María Victoria de Robayo y María Teresa Ronderos.

MUJERES

Museo para todos y La esperanza de la paz

María Victoria de Robayo, Exdirectora del Museo Nacional, y María Teresa Ronderos, Periodista.

7 de marzo de 2015

Museo para todos

María Victoria de Robayo, Exdirectora del Museo Nacional.

Llegó por accidente a la gestión cultural. Estudió filosofía pero logró su primer trabajo en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MamBo) y, como ella misma dice, “los museos te atan irremediablemente”. Ya lleva tres décadas atada y cada día cree más que el fin de estas instituciones que la ciudadanía se apropie de su contenido. Por esto fue clave en la revolución que hoy vive el Museo Nacional, guiada por una larga lista de expertos académicos y del mismo público. Encontraron que el museo estaba concebido para privilegiar una narración cronológica y hegemónica de la historia, y que tenía la necesidad de incluir las voces de quienes, a pesar de no ser muy conocidos, también eran parte crucial de la historia del país. María Victoria de Robayo, quien se jubiló en diciembre, entrega un museo adaptado para que ningún colombiano sea excluido, tras extensas reparaciones para mejorar su accesibilidad. También es su legado la primera gran piedra del cambio: la sala Memoria y Nación. Allí conviven la Constitución del 91, el palabrero wayúu y un lingote hecho con armas fundidas del M-19, entre muchos otros objetos invaluables, que significan una nueva etapa del museo. Uno que representa un país complejo y diverso y le da voz a aquellos que la historia había olvidado.


La esperanza de la paz

María Teresa Ronderos, Periodista.

“En cualquier país con otras reglas de juego más equilibradas, ningún joven hubiera considerado normal resolver todos los problemas a punta de bala”, asegura María Teresa Ronderos. Tras investigar por más de 30 años el conflicto armado en Colombia, en 2014 recibió la calificación de periodista del año del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar por su libro Guerras recicladas. Según explicó el jurado,  la escogió porque cuenta “cómo fue que este país construyó, alimentó y luego intentó acabar con ese monstruo llamado paramilitarismo”. Actualmente dirige el Programa de Periodismo Independiente del Open Society Institute en Londres y ha trabajado en la revista SEMANA, VerdadAbierta.com, El Espectador y El Tiempo. Ronderos dice que ha aprendido que la peor secuela que deja una guerra tan prolongada es la de “normalizar la violencia como arma de la política”, y asegura que “tenemos que mirar distinto a nuestros conciudadanos del campo”. Ahora está esperanzada en que firmar la paz cambiará la historia del país, pues, “estamos más cerca hoy del final de las guerras que en mucho tiempo”.