VERDAD ABIERTA
"Justicia y Paz es una cadena perpetua": Mancuso
El exjefe paramilitar cree que se necesitarán 200 años para saber la verdad, reparar a las víctimas y recibir una condena que imponga justicia.
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Al finalizar una audiencia de formulación de imputación parcial que duró tres días, el exjefe paramilitar de los bloques Córdoba, Catatumbo y Norte de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, Salvatore Mancuso Gómez, pidió la palabra al magistrado de control de garantías para expresar su inconformidad por la lentitud con la que se desarrolla el proceso de Justicia y Paz; audiencias y versiones que en el caso de los extraditados se han vuelto más pausadas por la dificultad de organizarlas y realizarlas.
Mancuso, quien se encontraba en la sala de audiencias del Juzgado Quinto de la Corte Federal de Washington en compañía de su abogado y de un fiscal estadounidense, dijo que al paso que se desarrollan las audiencias de versión y de formulación de imputación, los colombianos podremos ver los resultados finales de éste proceso dentro de 200 años. El ex jefe paramilitar expresó su incredulidad diciendo que desde que él ingresó al proceso de Justicia y Paz diciembre del año 2006 ha confesado quinientos (500) de un total de siete mil (7.000) hechos, cometidos por el Bloque Catatumbo del cual fue su creador y comandante, por conductas tipificadas como homicidios, desapariciones, terrorismo, desplazamiento forzado, despojo de tierras y uso privativo de armas y uniformes privativos de las Fuerzas Armadas, entre otras.
Al paso que se desarrollan las audiencias, dijo el ex jefe paramilitar, se necesitan 42 años para celebrar las audiencias de versión libre que permitan confesar los hechos que faltan y 58 años para que la Fiscalía pueda formular imputación, formular cargos, celebrar los incidentes de reparación y los magistrados dictar sentencia. Si a estos cien años se le suma que él fue comandante del Bloque Norte y del Bloque Córdoba, grupos a los que se le atribuyen unos siete mil hechos más atribuibles a él como jefe de esos grupos, serían cien años adicionales, lo que daría un total de doscientos años de versiones y audiencias para esperar una sentencia.
Estas cuentas de Mancuso encuentran una explicación en el hecho de que para organizar cada audiencia de versión libre, el fiscal que lleva su caso, Leonardo Cabana, debe coordinar con las autoridades judiciales de Estados Unidos la organización de las audiencias, las cuales deben realizarse con proyección a las salas de víctimas en Montería, Sincelejo, Barranquilla y Cúcuta; una vez resuelta la logística, debe desplazarse a Washington para recibirle la versión.
En el caso de la audiencias de imputación se ha venido programando y aplazando durante seis meses, entre otras razones porque el desplazamiento de Mancuso desde el centro penitenciario donde está recluido hasta el juzgado en la capital de Estados Unidos tarda una hora, tiempo durante el cual cierran la vía para evitar atentados en su contra. El ex jefe paramilitar recibe un trato similar al que recibiría un terrorista de la talla de Osama Bin Laden, pues la caravana que lo transporta entre el sitio de reclusión y la Corte Federal, consta de nueve vehículos blindados y va escoltado por 25 hombres armados.
Siga leyendo el testimonio de Salvatore Mancuso desde su centro de reclusión en Estados Unidos.