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ELECCIONES

La pelea perdida de Juan Lozano

Hace dos años el senador hizo los estatutos del partido en el que se limitaba la presencia de concejales en las asambleas de la colectividad. Hoy reclama.

30 de enero de 2014

Juan Lozano, uno de los 15 miembros del Partido de La U que votaron en contra de la reelección de Juan Manuel Santos en la Asamblea del partido, ha sido el único que se atrevió a deslegitimar los resultados de la misma al denunciar que la decisión se adoptó excluyendo más del 60 % de las bases populares del partido.

El mayor elector de La U en las elecciones del 2010 aseguró que de 2.200 concejales que tiene el partido, sólo se habilitó para participar en la Asamblea a 660. “Aquí se excluyeron a las bases populares. ¡Más de 1.600 concejales no tuvieron asiento en la Asamblea!”, reclamó con indignación.

Pero Lozano, al ser interrogado si impugnaría la Asamblea, tal como lo hicieron los congresistas conservadores que (al igual que Lozano) fueron derrotados en su respectiva Convención, respondió con evasivas. Reveló que había interpuesto nueve recursos, dos de ellos ante el Consejo Nacional Electoral, en los que ponía de manifiesto las presuntas irregularidades.

Lozano también se limitó a decir que la asamblea había vulnerado el derecho a la participación de los militantes. Pero lo que nunca aclaró es si por esa decisión, de que los congresistas escogieran qué concejales debían participar, se habían violado los estatutos de La U.

Quizá se cuidó de su respuesta, pues la presencia limitada de concejales en las asambleas quedó establecida en los estatutos de la colectividad, reformados en el año 2011 y elaborados por el propio Lozano, quien en ese entonces oficiaba como el director único del partido.

Óscar Rueda, secretario general de La U, le explicó a Semana.com que el artículo 27 de los estatutos del partido, “qué muy bien conoce Juan Lozano porque él estuvo al frente de su elaboración”, establece que en las asambleas participará un número de concejales por cada municipio. Y que será el director el encargado de reglamentar la forma de selección de los concejales, previa aprobación de la bancada de parlamentarios.

Rueda señaló que para esta Asamblea se adoptaron las mismas reglas de juego determinadas por Juan Lozano para la Asamblea del 2011, la famosa cita en la que participaron Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos en la que el mandatario dijo que no venía como un rufián de esquina a demostrar quién manda en el barrio.

En la Resolución del 16 de noviembre del 2011, que convocó a aquella Asamblea, Lozano ordenó que en aquellos municipios donde hubiera más de un concejal el vocero en la Asamblea sería escogido de los directorios departamentales, y en su ausencia, los congresistas del departamento. Es decir, la Asamblea que presidió Lozano tuvo las mismas reglas que hoy denuncia. “Si Lozano quería que participaran todos los concejales, ¿por qué no lo permitió en  la Asamblea que presidió?”, se pregunta Rueda, quien agrega que “por su posición política, quiere darle connotación jurídica a una decisión política”.  

Lozano se declaró disidente del partido en la junta de parlamentarios del 25 de julio del año pasado. Ese mismo día, al hablarle duro al presidente Juan Manuel Santos, pidió consultar a las bases del partido para saber si apoyaban la reelección.

Paradójicamente, Lozano presentó varios recursos para impedir la realización de la Asamblea. El 26 de enero presentó el primer argumento contra cualquier decisión de la bancada de congresistas sobre la Asamblea. La respuesta del partido fue que no procedía ninguna acción frente a decisiones futuras.

El segundo recurso fue contra la forma como se convocó a la asamblea virtual de los parlamentarios para consultarles si aprobaban que fueran los congresistas quienes escogieran a los 660 concejales que participarían en la Asamblea.

Dicha asamblea virtual fue convocada el 9 de enero a las 10:00 p. m. mediante correo electrónico. Dos horas después, a media noche, Lozano responde el correo advirtiendo que se estaban violando los estatutos.

Uno de los artículos de los estatutos que expidió Lozano autoriza a convocar asambleas virtuales entre parlamentarios, utilizando medios tecnológicos como celular, mensajes de texto, y correos electrónicos. En ese correo se les consulta a los congresistas si a la convención puede asistir un concejal por municipio, y tres en el caso de Bogotá, donde el partido tiene siete concejales.

Lozano, vía correo electrónico, participa y propone que todos los 2.200 concejales asistan. Sólo fue respaldada por el voto del representante Francisco Pareja. “Si Lozano quería que todos los concejales participaran ha debido establecerlo en los estatutos. Hace tres años parecía que no estaba preocupado por la restricción”, considera Rueda.

Quizá las condiciones eran diferentes en ese entonces, Uribe seguía siendo del partido. La tesis de Lozano es que los más de 1.600 concejales que no participaron defendían las tesis uribistas, las que dieron origen a La U. Lozano dice que más del 60 % de las bases no apoyan la reelección. Sin embargo, es algo que no se puede saber. De momento ningún concejal ha hecho el reclamo y ha denunciado la restricción con la que Lozano cobijó la Asamblea en la Santos salió aclamado para ir por la reelección.