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El cruce de la carrera 7 con calle 72 en Bogotá fue uno de los puntos de encuentro. Así lucía pasado el medio día. | Foto: Daniel Reina

ANTETITULO

La marcha paso a paso

Aunque el programa de 4G enfrentó situaciones adversas, se avanza en los planes de modernización de la infraestructura. No descansar en la tarea es el llamado de nuestro invitado.

28 de noviembre de 2008

El mosaico de formaciones geológicas que dan lugar a la generosa y única biodiversidad de Colombia ha supuesto un inmenso reto para la consecución de una infraestructura de calidad. Y esto es necesario para competir en igualdad de circunstancias en el entorno del comercio internacional y tener la capacidad para mover productos de manera ágil y eficiente. Esto, sin duda, es uno de los pilares para el desarrollo económico de un país.

El programa de cuarta generación de concesiones (4G) como primer paso y eje del Plan Maestro de Transporte Intermodal 2035, fue desarrollado para dar el salto de calidad que la infraestructura colombiana necesita. El objetivo es potenciar la productividad real del país y su comercio exterior, al conectar entre sí a las 18 principales ciudades-región, donde se origina el 85 por ciento del PIB, con las fronteras y los puertos del Caribe y del Pacífico.

Para el logro de este sueño compartido por la sociedad colombiana era fundamental contar con la inversión extranjera directa en infraestructura. Conscientes de ello, gobierno, entidades financieras, aseguradoras y el sector privado se dieron a la tarea, durante la estructuración del programa, de conseguir que la legislación previniera y evitara los cuellos de botella que frenaban los intentos de modernizar la red de transportes. Adicionalmente, que impedían la creación de un marco contractual que estuviera a la altura de los estándares internacionales como medio para atraer a los actores que complementaran a las empresas locales.

El camino ha sido duro. El programa ha tenido que enfrentar situaciones coyunturales adversas no previstas en un inicio. Aun cuando se ha debido enderezar el rumbo en varias ocasiones, creo firmemente que se convertirá en una historia de éxito que cambiará para siempre la visión que el país tiene de sí mismo.

No debemos descansar. Hay que analizar y corregir aquellos aspectos que hicieron que algunos actores se retiraran del programa, mejorar los que no funcionaron como se previeron y buscar las fuentes de financiación para seguir dando pasos hacia la red intermodal. Esto potenciará la productividad real del país, su comercio y le permitirá a Colombia alcanzar el liderazgo regional que por tamaño y capacidad de su gente está llamado a asumir.