| Foto: AP

TENIS

Murray, profeta en su tierra

El tenista escocés logró cumplirle a su gente y se levantó con el oro luego de vencer en la final al número uno del mundo, Roger Federer.

5 de agosto de 2012

Andy Murray saldó cuentas con el All England Club y con su trayecto profesional. Antes sumido en más tinieblas que luces, y con fama de perdedor, tomó revancha en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
 
El tenista escocés ganó, por fin, una final de renombre. Un gran éxito. No es aún un Grand Slam, donde a Murray aún se le conoce por sus frustraciones, pero es un premio también mayor, reservado para unos elegidos, del que carece, aún, el propio Roger Federer, el mejor tenista de la historia.
 
Murray superó al helvético por 6-2, 6-1 y 6-4 en un partido frenético que dejó en evidencia al suizo.
 
Hace menos de un mes Murray salió derrotado de la final de Wimbledon donde fue sometido por Roger Federer, que se impuso en cuatro sets (4-6, 7-5, 6-3 y 6-4) y sumió el talante de un jugador mantenido a raya por los tres grandes del circuito: Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal.
 
Murray se vengó. Presume ahora de un éxito que ni Federer ni Djokovic tienen. El británico hereda el trono que Nadal conquistó cuatro años atrás, en Pekín 2008 y deja al suizo aún pendiente del oro olímpico para completar el llamado Golden Slam (ganar los cuatro Grand Slam y el título en unos Juegos), al que en Londres 2012 se han añadido los estadounidenses Serena Williams y los hermanos Bob y Mike Bryan.
 
Andy Murray entró en la central del All England Club como un tiro. Desarboló a su rival, evidentemente cansado y sin la frescura de otras ocasiones. Así pagó Federer las más de cuatro horas que peleó con Juan Martín del Potro por alcanzar la final.
 
Murray ganó el oro y frustró la ambición de su rival, posiblemente, en su última aventura olímpica. El escocés, sin embargo, se irá de losOlímpicos con más pues debe jugar junto a Laura Robson la final del dobles mixto ante los bielorrusos Victoria Azarenka y Max Mirnyi.
 
EFE