La Primera División del Ejército confirmó que en la tarde de este jueves, 23 de marzo, arribaron las honras fúnebres del Sargento Segundo Johan Andrés Orozco Neira, quien falleció el pasado domingo, 19 de marzo, cuando iba a bordo de un helicóptero que se precipitó y cayó sobre la zona urbana de Quibdó, Chocó.
El uniformado era oriundo de Barranquilla. Los restos llegaron a la base aérea de Cacom número 3, en el municipio de Malambo, en donde militares y familiares se encargaron de recibirlos.
“Acompañamos en Barranquilla a la familia de nuestro Sargento Segundo Johan Andrés Orozco Neira, fallecido en el fatídico accidente del helicóptero UH1N ocurrido en Quibdó, Chocó. Familiares y amigos, Colombia está con ustedes”, trinó la institución armada en su cuenta de Twitter.
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“Nuestro Sargento Segundo ingresó a la Escuela Militar de Suboficiales en marzo de 2008 y ascendió al grado de cabo tercero en septiembre de 2009. Desde entonces siempre cumplió con el deber”, se lee en la publicación.
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Una de las premisas que toma fuerza sobre la explicación del siniestro es la remoción accidental del rotor de la cola del helicóptero que, entre tantas cosas, facilita el control y estabilidad durante el vuelo. Mientras que el despegue de esta parte de la máquina, que supuestamente causó el accidente, es un completo misterio que se está tratando de resolver cuanto antes.
Esa fue la petición que emitió el presidente Gustavo Petro cuando se confirmó el hecho: “Hace pocos minutos se precipitó un helicóptero del Ejército en Quibdó que cumplió labores de abastecimiento. He dado la orden a las autoridades [de] desplazarse inmediatamente a la zona para atender la emergencia e investigar las causas”.
Se trató de la aeronave Bell UH1N de matrícula EJC4227 que estaba adscrita al Batallón de Movilidad y Maniobra de Aviación número siete de la institución que, tal como lo informó el mandatario, realizaba una operación militar de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán en las zonas más apartadas del departamento de Chocó donde se encuentran otras tropas.
A bordo se encontraban el capitán Héctor Mauricio Jerez Ochoa, piloto al mando; la teniente Julieth Girleza García Cordero, piloto; el sargento segundo Johan Andrés Orozco Neira, jefe de la tripulación; y el sargento segundo Rubén Ricardo Bartolomé Leguizamón Perilla, técnico de vuelo. Ninguno sobrevivió al fuerte accidente del helicóptero.
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Se conoció que Jerez Ochoa tenía entrenamiento especializado en Estados Unidos para el tipo de aeronave que estaba conduciendo. Además, recibió seis distintivos por su paso por la institución. Se destaca, por ejemplo, exaltaciones por lancero, paracaidista militar y avanzado en combate, también reconocido por las operaciones contra el narcotráfico.
García Cordero se consagró como la primera mujer piloto del Ejército Nacional en el helicóptero UH 1N. “Desde que inició su carrera militar se destacó por ser una oficial disciplinada, con actitud positiva para atender las necesidades del servicio”. Por su experiencia y capacidades demostradas, se le pidió adelantar el curso de piloto.
Orozco Neira ingresó a la Escuela Militar de Suboficiales en marzo de 2008 y ascendió al grado de cabo tercero en septiembre de 2009. “Durante su carrera militar se destacó por su espíritu de servicio y constante preparación, que lo llevaron a adelantar estudios y cursos tales como maestro de soga rápida, lancero y mantenimiento aeronáutico”.
Finalmente, Leguizamón Perilla tenía formación como tripulante de vuelo UH 1N, además de derechos humanos y derecho internacional humanitario. “En el año 2021, su destacada labor en la Aviación del Ejército fue reconocida con la medalla Servicios Distinguidos en Operaciones de Aviación”, informó la unidad en un comunicado de prensa.