. | Foto: Jorge Resptrepo/SEMANA

POLÍTICA

Los contradictorios días de Óscar Iván

Los problemas acosan a Zuluaga en momentos en que las encuestas le sonríen. Análisis de Semana.com

Armando Neira
7 de mayo de 2014

Aunque mostró seguridad e intentó ser claro, no se entendió la respuesta de Óscar Iván Zuluaga en la mañana de este miércoles cuando el periodista Darío Arizmendi le preguntó en el espacio ‘6 a. m. Hoy por Hoy’ de Caracol:

- ¿En caso de que usted sea elegido presidente, solicitará a Panamá extraditar a Colombia a María del Pilar Hurtado, exdirectora del DAS del gobierno de Álvaro Uribe y acusada de las chuzadas ilegales contra magistrados, figuras de la oposición y periodistas?

- Ella tiene un asilo político concedido legalmente por el gobierno de Panamá.

- Pero ¿la extraditará?

- “Tengo que someterme al cumplimiento de la ley”

- ¿La extraditará?

- ¿Es una decisión de Panamá?

La pregunta le cayó a Zuluaga en medio de la tempestad que atraviesa por el caso de sus asesores de la campaña presidencial en “protección de seguridad informática” el ingeniero Andrés Fernando Sepúlveda y su esposa, Lina Luna Rodríguez, quienes, según el fiscal general, Eduardo Montealegre, tenían una oficina cuya “finalidad era sabotear, intervenir y afectar el proceso de paz y atentar contra la seguridad nacional”.

El fiscal ha sido cuidadoso en aclarar que si bien la actuación del hacker ejercía una actividad delictiva con propósitos criminales y con fines políticos, los elementos de la investigación hasta ahora recopilados no le permiten deducir si trabajaba para una campaña determinada en vísperas de las elecciones. Zuluaga, por su parte, también ha sido enfático al señalar que si hubo un hecho irregular, él no estaba enterado de eso. Es decir, fue a sus espaldas.

En su intento por mostrarse transparente, Zuluaga ha creado más interrogantes. Dijo, por ejemplo, que la contratación de los esposos Sepúlveda y Rodríguez fue hecha y supervisada por el “director espiritual de la campaña”, Luis Alfonso Hoyos. Es decir, ¿la campaña que aspira a gobernar el país no tiene un director general sino uno espiritual? “Sí”, responde él. “Porque él se rige por la ética y los valores”.

¿Con qué ética se mantiene en un trabajo cibernético a una persona que pone en su Twitter los deseos de matar que tiene hoy? ¿Cuáles son los estándares para evaluar a un responsable de una campaña que escribe en la red que le gusta el olor a muerte? “Fallé yo”, reconoce Zuluaga y explica que ahora que lee esos trinos siente que son “escalofriantes”.

Sin embargo, el candidato valora el trabajo de la pareja de esposos en cuanto a la “protección de seguridad informática” que les brindaron a los miembros de la campaña. Pero, a reglón seguido, el propio Zuluaga denuncia que entre la guerra sucia que se libra por estos días, hackearon la cuenta de uno de sus hijos y le crearon un problema enorme.

Es decir que Sepúlveda y Rodríguez tampoco hicieron bien su trabajo para el que se les contrató puesto que dejaron inseguras las cuentas de los familiares de Zuluaga. Él reflexiona y dice que la pareja cumplió “tareas convenidas a plena satisfacción de la campaña y sin ninguna queja de parte nuestra”.

Insiste, además, en separar al hacker de la campaña con otras actividades. Sin embargo, Noticias RCN divulga este miércoles que este hombre estuvo en compañía del propio Hoyos en el canal con la intención de entregar una información contra las FARC y el presidente Santos.

¿Si Sepúlveda hacía un trabajo marginal, puramente técnico, por qué Hoyos lo llevaba a una canal de televisión para entregar una información que, según el director Rodrigo Pardo, después de contrastar resultó poco creíble. ¿Buscaba el director espiritual de la campaña meterle un falso positivo periodístico a RCN?, es la pregunta que hoy ronda en la redacción del canal.

El aspirante a la Presidencia del Centro Democrático ha tratado de sacudirse de este escándalo que le explotó cuando aún gravitaba en el ambiente la acusación de la columnista de El Tiempo María Isabel Rueda en el sentido de que durante su gestión como ministro de Hacienda sacó a Augusto Acosta de la Superintendencia Financiera, quien miraba con lupa a InterBolsa. Para la periodista, en caso de que Zuluaga no hubiera movido intencionalmente a Acosta, los colombianos nos habríamos evitado el descalabro de la mayor comisionista del país.

Estos hechos hicieron que Zuluaga frunciera el ceño precisamente en momentos en que empezaba a sonreír porque todas las encuestas lo favorecían.

Las mediciones de todos los sondeos fueron hechas antes de estos difíciles días que atraviesa Zuluaga. La explicación de por qué ascendía tanto y de manera sostenida la dio su mentor, Álvaro Uribe, quien dijo: “Ha venido ganando enorme credibilidad”. ¿Seguirá creciendo la confianza en Zuluaga tras estos hechos? La respuesta la darán las próximas encuestas y, lo más trascendental, el resultado de los comicios del 25 de mayo. Por ahora, él vive esta paradoja.