| Foto: Juan Carlos Sierra

BOGOTÁ

¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron con el paro?

Los Pequeños Transportadores y el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, ganaron y perdieron al mismo tiempo. Pero sí hubo un gran perdedor, ese fue el ciudadano de a pie.

4 de marzo de 2010

GANADORES:

- Los pequeños transportadores: porque, pese a no haber alcanzado la totalidad de sus ambiciosas pretensiones, sacaron una rentable tajada que ya quisieran otros negocios: ni más ni menos que un 18% anual sobre el valor de sus vehículos, durante 24 años, entre otras ventajas.

- El alcalde Samuel Moreno Rojas: porque su decisión de no moverse del 1.5% mensual de renta tuvo un mayoritario apoyo de la ciudadanía. Por fin los bogotanos lo vieron firme frente a las medidas de hecho. Pero si bien ganó en imagen, Moreno también perdió porque, como es costumbre, se demoró en comunicar y explicar a la ciudad lo que sucedía. Cuando decidió hacerlo (el miércoles a las siete de la noche, después de tres días de paro) ya todo era confusión y desinformación. Y también es perdedor porque sectores de la ciudad (Suba, entre ellas) fueron azotados por el caos y la anarquía. Esa falta de control también hace perdedora a la Policía Metropolitana, que llegó tarde para detener a los vándalos.

- El Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp): porque quedó claro su carácter irreversible. Antes de dos años, el transporte público quedará totalmente unificado.

- Transmilenio: Porque movió a la ciudad y demostró su importancia en la vida de los capitalinos. Cerca de 1.7 millones de ciudadanos por día pudieron movilizarse en el sistema masivo.

- El medio ambiente: una vez más quedó demostrada la carga de polución que significa el transporte público de buses y busetas. Pese a que con el pico y placa los carros privados invadieron las principales avenidas, el aire estuvo más respirable que en un día cualquiera, según certificaron estudios especializados. A propósito, ¿quién mete en cintura a buses y busetas en el tema ambiental? 

 - La responsabilidad de los bogotanos: por encima del chantaje de los transportadores, los bogotanos cumplieron, a un alto costo, con sus obligaciones laborales y académicas, mientras los violentos fracasaban en sus intentos por paralizar las actividades. 

 - El Pico y Placa: no queda duda de que levantarlo sería un suicidio para la movilidad de la ciudad. Quién sabe hasta cuándo será imprescindible.

PERDEDORES:

- Los pequeños transportadores: porque demostraron que sus intereses, netamente económicos, están muy por encima del bienestar de la ciudadanía. Esa es la imagen que de ellos tiene hoy la ciudad.

- Los bogotanos: los grandes y auténticos perdedores. Pagaron con estrés, ingresos, salud y fatiga, cuatro días que pasarán a la historia negra de la capital. Además, no saben aún cuánto saldrá de su bolsillo para pagar la voracidad de los transportadores. ¿Quién les pagará esa deuda?