El Ministro del Interior, en su visita a la comunidad Awá, en el corregimiento El Diviso, Municipio de Barbacoas, insistió en la necesidad de que la minga esté acompañada por Fuerza Pública. | Foto: Cortesía MinInterior

NARIÑO

Minga parte en busca de asesinados por las Farc

En fila, 470 indígenas caminan hacia el lugar donde estarían los cadáveres de al menos 8 integrantes de la comunidad Awá asesinados a comienzos de febrero. El gobierno teme por la seguridad del grupo.

Juan Esteban Mejía, enviado especial a la zona
24 de marzo de 2009

Más de 600 indígenas de la comunidad Awá y algunos de la comunidad Nasa partieron este martes desde el corregimiento Buenavista, municipio de Barbacoas, Nariño, con destino al resguardo de Tortugaña-Telembí. La minga tiene por objetivo recuperar los cuerpos de los indígenas que presumiblemente fueron masacrados por las Farc a comienzos del pasado febrero y averiguar en el lugar de los hechos más información de lo que ocurrió.

La guerrilla admitió haber masacrado a ocho indígenas con el argumento de que eran colaboradores del Ejército. Sin embargo, la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) aduce que el total de indígenas asesinados asciende a 18, entre ellos dos mujeres embarazadas.

Algunos indígenas viajaron a acompañar la minga desde los departamentos de Huila, Cauca, Calle, Putumayo y Quindío.

“Con esta minga queremos demostrar que los indígenas somos civiles con autoridad propia. Que no queremos que nos maten y que no somos indiferentes al dolor de las personas que perdieron sus familiares”, dijo a Semana.com Gabriel Bisbicus, gobernador que hace parte de la Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa).

Los awa que se dirigen al lugar en donde fueron masacrados los miembros de su comunidad, no aceptaron el acompañamiento de la Fuerza Pública. La tarea de seguridad la hará la guardia indígena, la cual solo lleva bastones como arma de protección. No obstante han pedido acompañamiento de organizaciones civiles y de la Defensoría del Pueblo, que se han unido a la marcha. Esperan que el Ministerio Público gestione un helicóptero civil que los pueda asistir en caso de un accidente.

El Ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, insistió en que la Fuerza Pública debería acompañar la minga humanitaria, debido a las condiciones del terreno. Se dice que la zona está fuertemente minada.

“El Gobierno Nacional y su fuerza pública dejan constancia que no comparten, pero respetan dicha determinación y a su vez, declaran estar en total disposición para defender a la población civil, en el momento en que se requiera”, dijo el Ministro Valencia, desde el corregimiento El Diviso, municipio de Barbacoas.

Los Awá rechazaron la presencia de integrantes de la Fuerza Pública en su recorrido como muestra de su independencia frente al conflicto. En reiteradas ocasiones líderes de la organización indígena han reiterado su neutralidad y apuesta por la resistencia pacífica en medio de la confrontación armada, y un acompañamiento militar podría convertirlos en blanco de los grupos armados ilegales.

“Hay mucho miedo, pero la gente decidió entrar ante la falta de respuesta para la entrega de los cadáveres”, dijo Luis Evelis Andrade, presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic).

Entre los marchantes están Marín Guasalusán y Mélida Guanza, quienes son familiares de cinco de las personas desaparecidas. También van familias que fueron desplazadas por el conflicto, con el objetivo, si es posible, de revisar cómo están las tierras y viviendas que abandonaron.

Los indígenas caminan en fila en medio de la selva húmeda. Tienen prohibido separarse, pues el terreno, según han advertido las autoridades, está minado. De acuerdo a sus cálculos, en tres días llegarán al lugar en donde esperan encontrar los cuerpos de los integrantes de su comunidad desaparecidos. Pero todo depende de las condiciones del terreno.

En su recorrido deberán atravesar el río Ñanbí, cuyo ancho mide 100 metros aproximadamente y para pasarlo deberán montar en una barca de a dos personas. Al finalizar la tarde llegarán hasta la vereda el Palacito, donde esperarán la noche para reanudar el viaje en la madrugada.