Germán Vargas Lleras, aspirante a la vicepresidencia de Juan Manuel Santos. | Foto: Alejandro Acosta

POLÍITICA

“En La Habana se ha llegado más lejos que nunca”

Vargas Lleras se refirió al proceso de paz. Aunque se declaró escéptico, confía en que Santos lo lleve a buen puerto.

24 de febrero de 2014

Germán Vargas Lleras, la fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos, se ha conocido en el país como un político apegado a la autoridad y de mano dura frente a los grupos armados ilegales. Ese carácter es el mismo que ha ayudado a alimentar las especulaciones sobre su real posición frente a una de las políticas principales del actual gobierno, el proceso de paz que adelanta con la guerrilla de las FARC.

Las circunstancias políticas han hecho que Vargas Lleras se mantenga al margen del proceso. Aunque ha sido ficha clave del gobierno Santos, Vargas Lleras no ha definido públicamente su posición. En agosto del 2012, Santos anunció con bombos y platillos los resultados de las conversaciones exploratorias con voceros de la guerrilla que desembocaron en el proceso de diálogo. Para ese entonces, Vargas Lleras ya no era ministro del Interior, y, refugiado en la cartera de Vivienda, jamás hizo comentarios sobre el proceso de paz.

La única referencia sobre el tema había sido el impulso al proyecto que prorrogó los alcances de la ley de orden público, una ley que no cerraba las puertas a la salida negociada, pero que impuso una condición para futuros diálogos. Esa ley que impulsó Vargas Lleras prohibía que en el futuro este tipo de conversaciones se realizara en el interior del país y mucho menos en zonas de despeje militar. Esa ley fue quizá la primera piedra que le dio vía libre al proceso que hoy tiene lugar en La Habana.

Incluso, cuando el Congreso se ocupó de las agitadas discusiones sobre el marco legal para la paz, Vargas Lleras ya estaba fuera de la cartera del Interior, por lo que no hizo ningún pronunciamiento.
 
Pero hoy, luego de haber sido designado la fórmula vicepresidencial de Santos, a Vargas Lleras se le venció el plazo para mantener su silencio frente al proceso de paz, el cual lo tendrá que defender en campaña y en un eventual segundo gobierno, en calidad de segundo al mando.  

Pero este lunes, luego de que el presidente Juan Manuel Santos lo designó su fórmula vicepresidencial, Vargas Lleras dio sus primeras referencias sobre el proceso de paz. En entrevista con Noticias RCN manifestó que la discreción que ha mantenido frente al proceso obedecía a que aún sigue siendo, “como muchos colombianos”, escéptico frente al proceso de paz.

No en vano Vargas Lleras había sido quien en el 2001 denunció en el Senado de la República los abusos cometidos por las FARC en la zona de despeje que comprendía cinco municipios entre los departamentos de Meta y Caquetá, que sirvieron de escenario para el proceso de paz del gobierno del presidente Andrés Pastrana. Y tras el fracaso del proceso, se alineó con el entonces candidato Álvaro Uribe Vélez, quien defendía una posición contraria a la salida negociada: el fin del conflicto mediante la derrota militar de las FARC.

Pero hoy, como fórmula vicepresidencial de Santos, Vargas Lleras pareció dar un giro a su postura tradicional. Aunque mantenga el escepticismo, renovó su confianza en el presidente de la República y por primera vez reconoció que en la mesa de diálogo de La Habana se han alcanzado avances que nunca en la historia se habían logrado con la guerrilla de las FARC. “El escepticismo no me impide reconocer los avances que en las conversaciones ha tenido el Gobierno, creo que hemos llegado más lejos que nunca”, declaró.

Vargas Lleras también advirtió que había tomado la decisión de confiar en el presidente Santos en su política de paz. Y aseguró que si llegara a firmarse el acuerdo, no sería un obstáculo, como muchos lo advierten, en su instrumentación, por el contrario, se declaró un solado para ella.

“Se ha avanzado como nunca antes y qué bueno que ese acuerdo se pudiera concretar, qué satisfacción para este país que si el mismo se materializa podamos ver en el curso de este año la desmovilización de esa organización, la entrega de las armas y, por supuesto, el cumplimiento de los acuerdos a que se llegue. Si se logra materializar ese acuerdo, yo seré un soldado en la instrumentación del mismo”, dijo en declaraciones a RCN.

De momento, Vargas Lleras aún no fija posturas concretas sobre los principales puntos del acuerdo de paz, por ejemplo, si acepta que los guerrilleros puedan llegar a tener representación en el Congreso o que sus cabecillas reciban beneficios judiciales, como penas alternativas, incluso para delitos de lesa humanidad.

Posturas que deberá definir no sólo en la campaña política, sino en un eventual gobierno, aunque a partir de los pronunciamientos del propio Santos y de Vargas Lleras se advierte que quizá la Vicepresidencia se ocupe de asuntos diferentes al de la paz. Vargas Lleras pidió que se le otorguen funciones y objetivos que puedan ser verificables, y estos están más dirigidos hacia la cartera de infraestructura. Sin embargo, en el cargo de la vicepresidencia, es muy difícil que Vargas Lleras se resista a pronunciarse sobre los asuntos más trascendentes de la política nacional. Y eso sí, si los diálogos de paz de La Habana llegaran a fracasar, ya se conoce la mano dura de Vargas Lleras, quien además es uno de los presidenciables para el 2018. Una especie de garantía para los escépticos, pero también una advertencia a las FARC para que avancen en la firma del acuerdo final.