. | Foto: Juan Carlos Sierra

PRESIDENCIALES

“Nadie detendrá la descolgada de Santos”

El candidato del Centro Democrático prevé la derrota de Santos y habla del papel de Uribe en su hipotético gobierno.

5 de abril de 2014

SEMANA: Pasan los días y su campaña no arranca, se muestra estancada. ¿A qué atribuye usted este hecho?

ÓSCAR IVÁN ZULUAGA:
Esa pregunta era para antes del 9 de marzo. De hecho, era la que siempre me hacían y yo respondía : “Esperen a que pasen las encuestas del 9”. Desde ese día soy el que más ha subido, ahí están los porcentajes. Entre tanto, esas mismas encuestas muestran la descolgada de Santos. Lo importante es la consistencia, la tendencia y en todas yo subo y Santos cae. Nadie detendrá su descolgada.

SEMANA: Eso es cierto, pero también es verdad que en varias encuestas Enrique Peñalosa le quita el segundo puesto. ¿Teme ser desplazado por el candidato de la Alianza Verde?

O. I. Z.:
Tengo la plena confianza de que al final voy a ganar la elección presidencial en primera, y si no, en segunda vuelta.

SEMANA: Tiene que estar muy optimista para anunciar que va a ganar en primera vuelta.

O. I. Z.:
No es optimismo sino realismo. Soy muy consciente del trabajo que hemos hecho y de la necesidad que tiene Colombia de un gobierno diferente. Un gobierno que lleve a Colombia a ser un país más seguro, más educado y de mejores oportunidades.

SEMANA: Pero de ahí a creer que Santos ni siquiera pasaría a segunda vuelta es pensar con el deseo.

O. I. Z.:
El gobierno de Santos es muy malo. Un gobierno después de cuatro años con toda la plata, todo el poder, los medios, la mermelada, y que no registra más del 25 por ciento en la intención de voto, se enfrenta a una derrota inminente. Cada encuesta, como la del lunes de la semana pasada, lo muestra más abajo. En esa cayó ocho puntos en intención de voto. Del 31 cayó al 23. Es un fracaso.

SEMANA: Aceptemos que, como cree usted, gana las elecciones. ¿Cómo gobernará con solo 19 congresistas elegidos por su partido el Centro Democrático?

O. I. Z.:
19 en el Senado, o 20 porque parece que recuperamos uno, y 19 en la Cámara. Esa es una base muy importante para construir gobernabilidad con otros sectores políticos. Mi experiencia de congresista me indica que una vez pasen las elecciones presidenciales, el Congreso enfrenta una nueva realidad política.

SEMANA: Pero, ¿qué otras fuerzas podrían estar con usted en el Congreso para poder sacar un legislativo adelante con sus propuestas?

O. I. Z.:
Yo esperaría que, por ejemplo, el Partido Conservador sumara un concurso importante. Estoy seguro de que otras fuerzas políticas ya tienen una responsabilidad con el país. Su deber también será apoyar las buenas iniciativas. Hacer el control político que obviamente les asiste por la Constitución y la ley. Pero, repito, yo fui senador de la República y conozco bien cómo opera el Congreso. Esa experiencia me permite tener un panorama claro de cómo se debe construir una gobernabilidad.

SEMANA: Volviendo al tema de las encuestas, todas muestran el cansancio de la guerra. Sin embargo, usted dice que en caso de que llegue a ser presidente, romperá la negociación de paz el mismo día de su posesión. ¿No teme ir en contravía de la mayoría de los colombianos?

O. I. Z.:
Lo que queremos los colombianos es la paz pero no una paz a cualquier precio. ¿Qué es lo que yo he dicho? Estoy dispuesto a una paz negociada y eso implica exigirles a las Farc un cese inmediato a toda acción criminal. No podemos repetir estos hechos que han conmovido al país como el de los dos policías que fueron asesinados a sangre fría, torturados, degollados, tirados al río. Eso no se puede tolerar.

SEMANA: Si usted les dice a las Farc que no más acciones bélicas, ellas posiblemente le van a decir : ¿En contraprestación qué? ¿Hacemos un cese al fuego bilateral?

O. I. Z.:
Eso es inaceptable porque Colombia es una democracia y el Estado tiene que defender a sus ciudadanos. Es que las Farc son las que están en contra de la institucionalidad. Ellas, por decisión propia, se volvieron narcotraficantes. Ellas son las que atentan contra los colombianos. Y desde que están en La Habana no ha habido una sola señal de querer una paz negociada. Los guerrilleros están en el mejor de los mundos, en Cuba, tomando ron, con sus amantes, en tratamientos de salud, en rehabilitación, y mientras tanto aquí, en Colombia, siguen reclutando niños, asesinando a sangre fría, extorsionando, atentando contra la infraestructura petrolera. ¿Dónde está la voluntad de paz de las Farc? No seamos ingenuos.

SEMANA: Usted es muy crítico del proceso de paz con las Farc, pero ¿cómo explicar su benevolencia con el de los paramilitares?

O. I. Z.:
Es que ese fue un buen proceso porque se hizo un sometimiento. En aras de la paz, estoy de acuerdo con la reducción de penas, estoy de acuerdo con que guerrilleros rasos puedan ser elegibles. Porque políticamente, también hay la posibilidad de la desmovilización, de reinsertarse a la vida civil. Esa es una opción para los guerrilleros que quieren abandonar la lucha armada, como la tuvimos en nuestro gobierno. La desmovilización de 53.000 hombres, 35.000 paras y 18.000 guerrilleros, es una señal clara de que una política de seguridad, que lleva implícita una política de desmovilización, es el camino para poder generar una gran deserción, un debilitamiento de las estructuras terroristas y criminales.

SEMANA: Usted fue compañero de gabinete de Santos durante el gobierno de Uribe. Eran amigos, trabajaban juntos. ¿Es el proceso de paz con las Farc por lo que ustedes lo llaman traidor?

O. I. Z.:
Ahí arrancó todo. Él, como ministro de Defensa, fue el que más insistió en el tema de que las Farc estaban en Venezuela refugiadas por Chávez. Él era el que nos hablaba con pruebas de los campamentos, rutas del narcotráfico. La pregunta es: ¿qué pasó después de que se eligió, si ese fue el discurso de campaña? Cuando salió elegido, lo primero que hizo fue entregarle las llaves de la paz a Chávez sin ninguna condición. Por supuesto, esa fue la primera señal de engaño y de desmonte de la política de seguridad democrática.

SEMANA: Usted dice que fue una traición, pero… ¿qué habría hecho usted? o ¿qué habría esperado de Santos en este caso?

O. I. Z.:
Lo lógico. Haberle dicho a Chávez: “Vamos a restablecer las relaciones de los dos países, pero usted tiene que cerrarle las puertas de su país al terrorismo de las Farc”. Es imposible que las Farc sigan resguardándose en Venezuela. Eso era lo que habríamos esperado.

SEMANA: A propósito de Venezuela, usted es muy crítico de Santos con el manejo de las relaciones con este país. Si usted gana la presidencia, ¿qué hará usted? ¿Qué hará con Nicolás Maduro?

O. I. Z.:
Colombia es una democracia y tiene que exigir que se cumplan, y más en un país hermano, los principios de la carta de la Organización de los Estados Americanos. En Venezuela no hay libertad de expresión, en Venezuela no hay libertad de oposición, no hay libertad de empresa, entonces ¿dónde están los valores democráticos? Y Venezuela sigue resguardando a las Farc. Colombia es una democracia, los grandes enemigos de la democracia son el terrorismo y el narcotráfico y esa tiene que ser una base para cualquier principio de negociación en relaciones internacionales. Hay que combatir los enemigos comunes. Los enemigos comunes de las democracias son el terrorismo y el narcotráfico. Quien no esté con estos valores, está contra nosotros.

SEMANA: Habla usted de valores y se muestran honestos y atacan a Santos por fenómenos como el de la mermelada. ¿Acaso en el gobierno de Uribe no usaron los mismos mecanismos para captar el apoyo de los legisladores?

O. I. Z.:
Jamás tuvimos lo que se ha presentado acá. Son 3 billones con pruebas concretas. Demostramos la correlación de fuerzas entre los municipios donde hubo mermelada y los resultados electorales. Se utilizaron muchos recursos para la compra de votos, como lo han denunciado los propios medios. No recuerdo haber visto una elección al Congreso tan contaminada con los recursos públicos como las pasadas del 9 de marzo.

SEMANA: Usted tiene un fantasma que lo persigue: Álvaro Uribe. La gente lo compara con él, pero usted no es Uribe. ¿Cómo maneja esa situación?

O. I. Z.:
Me siento muy orgulloso de trabajar con el presidente Uribe porque lo conozco desde cuando era gobernador de Antioquia en 1997. Goberné con él y le ayudé a transformar a Colombia y creo que es un gran equipo que él esté en el Senado de la República y yo en la Presidencia de la República. Demostré que tengo mi talante y mi sello propio cuando fui ministro de Hacienda. Manejé la peor crisis de la economía global de los últimos 80 años. Fui reconocido como el mejor ministro de Hacienda de América Latina. Sin lugar a dudas el país conoce mi talante, cómo actúo, pero me siento muy orgulloso de ser uribista, de trabajar con él.

SEMANA: Pero usted no tiene su carisma. ¿Qué hacer ante eso?

O.I.Z.:
Cada persona es distinta. Esa pregunta me lleva a lo que siempre dicen los ciudadanos: “A mí siempre me habían dicho que usted no tenía carisma. Pero cuando lo escucho, cuando usted habla, cuando le doy la mano, usted lo que tiene es mucho carisma”.

SEMANA: ¿Usted escucha y lee caricaturas? Se burlan de usted. Lo ven como un títere de Uribe. ¿Usted cómo lo ve? ¿Cómo le llega eso?

O. I. Z.:
Me da risa. Me parece que es una expresión de los caricaturistas en el marco de la libertad de expresión, que yo respeto. Lo importante es que siempre estoy en la cabeza de ellos.

SEMANA: Para los caricaturistas y para los ciudadanos, una pregunta final. En el hipotético caso de que gane las elecciones presidenciales, ¿Quién va a gobernar en Colombia: ¿Usted o Uribe?

O. I. Z.:
Aquí va a mandar Óscar Iván Zuluaga.