Marta Lucia Ramirez, candidata presidencial del Partido Conservador. | Foto: Guillermo Torres

POLÍTICA

La otra reelección que enfrenta Marta Lucía Ramírez

Cinco de los nueve magistrados del CNE aspiran a reelegirse y para ello necesitan los votos de la Unidad Nacional.

18 de febrero de 2014

La validez o la anulación de la Convención del Partido Conservador, en la que se proclamó a Marta Lucía Ramirez candidata presidencial, es quizá la decisión que tiene entre manos el Consejo Nacional Electoral que acapara todos los reflectores del país político. Las consecuencias de lo que decida el máximo tribunal electoral podrían variar una vez más el ajedrez político de cara a las elecciones presidenciales.

Porque más allá de determinar si la convención se realizó ajustada a los estatutos del conservatismo, el CNE tiene entre sus manos la decisión de si el Partido Conservador, la segunda fuerza política del país, se enfrenta en las presidenciales a Juan Manuel Santos, o si, por el contrario, los parlamentarios del partido, quienes tienen el poder de la maquinaria electoral, tienen la libertad de apoyar la reelección de Santos.

El pasado lunes, el expresidente Álvaro Uribe, quien desde cuando está en la oposición al Gobierno ha recibido información privilegiada en muchos aspectos de la política nacional, afirmó que el CNE le daría un golpe de gracia a la candidatura de Marta Lucía Ramírez. A través de su cuenta en Twitter, Uribe acusó al presidente Santos de estar intrigando y presionando al CNE, cuya mayoría es de la Unidad Nacional, de estar forzando para que se declare la ilegalidad de la Convención azul. “En Consejo Electoral, seguros de suspender convención Conservadora por presión del presidente Santos y de la mermelada”, afirmó.

La afirmación de Uribe alimentó la suspicacia alrededor de la decisión del CNE. Más aún cuando una mayoría de los nueve magistrados, cinco en total, aspiran a ser reelegidos en su cargo. Se trata de los magistrados Nora Tapias, Luis Bernardo Franco, Idayris Yolima Carrillo, Emiliano Rivera y José Joaquín Plata. Para que sean reelegidos deberán ser escogidos por el Congreso en pleno, y para ese propósito deberán cuidar sus votos, los de los congresistas de la Unidad Nacional. Es por eso que una decisión en el sentido de anular la convención del conservatismo podría darles el favor de las mayorías, en caso de que, como es previsible, la Unidad Nacional mantenga su representación en el próximo Congreso.

Es por eso que Marta Lucía Ramirez, quien se enfrentó a la reelección de Santos en la convención de su partido y salió triunfante, ahora tiene que luchar contra los intereses reeleccionistas de cinco magistrados del CNE.

Sin embargo, luego de que la Procuraduría anunció la vigilancia a este proceso que adelanta el CNE, la decisión de estos cinco magistrados estaría más vigilada por el organismo de control. También las de otros dos magistrados, Pablo Gil de la Hoz y Joaquín José Vives, que pertenecen a la Unidad Nacional, aunque no pueden reelegirse.

De momento son los magistrados Juan Pablo Cepero y Óscar Giraldo quienes se inclinan a rechazar la impugnación de la Convención presentada por el exviceministro de Justicia Guillermo Reyes y respaldada por 18 senadores que aún defienden la tesis de que el partido debe tener un candidato de coalición para las próximas elecciones presidenciales.

Aunque en apariencia las cargas dentro del CNE se inclinan a anular la Convención del Partido Conservador, el magistrado ponente, J. J. Vives, aceptó la petición del abogado del Partido Conservador para que se practiquen otras pruebas adicionales en este proceso.

Por eso pidió la declaración de los congresistas José Darío Salazar, César Tulio Delgado, Heriberto Sanabria, Jorge Hernando Pedraza y Juan Mario Laserna, precisamente los congresistas que se quedaron hasta el final de la Convención del 26 de enero y quienes promovían la posición de que el partido debía tener candidato presidencial propio.

El propósito es que, bajo la gravedad de juramento, se refieran a lo que percibieron en relación con las garantías dadas por el Directorio Nacional Conservador a los distintos participantes de la Convención.

Otras figuras del conservatismo como José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán; el veedor del partido, Gustavo Cuello; el exmagistrado Hernando Yepes, y el exconsejero de Estado Julio César Uribe Acosta. Ellos deberán controvertir la tesis de los llamados conservadores santistas que impugnaron la Convención precisamente por falta de garantías.

Pero quizá la decisión de mayor trascendencia fue la de citar a una audiencia pública en la que las partes se encargarán de debatir los argumentos a favor y en contra de la legalidad de la Convención. Esta audiencia quedó pactada para este jueves 20 de febrero.

Nunca antes una decisión del CNE había generado tanta expectativa. En juego está la presencia de Marta Lucía Ramírez, a nombre del conservatismo en el próximo debate electoral. En teoría, al Gobierno y a la Unidad Nacional les convendría que los conservadores, que pueden ser determinantes en una primera vuelta, no tuvieran candidato presidencial. Pero también analizan que una decisión en contra de la candidatura presidencial de Marta Lucía podría victimizarla a pocos días de las elecciones y generar un apoyo de las bases conservadoras al candidato uribista Óscar Iván Zuluaga.