Home

Nación

Artículo

Diego Palacio. | Foto: Archivo SEMANA

NACIÓN

CTI captura al exministro de Salud de Uribe, Diego Palacio

Miembros de ese organismo investigador dan cumplimiento a la orden de la Corte Suprema que lo condenó por el caso de la 'Yidispolítica'.

15 de abril de 2015

Tres horas después de emitido el fallo condenatorio contra los exministros Sabas Pretelt y Diego Palacio, el Cuerpo Técnico de Investigación dio cumplimiento a la primera captura.
 
Se trata del exministro Diego Palacio, condenado a seis años de cárcel por haber entregado dádivas a excongresistas para que votaran la reelección presidencial del gobierno Uribe.
 
La captura se dio en la calle 81 con carrera octava, en el norte de Bogotá, a donde llegó un piquete de la Fiscalía.
 
Aún se desconoce el lugar de reclusión del exministro, pero se cree que por su condición de alto funcionario, iría a un centro especial.
 
La Corte en su fallo dejó claro que en el caso del exministro Palacio se demostró que había contratado a Vania Constanza Castro Varona, nuera de Teodolindo Avendaño (excongresista que negoció su voto para aprobar la reelección), para atender asuntos de Foncolpuertos en la ciudad de Cali, al igual que el ofrecimiento de una notaría que, un año más tarde, le entregó Sabas Pretelt de la Vega a Teodolindo.
 
Así mismo, el ofrecer a Yidis Medina la dirección de la Clínica Primero de Mayo de Barrancabermeja, donde fue nombrado el ingeniero químico Carlos Correa Mosquera.
 
“Los tres acusados –concluye la Corte– actuaron mancomunadamente, guiados por el mismo propósito: procurar disipar el quórum de los 18 congresistas que apoyaban la solicitud de archivo, y prevalidos de su condición de miembros del equipo de Gobierno y conocedores del interés que el presidente de la República tenía en que la reelección presidencial cumpliera satisfactoriamente el trámite legislativo en el Congreso, le hicieron ofrecimientos a Yidis Medina y a Teodolindo Avendaño de los cargos que podían estar disponibles, para asignárselos en pago, a la primera, con el fin de realizar un acto contrario a sus funciones y, al segundo, para que lo omitiera”.