El pasado 12 de diciembre en Cubará, Boyacá, un vehículo cargado con explosivos fue activado cerca de la sede Asou´wa, una organización indígena que dialogaba con una delegación del Ministerio del Interior, la empresa Cenit y Ecopetrol sobre temas de inversión social. La comunidad indígena rechazó el acto terrorista y pidió respeto a sus territorios donde quedaron tres militares heridos.En Octubre de 1999, el periodista Andrés Grillo y el fotógrafo León Darío Peláez de SEMANA estuvieron en este mismo lugar hablando con la comunidad u´wa sobre una licencia ambiental que había solicitado la empresa petrolera Occidental de Colombia para realizar una perforación exploratoria en el pozo Gibraltar-1, en el piedemonte de la cordillera Oriental, cerca del límite del nuevo resguardo en Norte de Santander.Estos son algunos apartes del artículo sobre lo que pensaba la comunidad indígena y cómo se veían en las fotografías de la época en su territorio:“Ahora la riqueza para el riowá (el hombre blanco) está en estas tierras que hace unos años no le importaban para nada (…) Ahora, ellos ven dinero…petróleo, carbón, oro, uranio, dinero…Dinero que no sirve para comer ni para ser felices, dinero para que haya más pobreza, como la que viven nuestros compañeros sikuanis de Arauca. De la noche a la mañana, los indios llenos de pobreza nos convertimos en indios llenos de riqueza. Riqueza para ellos, porque para los pueblos indígenas el petróleo es la muerte”.“En la tradición oral u´wa están firmemente arraigados los límites del territorio ancestral, marcado por cerros, lagunas, ríos. Existe clara conciencia del alinderamiento tradicional, amojonamiento antiguo, lo que llamamos los u´wa `kera chicara´, o sea ese mundo creado por Rukwa o Sira y cuyo corazón fue entregado a los u´wa para que lo mantuviéramos en equilibrio. Por eso, porque el territorio va más allá del resguardo y la reserva”.“Los u´wa dicen que ya empezaron a purificar el territorio de su resguardo. Insisten en que darán la pelea para vivir como lo han hecho durante siglos: viviendo en kowas (ranchos tradicionales) hechas con hojas de buna (una palma de la región), haciendo fuego con el bejuco ebará, alimentándose con balanga (un tubérculo) y guaco, y mambeando coca.Fotos de León Darío Peláez/ Semana