SEGURIDAD

¿Por qué Colombia escogió abrirle siete bases a EE.UU. ?

En un informe publicado este martes, la Fundación Ideas para la Paz sostiene que esta fue una decisión estratégica del gobierno Uribe para asegurarse la continuidad de la cooperación militar estadounidense.

29 de septiembre de 2009

Un informe de la Fundación Ideas para la Paz, un centro de pensamiento dedicado a la investigación del conflicto colombiano y su superación, titulado “El acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos: Una apuesta estratégica”, asegura que el debate sobre la decisión colombiana de abrirle siete bases militares a Estados Unidos, ha tenido mucho de mala información de parte del gobierno colombiano y bastante dramatismo impulsado por Chávez con su agenda armamentista debajo del brazo.

Sin embargo, dice el reporte, que la decisión vino como un paso lógico después de que varios sucesos pusieran en duda la eficacia de la intensa cooperación que Estados Unidos le ha venido dando a Colombia para la lucha antinarcóticos y contra las Farc.

Cita entre otros, un informe del Contralor estadounidense (la oficina GAO que depende del Congreso) que expresaba las preocupaciones de funcionarios estadounidenses y colombianos, porque si bien reconocían que el clima de seguridad había mejorado, se requería “continuar con la cooperación tanto en el ámbito militar como en el social antes de que estos logros puedan ser considerados irreversibles. En este orden de ideas, mientras que lo que queda del Plan Colombia se invertirá mayoritaria¬mente en su componente social, era clave para el gobierno colombiano darle algún tipo de continuidad a la cooperación militar”.

Para eso, sostiene la FIP, se hizo el acuerdo de la bases. Y aclara que estas no son bases estadounidenses en Colombia, o que “al menos por lo que se sabe no arribará al país equipo militar estratégico que pueda ser considerado como una amenaza por los vecinos. Incluso, el propio comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, General Jorge Ballesteros, subrayó que no habrá aviones de combate estadounidenses en las bases colombianas”.

Explica el reporte que el enorme escándalo se armó sobre todo por las alarmas que predió el presidente venezolano Hugo Chávez, quien desde hace varios años tiene la convicción de que Colombia será el “portaaviones” de Estados Unidos para derrocarlo.

Prueba de ello, dice el informe, es que Chávez nunca ha protestado por la presencia de Estados Unidos en una FOL en Curazao desde 1999 que está a pocas millas de las costas de su país. “ ¿Por qué el mandatario venezolano no considera la presencia estadounidense en las Antillas holandesas como una amenaza latente, una punta de lanza de Washington en contra de Venezuela?”, se pregunta el reporte.

También sostiene que los temores de Chávez frente al armamentismo colombiano son infundados pues el creciente gasto militar en Colombia está dirigido básicamente a combatir los grupos ilegales armados dentro de su territorio, y a reprimir la producción y tráfico de drogas ilegales. “El grueso del esfuerzo ha ido a aumentar significativamente el pie de fuerza, ofrecerle movilidad con medios helicoportados, y equipar a la fuerza aérea con aeronaves de ataque a tierra”. Y es en esa estrategia que el gobierno colombiano considera que necesita el respaldo estadounidense.

Por el contrario, Chávez ha aumentado en forma radical su capacidad militar convencional, no solo comprándole un costoso arsenal a Rusia (7.500 millones de dólares en 2008) sino firmando con el Kremlin millonarios acuerdos en cooperación energética. Recuerda la FIP que en marzo de 2009 “el presidente Chávez anunció que permitirá a los bombarderos es-tratégicos de la fuerza aérea rusa utilizar la base aérea de la isla de la Orchila en el Caribe venezolano. En palabras del jefe del Estado Mayor de la Aviación Estratégica de Rusia, General Anatoli Zhijariov: 'Chávez nos ofreció una isla entera con un aeródromo que podremos utilizar como base temporal para nuestros bombarderos estratégicos' ".

Venezuela ha triplicado su gasto militar, pasando de 1.112 millones de dólares en 2003 a 3,300 millones de dólares en 2008.

Al gobierno colombiano le preocupa el armamentismo del país vecino, pero especialmente lo desvela el hecho de que en “2005 el gobierno venezolano se echó para atrás en la decisión de igualar el calibre de la munición de sus fusiles al estándar OTAN de 5.56x45mm, y curiosamente decidió mantener el viejo calibre 7.62x39mm para sus nuevos AK-103.27 Resulta que este calibre es exactamente el mismo de la mayoría de armas largas que utiliza la guerrilla colombiana”, dice el informe. Esta decisión, combinada con información que en diversas ocasiones ha tenido el gobierno colombiano de que altos funcionarios del gobierno chavista han colaborado con las Farc, hace que el nivel de desconfianza del gobierno Uribe hacia su vecino sea muy grande.

Idealmente, concluye el informe, para conseguir contener y combatir a la guerrilla y a otros fenómenos criminales dentro de sus fronteras, la estrategia más lógica para Colombia sería la de la cooperación activa con sus vecinos. Y esta se ha dado permanentemente tanto con Perú como con Brasil (a pesar de la incomodidad de Lula con el asunto de las bases, nunca ha cesado su política de cero tolerancia a las Farc). Pero ha sido difícil con Ecuador, después de que la incursión colombiana para matar a un jefe guerrillero en territorio de ese país causara heridas a la relación con el vecino del sur que hasta ahora empiezan a sanar. Y por el nivel de desconfianza mutua, ha sido casi imposible con Venezuela.

Por esto, termina el informe de la FIP “el gobierno del presidente Uribe aprovechó la ventana de oportunidad que significó el cierre de la base de Manta, y acordó la utilización de siete bases en Colombia con colaboración técnica en inteligencia por parte de los Estados Unidos para así asegurar la cooperación militar con este país que resulta clave para consolidar su política de seguridad interna. Una oferta difícil de rechazar que resulta incómoda para unos y amenazante para otros, que deja a Colombia con el eterno dilema: ¿cómo seguir mirando hacia el norte sin darle la espalda al sur?”
 
Lea aquí el informe completo.