe en la cabeza que la víctima de un secuestro es trasladado desde Cúcuta hacia otra región en un vuelo comercial y pasan todos los controles del aeropuerto sin problema alguno”, dijo a SEMANA, y aclara que no tiene denuncia alguna por ese secuestro.

En todo caso, el tema de la narco-política y de la infiltración de la mafia en el Valle apenas comienza. Y muchos temen que habrá un remezón grande.