Correa conocía de investigación a Chauvín

26 de febrero de 2009

El presidente Rafael Correa conocía desde hace siete meses que un ex funcionario de su gobierno era investigado en un caso de narcotráfico, informaron fuentes oficiales el miércoles, mientras el ex jefe de la unidad policial que develó el hecho es "perseguido" por las autoridades actuales, según su abogado.

El capitán de policía Rommy Vallejo, jefe de seguridad de la presidencia, confirmó que "aproximadamente en el mes de julio del 2008" fue informado por el mayor de policía Manuel Silva, ex jefe de la UIES (Unidad de Investigación Especiales) "que un ex funcionario del gobierno estaba involucrado en una investigación que ellos venían realizando de narcotráfico".

"Al señor presidente le indiqué esta situación a lo que él supo responder: 'que se investigue hasta las últimas consecuencias''', señaló.

El caso se hizo público recién en enero y el ex funcionario José Ignacio Chauvin guarda prisión desde el 4 de febrero investigado por su presunta relación con una red de narcotráfico.

Pero el tema no ha dejado de provocar polémica por pedidos de la oposición de que el gobierno aclare supuestas relaciones con el narcotráfico y con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Chauvin fue subsecretario de Coordinación Política del ministerio de Gobierno entre enero y mayo del 2007 y al entregarse a la justicia reveló que se reunió siete veces con el extinto líder de las FARC Raúl Reyes, sin ser funcionario del gobierno, con el objetivo de buscar la liberación de secuestrados.

En una audiencia ante la fiscalía el miércoles, Chauvin acusó a ex policías, ex militares y medios de comunicación de ser "conspiradores" que buscan "echar abajo" al gobierno con su caso, según su abogado, Raúl Llerena.

El ex ministro de Gobierno y de la cartera de Seguridad, Gustavo Larrea, que era jefe de Chauvin, abandonó sus aspiraciones a ser asambleísta por el partido de gobierno en las elecciones de abril aunque no esté implicado en el caso.

"Hay una serie de personas que están relacionadas y que tendrán que responder ante la justicia", afirmó el ministro de Gobierno, Gustvavo Jalkh, que acompañó a Vallejo en una rueda de prensa.

Ramiro Aguilar, abogado de Silva dijo a la AP que el ex jefe policial "está donde debe estar para protegerse y estar a buen recaudo" en un lugar que no identificó.

Silva era jefe de la UIES y comandó los operativos antinarcóticos del caso Ostaiza. Pidió su baja el 12 de febrero, tras ser designado en otro cargo y debido a que consideró que la policía no le brindaba "garantías de seguridad" para seguir trabajando al hacer acusaciones públicas develando su identidad que debía ser protegida.

Silva fue señalado por el gobierno de no haber capturado a Chauvin oportunamente y ahora es investigado por presuntamente haber entregado equipos e información a funcionarios de la embajada de Estados Unidos, colaboradores en la lucha antidrogas.

El cambio de puesto de Silva generó cuestionamientos de funcionarios estadounidenses, por los cuales el gobierno ecuatoriano expulsó del país a dos diplomáticos de ese país a los que acusó de cometer intromisiones en asuntos internos.

"Creo que hay una persecución hacia Manuel Silva desde la comandancia general de policía", aseguró Aguilar.

"En el fondo el problema está en el hecho de que Silva, como comandante de la UIES, develó una red de narcotráfico vinculada a sectores políticos del gobierno", agregó.

En la carta de renuncia del mayor Silva, a la que tuvo acceso la AP, el ex policía sostiene que "súbitamente se ha desatado una persecución en mi contra y de la Unidad de Investigaciones Especiales".

Dirigiéndose al comandante de la policía, general Jaime Hurtado, le acusa de querer "silenciar con expedientes administrativos a quienes, oportunamente, alertamos a la superioridad de la posible permanencia en suelo ecuatoriano de narco-guerrilleros de las FARC y de sus contactos a niveles altos del gobierno".

Con información AP