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El Gobierno propone una cirugía general del DAS que contempla, en su reemplazo, una nueva Agencia que se concentre en temas de inteligencia | Foto: SEMANA

PROYECTO

Reestructuración del DAS: ¿cirugía o eutanasia?

Menos personal y funciones exclusivas de inteligencia son las propuestas del Gobierno. Reforma es una cortina de humo y el problema real está en los hilos de poder detrás del organismo, dice la oposición.

10 de mayo de 2010

Para el Gobierno, las gravísimas irregularidades en las que se ha visto involucrado el DAS son una mera “sobrecarga de funciones” de ese organismo.

Las labores de Policía Judicial que venía desempeñando el DAS son, según el diagnóstico del Ejecutivo, el principal enfoque de la reestructuración del organismo de inteligencia. En esas funciones se han descubierto las principales irregularidades.

Por eso, las intenciones del Gobierno de darle una nueva cara al DAS contemplan no sólo la creación de un nuevo organismo de inteligencia sino que este se concentre sólo en las funciones que, originalmente, tenía este Departamento desde que fue creado, hace casi 56 años. 

Para que la 'cirugía' al DAS sea una realidad el Ejecutivo se ha propuesto que antes del 20 de julio el Congreso haya aprobado una Ley que cambie estructuralmente las funciones del organismo.

Pero, ¿cuál es la 'cirugía'? El gobierno propone no sólo eliminar el DAS y darle paso a un nuevo departamento, sino que esta nueva entidad sólo se ocupe de las funciones propias de inteligencia y contrainteligencia, para prevenir y contrarrestar eventuales atentados a la seguridad nacional.

Las otras funciones, que hoy se alejan de este propósito y que son adelantadas por el DAS, tendrán nuevos dolientes, como la Policía, la Fiscalía y hasta el Ministerio del Interior.

Fin al DAS

El gobierno pretende darle sepultara al DAS y crear la Agencia Central de Inteligencia, ACI, la cual tendrá naturaleza de Departamento Administrativo, que orientará y coordinará las funciones a cargo de los organismos y entidades que conforman el Sector Administrativo de Inteligencia y seguridad de Estado.

Cinco serían las funciones de la ACI, que sólo se concentrarían en dos de las actuales funciones del DAS: la coordinación de la inteligencia y el control migratorio.

Según la propuesta del gobierno, éstas serían las cinco funciones de la nueva agencia de inteligencia:

1. La producción de la inteligencia civil estratégica y prospectiva del Estado, mediante la planeación, la recolección por medios abiertos, medios técnicos y fuentes humanas, el procesamiento, el análisis y la difusión de información para la toma decisiones .

2. La prevención, detección y/o neutralización de amenazas internas o externas que pongan en peligro las instituciones democráticas y la seguridad nacional.

3. El aseguramiento del control migratorio del Estado colombiano ejerciendo la autoridad de control del mismo, en desarrollo de la política fijada por el Gobierno Nacional.

4. La obtención de información oportuna y en tiempo real para la toma de decisiones estratégicas a través del intercambio y cooperación con otros organismos nacionales e internacionales que cumplan funciones de inteligencia y contrainteligencia de Estado o que cuenten con información de interés para la ACI.

5. El desarrollo de una cultura integral de inteligencia de Estado, de cooperación internacional y de respeto por los derechos humanos, por medio de la formación y especialización de los funcionarios y aspirantes de la ACI.

Traslado de funciones

El Gobierno considera que el DAS ha venido realizando diversas funciones, algunas de ellas complejas y opuestas a su misión central, como las relacionadas al ejercicio de funciones de Policía Judicial.

Por eso, considera que esas tareas deben ser excluidas de los objetivos futuros de la nueva entidad. Además de las funciones de Policía Judicial, actualmente el DAS también tiene asignadas las funciones de protección a personas, expedición del certificado judicial y enlace de Interpol.

Según el Gobierno, todos estos roles son ajenos al oficio de un servicio de inteligencia civil especializado y no generan valor agregado a los procesos misionales.

Para ese efecto, la funciones de Policía Judicial sólo serán competencia de la Policía Nacional, a través de la Dijin y la Sijin, así como el CTI de la Fiscalía.

El certificado de antecedentes judiciales, que en la actualidad es expedido por el DAS, debe ser, según el proyecto, competencia de la rama judicial.

Mientras que el enlace con la Interpol también pasará a ser del resorte de la Policía, con el argumento que, excepto Colombia, todos los países -187 en total- que tienen acuerdos con la Interpol, tienen su enlace, precisamente, en la entidad policial.

Otra de las funciones que actualmente desempeña el DAS es la protección de personas. Para los ponentes del proyecto, esta función es una “inmensa carga”.

El DAS colabora con el Programa de Protección de Derechos Humanos del Ministerio de Interior y de Justicia, el cual tiene por objeto apoyar al Gobierno Nacional en la salvaguarda de la vida, integridad, libertad y seguridad de la población objeto que conforma dicho programa. En desarrollo de esto, el Departamento viene ejecutando labores de protección a personas que, por su condición o riesgo, han solicitado ser protegidos por el Estado colombiano.

Según el proyecto, la nueva Agencia Central de Inteligencia, no tendría estas funciones. Desaparecerían los agentes del DAS como miembros de esquemas de seguridad de personas protegidas. Será la Policía la que se encargue de esta función.

Reducción de personal

Según el diagnóstico del Gobierno, de los 6.500 funcionarios del DAS, el 17 por ciento tienen funciones de inteligencia, contrainteligencia y extranjería. Por eso, la planta de la nueva Agencia Central de Inteligencia se reduciría con el propósito de hacer más eficiente la entidad y ocupar a los servidores en las funciones que contempla este proyecto de ley.

Según los ponentes del proyecto, por cada funcionario dedicado a la labor de inteligencia hay seis que realizan labores diferentes. “Hay entonces, 1.052 funcionarios dedicados a Inteligencia y Contrainteligencia -labor propia de la naturaleza de la entidad- frente a 3.447 dedicados a Investigación criminal, protección y extranjería; esto, sin contar con los funcionarios de apoyo administrativo”.

Este es uno de los aspectos más polémicos de la propuesta del Gobierno, pues la liquidación del DAS significaría un impacto laboral pues más del 50 por ciento de los actuales servidores podrían quedar sin empleo.

Sin embargo, Felipe Muñoz, actual director del DAS, indicó que hay un convenio firmado con la Policía Nacional y la Fiscalía para que se homologuen cargos en esas entidades para quienes, eventualmente, dejen de pertenecer al DAS.

Muñoz también aclaró que el proyecto contempla incentivos para que varios funcionarios, cercanos a la edad de jubilación, pudieran llegar a un acuerdo para apartarse de la entidad.

¿Cortina de humo?

El debate a este proyecto tiene múltiples críticas, especialmente en el Partido Liberal y el Polo Democrático, quienes radicaron ponencias que buscan el archivo de esta iniciativa de origen gubernamental.

Luis Fernando Velasco, senador del Partido Liberal, dijo que este proyecto “no es más que una cortina de humo” para distraer la atención del país sobre los resultados de los escándalos más recientes, “pretendiendo que sin existir responsables intelectuales de las interceptaciones ilegales, se termine con el DAS, creando con ello una opinión de toma de cartas en el asunto”.

El senador afirmó que “el verdadero problema del DAS” no radica en la propia entidad, “sino en los hilos que detrás se mueven y que ordenaron los desmanes de las facultades de la entidad”.

Pero más allá del tinte político, el principal argumento de la oposición al proyecto son los efectos laborales de la liquidación del DAS.

“Los empleados que serán desvinculados del DAS no tienen una propuesta estable que les asegure continuidad o estabilidad laboral”. Según Velasco, la Policía y la Fiscalía “tendrán a su arbitrio recibir o no a los ex funcionarios del DAS”, sin importar sus condiciones laborales y derechos adquiridos durante los años de servicio al Estado.

Esta posición es compartida por el senador Parmenio Cuéllar, del Polo, quien en el pliego de modificaciones al proyecto incluyó un parágrafo en el que contemple que la situación de los servidores del DAS no será desmejorada en ninguno de sus derechos.

Cuéllar es partidario de limitar las funciones del DAS, pero en ningún caso de eliminar la entidad.

Las ponencias

El proyecto cuenta con la ponencia favorable que coordinó el representante Roy Barreras (la U), y que suscribieron senadores y representantes de los partidos Conservador, Cambio Radical, Convergencia Ciudadana y la U.

En esta ponencia, se propone bautizar a la nueva agencia de inteligencia con la sigla del Departamento Administrativo de Información de Inteligencia Nacional, DAIN.

También se debatirá una ponencia independiente del representante David Luna, quien modifica el proyecto original en los artículos que le dan competencia al Gobierno para emitir decretos con fuerza de ley para establecer los mecanismos de empalme entre el DAS y la nueva entidad. David Luna propone que sea el propio Congreso quien tenga la competencia sobre el proceso de reestructuración.

Las otras ponencias son las de Parmenio Cuéllar, que propone no acabar con el DAS pero sí limitar sus funciones, y la de Luis Fernando Velasco quien propone archivar esta iniciativa del Gobierno.

El Ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, y el director del DAS, Felipe Muñoz, tienen la misión de defender la llamada cirugía del DAS, y lo harán con el tiempo en contra. En mes y medio deberán sacar adelante ésta, una de las recientes misiones encomendadas por el Presidente de la República.